Crítica de la película 'La ventana indiscreta' (1954)

Sinopsis: un reportero fotográfico, L.B. 'Jeff' Jefferies (Stewart), obligado a permanecer en reposo con su pierna escayolada, y a veces acompañado por su bella novia Lisa (Kelly) y su enfermera (Ritter), procura escapar al tedio de su convalecencia contemplando desde la ventana de su apartamento el otro lado del patio. Allí, en ese espacio interior, numerosos vecinos desarrollan fragmentos de vida que el reportero recoge puntillosamente con ayuda de unos prismáticos. Pero, debido a una serie de pequeños incidentes, el reportero mirón comienza a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido misteriosamente.

Ficha técnica
Título original: Rear Window
Año: 1954
Duración: 1 hr 54 min
País: Estados Unidos
Director: Alfred Hitchcock
Guion: John Michael Hayes
Música: Franz Waxman
Fotografía: Robert Burks
Reparto: James Stewart, Grace Kelly, Thelma Ritter, Raymond Burr,
Calificación: 8/10

Crítica breve de la película


Después de casi 12 años me dispongo a revisar 'La ventana indiscreta', de Alfred Hitchcock, confiado en que todavía puede sorprenderme con la clásica historia del fotógrafo mirón obsesionado con la vida de los otros. Y creo que ha sido una decisión acertada. La siento como nueva y a mi parecer sigue siendo una de las mejores películas de la historia del cine. Tiene una intriga descomunal con la crónica de L.B. Jefferies. Jeff es un reportero fotográfico que permanece confinado en su apartamento con una pierna escayolada y es atendido por su novia, Lisa, y su enfermera, Stella. Para combatir la monotonía, Jeff observa a través de la ventana a los vecinos del edificio de enfrente. Pero la cosa se complica cuando la esposa de un vecino desaparece misteriosamente y Jeff sospecha que este la ha asesinado. Esa narrativa me contagia hasta volverme paranoico. La acción tiene lugar prácticamente en los interiores de una habitación. La estética de Hitchcock ejecuta algo que es insólito porque, sutilmente, coloca al espectador en el punto de vista del protagonista, obligándolo en todo momento a imaginar las situaciones que suceden de fondo con los ruidos y los gestos de los secundarios que aparecen en segundo plano. Casi todo lo compone con el sobreencuadre (los distintos mosaicos cotidianos de los moradores), el plano subjetivo (la mirada que recoge todo el panorama con ayuda de unos prismáticos) y el fuera de campo (el sonido diegético de la tormenta y el grito de la víctima). El gran plano general es el resultado de la mirada de Jeff y, a la vez, de la mía. El efecto psicológico de sus intenciones se amplifica con el empleo del contrapicado, la iluminación lateral y el contracampo. Hay también un manejo de la elipsis que puntillosamente subraya sus estados de ánimo, los deseos y la obsesión, revelando de paso cosas muy siniestras con los diálogos. La actuación de James Stewart me parece fascinante transmitiendo el miedo y la impotencia de ese fotógrafo voyeurista que investiga obsesivamente al vecino homicida, así como también la de Grace Kelly como la prometida socialité y la de Thelma Ritter como la enfermera entrometida. La dirección de arte es fenomenal creando el vecindario pintoresco. Cuento con los dedos películas similares y ninguna está a la altura. No creo que sea la obra maestra del director, pero sin duda es una de sus películas más redondas y formalmente arriesgadas, la que más se identifica con sus inquietudes, con una observación incisiva de las trampas psicológicas de la especulación y del voyeurismo. Es una de las mejores películas del catálogo de Hitchcock. 




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