Crítica de la película «Napoleón» (2023)

NapoleónNapoleón es una película en la que, Ridley Scott, a sus 86 años, opta por regresar a ese cine sobre figuras históricas por el que se ha caracterizado una parte de su filmografía que comenzó desde Los duelistas (ambientada irónicamente durante las guerras napoleónicas). Pero en las más de dos horas y media que dura su retrato sobre Napoleón Bonaparte, soy asaltado por una abulia que me impide asombrarme en lo más mínimo por las hazañas militares o el matrimonio tóxico con aroma a melodrama. Y esto se debe, ante todo, porque Scott se empeña en mostrar la relación turbia entre Napoleón y Josefina como un melodrama perfumado sobre obsesión, poder y ambición desmedida, pero los coloca en una superficie predecible que nunca los interroga con sustancia más allá de las obviedades de carácter histórico que justifican algunos valores de producción para la temporada de premios, donde solo puedo rescatar unas cuantas secuencias de batallas emblemáticas. Tras un prólogo en el que María Antonieta de Austria es humillada antes de ser guillotinada en el caos de la Revolución, su argumento se sitúa antes de 1793 y narra el ascenso de Napoleón, un oficial del ejército que, en poco tiempo, es promovido a general por las estrategias militares que la otorgan la victoria en el sitio de Tolón; pero cuya máxima condecoración es el matrimonio que tiene con Josefina, una dama de la aristocracia que esconde el pasado trágico del régimen de Terror, a la que ama con locura a pesar de que les infiel con otros amantes. Scott utiliza el vínculo entre Napoleón y Josefina como la espina dorsal de la trama, con el objetivo de señalar la manera en que la mujer es una especie de catalizador detrás de las conquistas militares del autocoronado emperador. Por una parte, ilustra a Napoleón como un líder carismático, autoritario, reservado, egocéntrico, promiscuo, cruel, persuasivo, misógino, que como estratega militar ejerce una voluntad inquebrantable para liderar a sus tropas hacia el sendero de la gloria en las batallas más brutales, pero cuyo ambicioso deseo por perpetuarse en el poder lo obliga a obsesionarse con Josefina, a la que ve solo como un trofeo femenino que le garantiza un heredero por medio del embarazo. Por la otra, presenta a Josefina como una mujer lasciva, ambiciosa, manipuladora, que acepta las crueldades y accede a los caprichos de Napoleón con el único fin de recuperar el estatus aristocrático que había perdido durante El Terror, pero cuya negativa a quedar embarazada del emperador es un claro reflejo del desprecio que siente hacia los hombres que la usan a cambio de favores sexuales, de esa casta política que humilló su dignidad en el pasado (se entiende que no ama a Napoleón para nada y tiene varios amantes a sus espaldas para manifestar su represalia). Sin embargo, Scott mantiene el asunto en un horizonte demasiado calculado que somete a los personajes a la rutina de las conversaciones políticas, las campañas militares y las discusiones conyugales que anuncian de manera previsible la caída del emperador megalómano, en unas escenas que carecen de brío dramático para mantener un ritmo que sea consistente, en donde apenas se interrogan las acciones de los personajes más allá de las apariencias descriptivas impuestas por el guion de David Scarpa. Los diálogos son olvidables. Los personajes que exhibe, propiamente dicho, son seres acartonados que cumplen una función historiográfica sin ningún tipo de profundidad psicológica. Al margen de sus debilidades narrativas, solo destaco el diseño de vestuario, la auténtica reproducción del período, las atmósferas azuladas compuestas por la lente de Dariusz Wolski, la sensible banda sonora de Martin Phipps y algunas de las secuencias bélicas que rememoran de manera simbólica la epicidad de aquella época dorada del director, particularmente en la batalla de Austerlitz y la batalla de Waterloo. Todo lo otro, incluyendo las tibias actuaciones de Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby, pasa ante mis ojos con una cuota notable de indiferencia. En pocas palabras, no tiene gancho emocional. Su épica histórica sobre Napoleón es sosa, regular, excesivamente solemne.

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Ficha técnica
Título original: Napoleon
Año: 2023
Duración: 2 hr. 38 min.
País: Estados Unidos
Director: Ridley Scott
Guion: David Scarpa
Música: Martin Phipps
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby, Tahar Rahim
Calificación: 6/10

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