Crítica de la película 'El conjuro'

Paranormal investigadores Ed y Lorraine Warren trabajan para ayudar a una familia aterrorizada por una presencia oscura en su casa de campo.

Duración: 1 hr. 47 min.

País: Estados Unidos

Director: James Wan

Guion: Chad Hayes, Carey Hayes

Reparto: Lili Taylor, Vera Farmiga, Patrick Wilson, Joey King, Ron Livingston, 

Crítica de la película 

Desde su misterioso prólogo The Conjuring genera dos preguntas con respuestas paranormales que rayan en la curiosidad. La primera es, ¿algo está por pasar? Y la segunda, ¿algo está pasando ahí? Claramente vemos que ambas son válidas y las respuestas se encuentran en la aterradora historia, basada en hechos reales, de los detectives de actividad paranormal, Ed y Lorraine Warren.

Esta es, sin lugar a dudas, la mejor película del director James Wan (Saw). Es efectiva, impactante, amorfa y seriamente intrigante; con todos los sustos que te puedas imaginar desde el primer movimiento de cámara hasta último fotograma. Él nunca deja que el espectador prediga la trama, sino que lo manipula. Es como si fuese un ventrílocuo del horror que está en total control de su audiencia.

Y nos damos cuenta de que hay un olor a muerte en la zona cuando la casa de Carolyn (Lili Taylor) y Roger Perron (Ron Livingston) es acosada por entidades demoníacas que poseen humanos con su maldición. Ellos viven con sus cinco hijas, las cuales alertan de que han visto fantasmas. Nada es seguro. Se sienten escépticos sobre el fenómeno y no saben qué hacer, pero cuando las cosas se ponen de mal en peor llaman a Ed Warren (Patrick Wilson) y Lorraine Warren (Vera Farmiga). Ambos, son detectives paranormales que se encargan de aplicar el conjuro necesario para erradicar los malos espíritus.

The Conjuring tiene elementos que ya se habían visto en el género, pero los organiza de una manera diferente, sin sufrir de los mismos paradigmas que funcionan con la fórmula del horror: los exorcismos, la brujería, la casa embrujada, los fantasmas y toda clase de fenómenos paranormales que se puede imaginar; solo que los acopla de una manera espeluznante bajo una atmósfera tensa y siniestra. 

Y ésa es la pura realidad. Cuando estaba saliendo del cine, me miré los brazos y tenía todos los vellos de punta; estaba petrificado. Sabía que había sido manipulado, ¿y sabes qué? No me importa. Este filme, entrega el miedo en los momentos claves con puntillosos efectos de sonido que generan ansiedad, y más aun en su clímax. Así que, es inevitable decir que toma prestado ingredientes de "The Exorcist" y "The Shining", aunque no los copie, para dar un terror exasperante.

Aquí la historia es el producto y los personajes son el ingrediente. La trama es lo que verdaderamente llama la atención; incluso desde su apertura, se comienza a construir un ambiente de suspenso inquietante antes de presentar a los protagonistas, los cuales, son el foco principal, no por lo que son -detectives paranormales- sino por lo que hacen. Y eso que hacen, por ejemplo, es dar buenas actuaciones, en especial, Vera Farmiga, quien entrega una interpretación de calibre.

Ahora bien, la efectividad no fuera posible sin los juegos visuales que la cámara de Wan realiza. Puedes ver que la cámara se desplaza hacia todas las direcciones dentro de la casa. Ya sea al frente de una puerta, al lado de una ventana, en la oscuridad del sótano o a través de un hueco, todos los plano secuencias y los planos desde los distintos ángulos están muy bien maniobrados. 

Los junkies del horror encontrarán "vida después de la muerte" al ver The Conjuring; un filme tenebroso, abrumador y escalofriante que dispara el miedo de manera constante para entretener. Y si por ese aspecto esta no es la mejor película de horror del año, probablemente, este mintiendo bajo algún conjuro, porque sí lo es.

7/10