Las diez mejores películas de 2019


Ha llegado esa época del año en la que, como de costumbre, me sumo a una corriente para estar a la moda y mencionar las 10 mejores películas de 2019. Un año marcado por la polémica de las guerras de streaming que supuestamente amenaza la distribución en las salas de cine. Mi recopilación incluye las películas que, a mi juicio personal, tienen la mayor calificación recibida por mis criterios cinéfilos dentro de mi sistema de evaluación.


Soy de los que piensa que una película pertenece al año en que se estrena en su país natal y no al año de estreno en otra región. Tampoco al año en el que un espectador la ve. Lo mismo aplica para cualquier otro año. Por lo tanto, una película estrenada en 2019 siempre será de 2019.


Del año 2019 pienso ver aproximadamente algunas 150 películas, muchas de las cuales se estrenaron hace un tiempo en los festivales internacionales de cine pero que, debido a las fechas de estreno en determinadas partes, todavía no he podido ver y siguen colocadas en mi lista de películas pendientes. Es muy improbable que entren todas, aunque es seguro que de ese número pueda seleccionar algunas que considere que pueden entrar en el listado final.


Por esa razón, como no se trata de una lista definitiva, periódicamente la actualizaré a medida que vea películas correspondientes al 2019 que considere que puedan ingresar al ranking de las 10 mejores películas. Mi selección de títulos responde a mi criterio personal y no refleja la opinión de un colectivo.



A continuación, comparto mi listado.



4. Hasta siempre, hijo mío



Hasta siempre, hijo mío



Con un metraje de tres horas, Wang retrata a ritmo contemplativo un drama profundamente conmovedor sobre el dolor, la culpa y la pérdida de una familia, sin perder de vista el corazón humano de sus personajes ni el contexto sociopolítico de los cambios tumultuosos en la sociedad china contemporánea.



Lee la crítica 




La novena película de Tarantino en ninguna escena deja de ser brillante, lúdica y vigorosamente sutil cuando diluye todas las obsesiones del cineasta para trazar, con elementos autorreferenciales de todas sus películas, una revisión de su propia filmografía y del cine como forma de arte que refleja la realidad. Es una de esas joyas imperdibles.



Lee la crítica 


2. Parásitos





La película, que supone el regreso a Bong Joon-ho al cine surcoreano desde 'Madre', es una sátira asombrosa que rompe las convenciones de géneros como la comedia negra, el thriller y el drama sin dejar de ser entretenida en ningún momento, dejando cabida para un comentario político muy estremecedor sobre los vicios del capitalismo y las diferencias entre las clases sociales.



Lee la crítica 


1. El irlandés






Después de esperar todos esos años, finalmente vi 'El irlandés', estrenada recientemente en la plataforma de Netflix. Y estoy tratando de disimular el impacto que me ha causado. Es una obra monumental sobre la postrimería del gánster norteamericano, la consagración culminante del tríptico de Scorsese iniciado por 'Buenos muchachos' y continuado por 'Casino'. Sin duda, la mejor película del año.

Sinopsis: El condado de Pei (Peixian) está bajo la administración de un rey salvaje y peligroso. El comandante militar de su ejército, aunque ha demostrado su valía en el campo de batalla, se ve forzado a emplear toda clase de sucias estratagemas para poder sobrevivir a las traiciones que se suceden en la corte del rey. Para ello ha creado una "sombra", un doble que es capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos cuando la situación lo requiere. Cuando el rey y el comandante deciden asediar la ciudad amurallada de Jing, comenzará un combate sin igual que sacudirá los cimientos de la corte de Peixian.


Ficha técnica
Título original: Shadow (Ying)
Año: 2018
Duración: 1 hr 56 min
País: China
Director: Zhang Yimou
Guion: Zhang Yimou, Wei Li
Música: Lao Zai
Fotografía: Zhao Xiaoding
Reparto: Deng Chao, Sun Li, Ryan Zheng, Guan Xiaotong, Wang Qianyuan,
Calificación: 7/10

Crítica breve de la película


La nueva epopeya wuxia de Zhang Yimou, titulada 'Sombra', representa para mi gusto por las artes marciales, una película fascinante que no deja de asombrarme en todo el trayecto con su trama de lealtad, traición y poder. Su estilo formal me recuerda otras épicas del director como 'La casa de las dagas voladoras' y su obra maestra, 'Héroe'; aunque apuesta por un tratamiento visual más grisáceo y atmosférico. Se ambienta en un pasado remoto y cuenta la historia de Ziyu, un comandante de gran reputación que, luego de perder un duelo contra el infame general Yang Cang y permitir la caída de la importante ciudad de Jingzhou en manos del reino de Yang, ha quedado en desgracia y vive entre las sombras elaborando una estrategia militar para recuperar el control y derrotar al megalómano monarca Peiliang utilizando un doble que ha entrenado con el fin de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos. En medio de esa situación, el argumento consigue intrigarme cuando esos reyes y generales se mantienen en un equilibrio delicado entre la guerra y la paz, entre las mentiras y las verdades, en unas escenas que despliegan la meticulosa estética del realizador: planos ralentizados, grandes planos generales que magnifican el paisaje absorbente y las legiones de soldados, la música diegética extraída de las cuerdas del guqin que enuncia estados emocionales, los tonos de color en blanco y negro que ilustran la eterna interacción entre la luz y la oscuridad que rodea los personajes, las delirantes coreografías de las secuencias de combate, el elegante diseño de vestuario y los portentosos decorados que añaden sustancia a la puesta en escena. Todo está afinadamente sincronizado. Tiene buenas actuaciones de Deng Chao, Sun Li y Zheng Kai. Me parece acertado su discurso filosófico taoísta. Aunque puede resultar previsible en momentos minúsculos, no deja de ser una película espléndida, un espectáculo del maestro chino.



Streaming en:






En mi crítica de esta semana hablo de 'Un día lluvioso en Nueva York', la nueva película de Woody Allen.





Todavía recuerdo la polémica que desató la película reciente de Woody Allen titulada ‘Un día lluvioso en Nueva York’. Comenzó cuando Amazon Studios violó la cláusula contractual para detener el lanzamiento de la película en los Estados Unidos, debido a la controversia desatada por el supuesto caso de acoso sexual en contra del director señalado nuevamente por el vigente movimiento Me Too. Allen presentó una demanda millonaria contra Amazon citando que no había cumplido con las obligaciones contractuales de lanzar la película según lo pactado originalmente, alegando que el estudio había abandonado la película por razones que, como bien sabemos, tienen su raíz en la corrección política. Por suerte la acción legal se resolvió y Allen consiguió los derechos de distribución para el mercado internacional, pero la mancha indeleble dejada por los guardianes de la moral hizo posible que se ganara el rechazo de unos cuantos actores de la película, que terminaron donando su salario para limpiar su imagen.


Afortunadamente, ese suceso ha permitido que la película se estrene por estas aguas latinoamericanas. La he visto pensando que, a pesar de la controversia, se trataría de una cinta atrayente que devolvería la estética de Allen a su período clasicista. Pero veo que me equivocaba. Como comedia romántica tiene algunos momentos fugaces con los tropezones de los protagonistas que se esconden en la lluvia, así como también un precioso estilo visual que retrata la ciudad de Nueva York con la luminosidad de Vittorio Storaro, unos decorados preciosos y una música que adorna las nostálgicas escenas, pero carece de la gracia, del sentido de ironía y de la emoción que se encuentra en otros trabajos del realizador rodados en la metrópoli que nunca duerme. Presiento los clichés que solo sirven para presentar una radiografía satírica sobre el mundo del espectáculo y los dilemas amorosos que adornan la cotidianidad de unos burgueses que tienen la vida resuelta, en un cuento melodramático que roza lo superficial.




Elle Fanning y Timothée Chalamet. Imagen cortesía de Perdido Productions.


La historia de la película describe la vida de un joven llamado Gatsby Welles (Timothée Chalamet), quien es un estudiante muy inteligente proveniente de una familia aburguesada que estudia en el Yardley College y que no está muy contento con su estadía en la universidad ni con el rumbo que toma su existencia. La única razón por la que asiste es porque su prometida quiere terminar su carrera de periodismo en dicha facultad. Posee también unos conocimientos agudos en materia de filosofía, literatura y arte, cosa que presume en los diálogos que sostiene con su novia Ashleigh (Elle Fanning). Su hastío del mundo esnobista al que pertenecen sus padres lo rectifica con ánimos de rebeldía jugando póker en lugares clandestinos. Como Ashleigh tiene pensado viajar a Manhattan para entrevistar a un reputado cineasta llamado Roland Pollard (Liev Schreiber), Gatsby se propone acompañarla con el dinero que se ha ganado para que puedan reanimar su romance visitando los museos, las calles y todo lo relacionado al ámbito cultural de la ciudad de Nueva York.



Jude Law, Elle Fanning y Liev Schreiber. Foto de Perdido Productions.


A partir de ese momento, una llovizna que se amplifica en todas las escenas y un montaje de tiempos alternativos separa a Gatsby y a Ashleigh por la urbe neoyorquina, en una serie de infortunios aparentemente superficiales que los coloca en una vorágine de prejuicios, decepción, coqueteos y celos. 


Ashleigh, la precoz e ingenua muchacha que anhela secretamente pertenecer al círculo de las celebridades, atestigua la insatisfacción del depresivo Pollard que ve como un desilusionado el corte de su película en una sala de cine, consuela al guionista judío Ted Davidoff (Jude Law) cuando este sorprende a su esposa que les infiel con su mejor amigo, y cuando coquetea y se resiste ante los encantos de la superestrella latina del cine Francisco Vega (Diego Luna). En cambio, el solitario Gatsby solventa su crisis existencial divagando por las calles neoyorquinas, participando en la filmación del cortometraje de un colega en el que conoce a la hermana de su ex pareja llamada Shannon (Selena Gómez), tocando en el piano una canción de Frank Sinatra frente a la atractiva Shannon, paseando con Ashleigh por un pasillo del museo decorado con cuadros impresionistas, desilusionándose al pensar que Ashleigh le ha sido infiel, y hasta contratando a una cotizada y bellísima escort de nombre Terry (Kelly Rohrbach) para que lo acompañe fingiendo que es Ashleigh en la lujosa fiesta privada en la mansión de sus padres. 



Selena Gomez y Timothée Chalamet. Imagen de Perdido Productions.


Con estos personajes, muchos de los cuales reflejan una efigie intrínseca de Allen, se consigue lecturas socioculturales sobre la naturaleza de la especulación y la manera superflua en que los medios y las personas perciben la cosificación de la mujer confundiendo la candidez con la atracción sexual. El recelo es el hilo conductor de una percepción equívoca, del hecho que se percibe como auténtico cuando es completamente ilusorio. Y se demuestra por la presencia de la bella Ashleigh (vestida con un color azul pastel que dulcifica su personalidad) cuando despierta los caprichos de esos hombres ligados al orbe cinematográfico y en varios instantes sucumbe ante los recovecos morales que la comprometen y que arruinan su relación sentimental con el muchacho neurótico de vocabulario intelectual, aunque en última instancia ayuda a corregir las inseguridades de todos. Ashley es vista como un objeto del deseo que evoca tensión sexual, a pesar de que se intente ocultarlo debajo de una inocencia calculada y no llega a acostarse con nadie. Tema muy presente en la filmografía alleniana que, en esta ocasión, es disimulado cuando se condena cualquier intento de seducción. Es por esa razón que el rol secundario de Ashleigh cobra mayor fuerza que el de Gatsby.   



Elle Fanning y Timothée Chalamet. Imagen de Perdido Productions.


La película estructura esas situaciones recurriendo a una capa de coincidencias que, inútilmente, lastra el relato hasta el punto en que lo sorpresivo se vuelve reiterativo, favoreciendo una exposición narrativa que depaupera el desarrollo de los personajes y los convierte en figuras vacías de plástico que solo ofrecen una verborrea esnobista en circunstancias triviales que complementan el anacronismo. Se despliega, no obstante, bajo el aguacero que simboliza la melancolía y las preocupaciones algo banales de unos personajes que ignoran su posición social. Son como gotas que caen al vacío para renovarse y revitalizar su esencia, tal y como lo hacen Gatsby y Ashleigh al esclarecer sus sentimientos en una ruptura afectiva frente al reloj Delacorte del zoológico de Central Park. La lluvia omnipresente es una metáfora que cura todas las penas.  


La película tiene buenas intenciones con los personajes interpretados por esos actores de lujo, aunque solo se destaque la expresiva Elle Fanning por encima del resto (el Chalamet es insípido, no tiene carisma). Recurre a una elegante lente de Storaro para golpear los rostros de los personajes con una iluminación que resalta contrastes emocionales y que embellece cada rincón mundano de la Gran Manzana. Es notable el uso del plano de dos, las múltiples referencias culturales de grandes artistas (Virginia Woolf, F. Scott Fitzgerald, Mark Rothko, Auguste Rodin, Ingmar Bergman, Akira Kurosawa) y las similitudes con otras películas del universo de Allen. Pero no me parece que haya algo encantador ni gracioso en su fábula amorosa sobre unos millennials esnobistas que se encuentran alejados de la sociedad actual. Todo se queda medianamente delineado. Fácilmente entra en su catálogo de cintas mediocres. 



Streaming en:



Ficha técnica
Título original: A Rainy Day in New York
Año: 2019
Duración: 1 hr 32 min
País: Estados Unidos
Director: Woody Allen
Guion: Woody Allen
Música: variada
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber,
Calificación: 5/10


Tráiler de la película 





Me atrevo a decir que, 'In Fabric', la nueva película del director británico Peter Strickland, posee cierta originalidad cuando utiliza mecanismos formales particulares para darle un giro revisionista al género del terror de serie B encontrado en los años setenta. Incluso veo referencias al estilo de horror giallo de Argento o al onirismo del cine de Maddin. Pero su problema fundamental radica en que la narrativa no consigue tener la fuerza necesaria para que sus personajes escapen de la superficialidad durante dos largas horas de metraje. Son solamente presentados como títeres que penden de un hilo expositivo para sustentar un comentario social sobre las trampas del consumismo, la sexualidad reprimida y las banalidades materiales que esclavizan al hombre posmoderno. El discurso se presenta inicialmente con la historia de Sheila, una mujer soltera que vive con su hijo en un pequeño apartamento, que se la pasa rondando las estanterías de tiendas por departamento. Un día, Sheila se queda hipnotizada por un vistoso vestido rojo que venden en rebaja en un almacén inglés y lo compra para usarlo hasta que se desgaste, aunque desconoce el hecho de que una terrible maldición acecha a cualquiera que se lo ponga. Toda gira en torno a ese vestido maldito de color rojizo. En ese punto es que Strickland libera sus semblantes estéticos: una iluminación barroquista, el uso calculado del color, el simbolismo desmesurado, un leitmotiv estridente, un collage de fotogramas congelados, personajes huecos con diálogos inertes, un giro innecesario, una serie de planos alucinógenos y un efectismo fantasmagórico sin ningún tipo de brío emocional. Aunque son elementos correctos para lo que describe el argumento, llega un punto donde me deja de interesar lo que le pase a cualquier personaje. Me olvido rápido de las actuaciones. Es una película regular, presuntuosa y poco aterradora, en la que abunda el estilo, pero se ausenta la sustancia.



Streaming en:



Calificación: 6/10


Encuentro algunas cosas interesantes en el tratamiento formal de The Souvenir, el cuarto largometraje de la directora británica Joanna Hogg, aunque en el trayecto su aparato narrativo me produce una indiferencia que me aleja, lentamente, de las situaciones personales de la protagonista. Habla de las experiencias de una estudiante de cine llamada Julie. Julie conoce a un tipo misterioso que se llama Anthony, con el cual tiene una relaciona amorosa que, con el paso de los días, se vuelve tóxica y amenaza con desequilibrar sus límites de tolerancia y de sacrificio. Por momentos, tolero esas escenas en las que el uso adecuado de la elipsis presenta la cotidianidad de la pareja, cuando hacen el amor escuchando ópera, cuando respectivamente visitan a los suegros, cuando conversan sobre el cine y la política del thatcherismo en los restaurantes más lujosos que uno se pueda imaginar, o cuando atraviesan el período de tensión emocional. Pero luego agoto mi cuota de paciencia y deja de importarme en lo más mínimo la experiencia de esa muchacha aburguesada que tiene la vida resuelta. Todo le sale bien. Porque aparentemente en estos tiempos de corrección política es una orden sacerdotal colocar al hombre como un villano obsesionado para que la mujer, en su rol de víctima premeditada, se independice de las ataduras emocionales. Aunque el comentario de la independencia creativa de la mujer es acertado, me parece innecesario que sea la consecuencia de una relación afectuosa. Destaco la interpretación expresiva de Honor Swinton Byrne, la reconstrucción de la época de los ochenta, el metacine que describe el arduo proceso de la práctica cinematográfica, el meticuloso sobreencuadre presente casi siempre con el atrezo de los espejos (omnipresentes en casi todos los planos) que simboliza los estados de ánimo y la incomunicación afectiva de la falsa unión conyugal. Es una película de estética depurada, pero es indulgente y poco conmovedora.



Streaming en:



Calificación: 6/10




Sinopsis: Un hombre dibuja una caricatura, que a continuación interactúa con su creador.


The Enchanted Drawing es una película muda de 1900 dirigida por J. Stuart Blackton. Es mejor conocida por contener las primeras secuencias animadas grabadas en una película estándar, lo que ha llevado a Blackton a ser considerado el padre de la animación estadounidense.


Ficha técnica
Título original: The Enchanted Drawing
Año: 1900
Duración: 1 min 30 seg.
País: Estados Unidos
Director: J. Stuart Blackton
Guion: J. Stuart Blackton
Música: Muda
Fotografía: J. Stuart Blackton
Reparto: J. Stuart Blackton
Calificación: 8/10

Mira la película completa

'High Flying Bird', el drama deportivo de Soderbergh, es la primera de las dos películas del director estrenadas en el 2019 para la plataforma de Netflix. Supone otra proeza formal al filmarla con la cámara de un iPhone 8, luego de la perturbadora 'Unsane'. Y creo que solo se destaca por eso: los planos interesantes que consigue con semejante aparato, porque a decir verdad, no encuentro nada cautivador en la historia que presenta, ni en los personajes ni en las situaciones que atraviesan para solventar una crisis que, en mi opinión, carece de profundidad cuando parlotean sobre los problemas corporativos presentes en el mundo del baloncesto profesional de la NBA. Su argumento sitúa la acción durante el famoso 'lockout' de la NBA, en donde un agente deportivo, Ray Burke, propone a su cliente, el novato, Erick Scott, una oportunidad comercial que puede catapultar su carrera y cambiar el modelo de negocios con los jugadores novicios que ingresan a la liga. Ellos dialogan demasiado y al rato me canso de lo que dicen. Son unos protagonistas huecos, carentes de desarrollo, trazados para abordar un discurso político que se queda a medias retratando la fuerte barrera que separa a las superestrellas del baloncesto y los ejecutivos inescrupulosos que administran el negocio manipulando desde las sombras las decisiones financieras. Momentáneamente, ofrece también un estilo casi documental que sustenta el discurso con las anécdotas, muy personales, de atletas populares de la NBA como Karl-Anthony Towns y Donovan Mitchell, además de múltiples referencias sobre la historia del baloncesto que tanto amo. Tiene actuaciones aceptables de André Holland, Melvin Gregg y Zazie Beetz, aunque no hay ni una escena en la que se destacan por su registro dramático. Pero no veo más nada. Es una película con buenas intenciones, pero su sentido de urgencia se pierde como un balón fuera de la cancha.



Streaming en:



Calificación: 5/10


En un principio, esta película de Winterbottom consigue intrigarme con la historia de un misterioso hombre musulmán británico que viaja a la India para buscar algo, pero a partir de la segunda mitad la película se pierde como un turista sin pasaporte, abandonando el sentido de intriga y el misterio para ceder el paso a un relato amoroso convencional que, si no me equivoco, le resta coherencia textual y narrativa a lo que presenta. De hecho, no hay casi nada que se pueda extraer de la crónica, exceptuando la especulación y las posibilidades limítrofes del pasado de los personajes. Cuenta la historia de Jay, un individuo con muchos secretos (posiblemente un agente de inteligencia) que divaga por la India para asistir a una boda equipado con una pistola, un pasamontañas y un plan para secuestrar a la futura novia que necesita tener de rehén para que la trama avance. Cuando sucede el secuestro me percato de inmediato de la exposición programada que pone a los personajes a merced de la predictibilidad, porque hay muy poca profundidad en sus motivaciones. Su desarrollo es hueco. No me convencen las actuaciones de Dev Patel y Radhika Apte, los personajes que interpretan carecen de fuerza y terminan siendo acartonados cuando comienzan la gira turística por las calles de Nueva Delhi. El comentario sobre la emancipación de la mujer atada al orden patriarcal es acertado, discreto, pero me resulta minúsculo por la falta de textura dramática de las situaciones presentadas y la brusquedad genérica entre el thriller de cabecera y un drama que apenas funciona. Aunque mantiene un ritmo muy fluido y algunos planos atrayentes que capturan las atmósferas de las locaciones urbanas de la cultura india, el resultado final no me parece emocionante y lo que veo lo absorbo con indiferencia.



Streaming en:



Calificación: 5/10



La nueva película de Jarmusch ofrece, a mi parecer, una revisión del subgénero de terror de zombis, con el estilo particular que lo caracteriza: los personajes poco entusiasmados, el humor lacónico, los diálogos cargados de ironía, situaciones esperpénticas. El comienzo es prometedor. Pero por alguna razón carece de resonancia emocional, encuentro ausente esa cosa tan necesaria que llaman fuerza. Trata la historia de unos pueblerinos en la pequeña localidad estadounidense de Centerville que deben lidiar con un ejército de muertos vivientes. El grupo está encabezado por tres oficiales de policía, un ermitaño vagabundo, un granjero 'white trash' conservador, una rubia muy rara entrenada en el arte de la katana y varios jóvenes sin relevancia que solo sirven para quemar metraje. El reparto lo encabezan figuras como Bill Murray, Adam Driver, Chloë Sevigny, Tilda Swinton, Danny Glover, Tom Waits, Steve Buscemi y hasta un breve Iggy Pop. Y me sorprende ver a tan buen reparto desperdiciado por una exposición narrativa que solo utiliza a los personajes que interpretan como títeres para corroborar un comentario pesimista sobre los males de la sociedad norteamericana (y quizá también al mundo entero), lugar en el que los muertos vivientes simbolizan la decadencia social, el consumismo, las trivialidades de la cultura pop, las inclinaciones políticas y todas esas cosas que manipulan la vida del hombre posmoderno. El texto se desarrolla a través del laconismo de los diálogos y de un rico mecanismo compositivo del encuadre. El problema fundamental es que lo reitera una y otra vez sin la mínima decencia de darle alguna profundidad a las motivaciones de unos protagonistas que, rompiendo los esquemas metaficcionales, se quedan impávidos ante lo que hay escrito en el mismo guion de Jarmusch. Aunque algunas escenas me entretienen mínimamente, no deja de ser una película superficial y algo hueca de Jarmusch sobre el subgénero de terror de zombis.



Streaming en:



Calificación: 6/10




Este drama, dirigido por el director irlandés Paddy Breathnach, está elaborado con una simplicidad que, por momentos, lo hace interesante al examinar la profunda crisis socioeconómica de vivienda que azota Dublín, pero la narración pierde fuerza. Describe la problemática habitacional a través de los ojos de una mujer que se llama Rosie y que vive en condiciones de hacinamiento con su esposo y sus cuatro hijos en un pequeño carro pintado de un color azul que simboliza el entendimiento, la protección y la tristeza. Los altos costos de vivienda han incrementado su nivel de empobrecimiento. Como su marido es el único que trabaja, Rosie debe cuidar a su familia para garantizar algún tipo de calidad de vida con lo poco que tienen, consiguiendo trabajos rutinarios y divagando por las calles de la ciudad buscando hoteles baratos para poder quedarse. La difícil situación se encuadra con un realismo social cercano al cine de Loach o de los hermanos Dardenne, en donde una cámara en mano sigue a la preocupada Rosie por las vías de la desdicha. Es certero el uso del primer plano y del plano medio. La actuación de Sarah Greene es muy creíble cuando se mete en la piel de esa mujer que lo sacrifica todo para que su familia pueda sobrevivir a un sistema que disfruta la desigualdad social. Pero encuentro un problema fundamental. A pesar de todo eso, no me conmueve tanto el asunto abordado, sobre todo porque todo luce muy colocado para que los personajes sean utilizados como marionetas al servicio del victimismo y puedan corroborar el material de denuncia sobre las personas sin hogar. Al texto le falta profundidad. Y la narrativa, aun con su sencillez, carece de impacto emocional. Empatizo muy poco con la miseria de los personajes. Por lo menos, el final incierto es coherente. Es una película pasable, con su mirada buenista de carácter progresista.



Streaming en:



Calificación: 6/10




La película más reciente de Linklater, titulada 'Where'd You Go Bernadette', tiene un arranque prometedor con la historia de la arquitecta que atraviesa una crisis creativa, pero en la segunda mitad la narración pierde fuerza hasta remover toda la capa emotividad y dejarme tan frígido como un pedazo de hielo. La arquitecta se llama Bernadette y es una mujer que vive como una reclusa en la ciudad de Seattle al lado de su esposo y de su hija de 15 años llamada Bee. Es víctima de la ansiedad y de una depresión que la mantiene bajo una paranoia que le impide relacionarse con las personas, además de su aparente obsesión con el anonimato (signo evidente con las gafas de sol que casi nunca se quita). El ambiente en la enorme casa en la que vive es tétrico, descuidado y el decorado parece sacado de una película de terror. La misantropía de Bernadette llega a su límite el día que desaparece inesperadamente y su familia, angustiada, se embarca en un viaje para dar con su paradero y resolver el misterio que rodea su vida. A partir de ese ligero golpe de efecto, la película descuida su norte y la profundidad del personaje (que se encuentra atrapada por el pasado) se esfuma para terminar siendo tratada como una marioneta al servicio de la condescendencia. Y todo le sale bien en su catártica aventura para corroborar un comentario sobre la independencia femenina y los claroscuros del artista. El estilo de falso documental ayuda por momentos a comprender las manías de Bernadette. La actuación de Cate Blanchett es muy creíble como la creadora de comportamiento errático que anhela un equilibro emocional para abandonar el individualismo que se lo imposibilita. Pero ni siquiera la interpretación de Blanchett es suficiente para que el drama presentado tenga una solución cohesiva. Al final resulta algo convencional. Es una película menor de Linklater.



Streaming en:



Calificación: 6/10



No sé lo que pensaba el director australiano Stephan Elliott y todos los involucrados en la producción de 'Swinging Safari', pero no negar el hecho de que su película me hace perder el tiempo viendo el disparate que presenta. Es una película descomunalmente mediocre, insulsa en potencia y sin nada de gracia que utiliza la comedia y una narrativa muy pobre para abordar temas sobre la nostalgia, la familia y la adolescencia. Es tan mala que me siento como Sherlock Holmes investigando una cloaca. Y no encuentro nada en el fondo. Mínimo hay que estar bajo una fuerte dosis de sustancias psicotrópicas para apreciarla. Ya nada me sorprende. La historia, ciertamente autobiográfica, se ambienta en los años 70 y describe la vida de un adolescente que llega a la mayoría de edad en un pequeño pueblo australiano durante un tiempo en el que la locura, la rebeldía y la revolución sexual está en pleno apogeo. Con una voz en off, el muchacho narra los acontecimientos (siendo adulto), que incluyen las ocurrencias de él y sus amiguitos mientras se la pasan filmando películas caseras en super-8 para homenajear el género slasher, las atrevidas fiestas que celebran las familias, las orgías festivas de los padres y los vecinos que celebran, la pérdida de la inocencia, la llegada de ballena azul del tamaño de Australia que es arrastrada a la orilla de una playa local y un sinnúmero de situaciones que me importan un carajo. Es de notar que la ballena podrida simboliza la decadencia social y el estancamiento de una generación, razón en la que se sustenta las motivaciones de unos personajes acartonados con los que veo actores reconocidos (incluyendo a Guy Pearce) desperdiciando su talento. Solo se destaca el vestuario y el colorido estilo visual que meticulosamente reconstruye la época. Todo lo demás es un tostón que me resulta infumable.



Streaming en:



Calificación: 2/10




En mi crítica de esta semana hago un análisis breve de 'Historia de un matrimonio', la nueva película de Noah Baumbach.





Mi historia con el cine de Noah Baumbach es como la de un matrimonio destruido por diferencias irreconciliables. Sus películas me parecen autoindulgentes y artificiosas. Me topé con su estilo por pura casualidad hace muchísimos años atrás, al leer los comentarios elogiadores de los críticos y comentaristas que caían rendidos ante las películas de este señor, como si se tratara del realizador más prodigioso de una generación. Mientras veía esas películas, me preguntaba qué es lo que tiene de especial que te relaten una y otra vez la cotidianidad, los problemas familiares y las relaciones de gente insufrible en la ciudad de Nueva York. Entiendo que la reiteración puede ser un verdadero tostón, sobre todo porque no hay que ser tonto para darse cuenta de que algunas de las historias que pone en pantalla casi siempre tienen un carácter semi-autobiográfico. La única razón por la que siempre regreso a su filmografía se debe a la esperanza que me mantiene sujeto a encontrar la película de este cineasta que, en mi opinión, pueda conmoverme. Todavía sigo esperándola.


Algo similar me ha pasado recientemente viendo la nueva película de Baumbach estrenada en Netflix, titulada Historia de un matrimonio, la cual han vendido como una cinta monumental, con una llovizna de elogios que la catalogan como una película “excelente” y una “obra maestra”. Pienso seriamente que vi otra película o que se equivocan. Lo que veo es regular. Tiene un arranque satisfactorio planteando las raíces de una ruptura conyugal a la que se enfrenta una dupla conformada por un director de teatro y una actriz. Habla del desamor, de las heridas anímicas del pasado, de la cuota de tolerancia, de la lucha por el resguardo del chiquillo, del papeleo de los abogados oportunistas dentro de un sistema penal intolerante, del difícil proceso de divorcio, de las disputas conyugales, de unos padres que lamentan en el fondo que el rompimiento afecte a su pequeño inocente. Goza de una banda sonora de Randy Newman que busca ser empática, diálogos veraces que en ocasiones se extienden innecesariamente y unas actuaciones de gran registro dramático de Adam Driver y Scarlett Johansson. Pero, sorprendentemente, a pesar de contar con esos elementos que aportan cierta sustancia al relato, no logro emocionarme por la tragedia de Charlie y Nicole y mi interés se reduce a escenas minúsculas.




Adam Driver, Scarlett Johansson y Azhy Robertson. Imagen cortesía de Netflix.


Escrita con un guion de Baumbach, la película comienza describiendo la vida de Charlie (Adam Driver) y de Nicole (Scarlett Johansson) a través de una secuencia que relata lo que piensan mutuamente con una voz en off. Charlie describe a Nicole, una ex actriz de cine adolescente, como una mujer condescendiente que escucha a los demás, una ciudadana ejemplar, siempre dispuesta a ayudar en las etapas familiares más dificultosas y a ser amable con sus seres queridos. Creció en Los Ángeles, rodeada de actores y directores de películas y series de televisión, algo en lo que no le fue tan bien y terminó haciendo teatro con él. Es una madre que quiere mucho a su vástago y nunca se cansa de jugar con él. Es una persona competitiva, afectuosa y sincera.


Por otra parte, Nicole narra que lo que adora de Charlie es su temperamento imperturbable, la tenacidad que le permite obtener lo que quiere, la impaciencia que tiene para lidiar con situaciones y hasta para comer adecuadamente una rebanada de pizza, la emotividad que lo pone a derramar lágrimas con facilidad. Viene de una familia disfuncional y empezó desde abajo. Es un hombre organizado, meticuloso y autosuficiente, propenso a tolerar todos los cambios de ánimo de Nicole, que adora muchísimo ser papá y compartir con su hijo Henry (Azhy Robertson), pero sobre todo aprecia su vocación de director teatral.



Nicole (Scarlett Johansson) y Charlie (Adam Driver). Foto de Netflix.


A partir de esa descripción, el argumento de la película se dedica, única y exclusivamente, a retratar las causas y las consecuencias del período de separación de esa pareja que ya no sabe lo que es el sexo, en escenas que incluyen la mudanza de Nicole y de Henry a la casa de la abuela en la ciudad de Los Ángeles, la permanencia de Charlie en Nueva York para elaborar una obra en Broadway, la lacrimógena confesión de Nicole ante la manipuladora abogada Nora (Laura Dern) que desea saber cómo era la relación con Charlie, la entrega de los documentos de divorcio con la ayuda de la madre y la hermana de Nicole, un diminuto momento intimista para dormir al niño, la hilarante reunión de Charlie con el descarado y costoso abogado Jay Marotta (Ray Liotta), los instantes de Charlie compartiendo con Henry durante Halloween, la atrayente contienda judicial entre los abogados que trabajan en el pleito de disgregación, la discusión amistosa en el departamento de Charlie que se convierte en una amarga porfía de más de diez minutos, escenas que se repiten y, finalmente, la victoriosa custodia del niño en manos de la madre que se separa exitosamente del padre.



Scarlett Johansson, Azhy Robertson y Adam Driver. Imagen cortesía de Netflix.


Con las circunstancias que atraviesan los personajes principales, Baumbach (que anteriormente ya había tratado el divorcio en su película Historias de familia) traza un estudio sobre el matrimonio desde la óptica de la compasión, la paciencia y la aflicción, utilizando el divorcio como objeto de distracción.


Los personajes que exhibe actúan en casi todas las escenas como una familia con un fuerte vínculo afectivo, cuya unión es amenazada luego por la desconfianza y el desprendimiento afectuoso. El equilibrio se refleja también por la aparente desesperación que disimulan para mantener la calma y el dolor intrínseco que los resquebraja al comunicar que todavía se siguen queriendo como esposos. Ambos sufren en silencio. La culpa de separarse no hace feliz a Charlie ni a Nicole, porque desean con todas sus fuerzas que la disolución termine de otra forma, aunque al final lo aceptan como tal sin remordimientos. Ofrecen momentos que poseen sustancia dramática. Pero la teatralidad de la puesta en escena obstruye el naturalismo, convirtiéndolos en marionetas al servicio de un histrionismo calculado.

 

Laura Dern como Nora y Scarlett Johansson como Nicole. Imagen pertenece a Netflix.


Baumbach encierra subtextos que manifiestan las permutas en el negocio del matrimonio, en una sociedad donde, aparentemente, se recurre a la cultura del victimismo y se sanciona al hombre posmoderno, simbolizado por el fracaso de Charlie como padre y el ascenso de Nicole como actriz y como madre. Aunque mayormente expone los claroscuros de Charlie y Nicole, su discurso propone que los roles se han invertido y que la mujer contemporánea se ha emancipado del orden patriarcal de antaño, controlando su destino y catalogando al marido compasivo como un inepto que depende de ella.


La lectura enuncia que Nicole, apoyada por las destrezas manipulativas de una abogada inescrupulosa, consigue vengarse de lo que le ha hecho Charlie (por el adulterio que cometido con la asistente de dirección) en una confrontación legal resuelta en los tribunales, dejándolo como una víctima al quedarse con el niño y al obligarlo a viajar desde Nueva York hasta Los Ángeles para estar cerca de él. El triunfo de Nicole se traduce en desdicha para Charlie, que se lamenta rompiendo paredes. Pero, irónicamente, significa la igualdad de condición para los dos.



Imagen cortesía de Netflix.


La película, que está basada parcialmente en las experiencias del divorcio que tuvo Baumbach con Jennifer Jason Leigh, adquiere un balance aceptable entre el drama, el romance y una comedia plana que solo percibo cuando están los divertidos abogados interpretados por Liotta y por Dern. Subrayo su acertado uso del color para encerrar significados emocionales, el sobreencuadre que manifiesta la incomunicación entre dos personas, los fundidos a negro que resaltan el paso del tiempo, el primer plano que encuadra el desconsuelo y las correctas interpretaciones de Driver y Johansson, como esa pareja atormentada que destruye su propio núcleo matrimonial. Sin embargo, siento que lo que puntualiza lo he visto antes. La prolongada duración de los planos me fatiga. La supuesta paradoja amorosa, contada desde el punto de vista del marido solitario y de la esposa angustiada, me deja indiferente. El resultado me parece superficial, previsible y poco emotivo. Hubiese preferido la versión de los abogados.



Streaming en:




Ficha técnica
Título original: Marriage Story
Año: 2019
Duración: 2 hr 16 min
País: Estados Unidos
Director: Noah Baumbach
Guion: Noah Baumbach
Música: Randy Newman
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Scarlett Johansson, Adam Driver, Laura Dern, Azhy Robertson, Alan Alda,
Calificación: 6/10


Tráiler de la película 



Sinopsis: Dos hermanas se reencuentran después de mucho tiempo separadas. Una regresa por el delicado estado de salud de su padre, mientras que la otra pretende que nada ha cambiado. Junto a la madre, las tres se verán obligadas a reconstruir el pasado y a enfrentar los desafíos que aparecen en el presente.


Ficha técnica
Título original: La quietud
Año: 2018
Duración: 1 hr 57 min
País: Argentina
Director: Pablo Trapero
Guion: Pablo Trapero, Alberto Rojas Apel
Música: Papamusic
Fotografía: Diego Dussuel
Reparto: Bérénice Bejo, Martina Gusman, Edgar Ramirez, Graciela Borges, Joaquín Furriel
Calificación: 7/10

Crítica breve de la película


Este drama argentino dirigido por el provocador Pablo Trapero me seduce y me impacta con la historia de las hermanas pertenecientes a una familia aburguesada que esconde secretos escabrosos. Comienza con el accidente cerebrovascular del avejentado patriarca, donde las hermanas, Mia y Eugenia, se reúnen con su madre Esmeralda para enfrentar la difícil situación. La junta de las tres mujeres tiene lugar en una lujosa hacienda, pintada de un color rojo pasional y peligroso, ubicada en las afueras de la ciudad llamada "La quietud". En los interiores de la mansión, las mujeres se ven obligadas a confrontar los traumas emocionales y las confidencias de un pasado común vivido en la época de la dictadura militar argentina, revelando cosas como fantasías sexuales cercanas al incesto, el adulterio premeditado, embarazos no deseados, altercados emocionales entre la madre y las hijas, la confesión de una violación insospechada y las diabluras programadas por la madre y el padre durante tiempos políticos difíciles. Los sórdidos incidentes se van desentrañando con los diálogos y con escenas ejecutadas con una destreza formal que caracteriza el estilo de Trapero, con planos hermosísimos que transmiten el sentido de culpa de las protagonistas, una música extradiegética que refuerza estados de ánimo y sutiles plano secuencias que se desplazan con gran fluidez en algunas escenas (el del funeral es muy elegante). Me parece maravilloso el trabajo actoral de Martina Gusmán y Bérénice Bejo como las hermanas afectadas emocionalmente por las heridas familiares, y, sobre todo el de la veterana Graciela Borges como la madre que llora a discreción por todo el dolor intrínseco que ha acumulado con los años. Me creo la histeria, el desafecto, la ira, la tristeza y la venganza de esas protagonistas, la profundidad psicológica de sus personajes es creíble. Es una película de Trapero muy cautivadora sobre los vínculos afectivos de una familia disfuncional.



Streaming en:






Sinopsis: Un hombre no se queda quieto para tomarse una fotografía, colmando la paciencia del fotógrafo.


Ficha técnica
Título original: Chez le photographe
Año: 1900
Duración: 1 min 00 seg.
País: Francia
Director: Alice Guy-Blaché
Guion: Alice Guy-Blaché
Música: Muda
Fotografía: Alice Guy-Blaché
Reparto: 
Calificación: 7/10

Por más que admire y disfrute religiosamente el cine de Danny Boyle, no puedo remediar el hecho de que su última película, titulada 'Yesterday', me deje aburrido. La película, sostenida por los géneros de la comedia romántica y la música, construye una ucronía que, admito, es original, y el concepto me contagia en ciertas escenas, pero se vuelve un poco reiterativa. A la media hora siento que no va para ninguna parte. Escrita por un guion de Richard Curtis, narra la historia Jack Malik, un cantante y compositor que aspira a ser un gran músico para dejar de trabajar en un supermercado. Su amiga de toda la infancia, Ellie Appleton, lo alienta a no renunciar a sus sueños. Un día, Jack termina siendo atropellado por autobús luego de que un apagón global borrara también parte de la historia. Cuando Jack se recupera se da cuenta de algo más escabroso cuando, al cantar para sus amigos "Yesterday" de The Beatles, descubre que nunca han oído hablar de ellos. A partir de allí, se entrena en el arte del oportunismo (cualquiera que trabaje en un supermercado haría lo mismo) y comienza a componer las canciones de The Beatles para garantizar así su ascenso meteórico en la industria musical. La premisa puede parecer ingeniosa, pero deja interrogantes que solo sirven para complementar la fábula del absurdo y lecturas sobre los claroscuros de la fama, la atemporalidad de la música y las quimeras de los olvidados, abandonando de paso el desarrollo de los personajes para ceder el paso al relato convencional. La química entre Himesh Patel y Lily James es minúscula. El humor es muy blando. Algunos números musicales me parecen encantadores con las canciones los Beatles, al igual que algunos planos atractivos, pero la narrativa es tibia. Le falta la energía que caracteriza el estilo de Boyle.



Streaming en:



Calificación: 6/10



En esta lista repaso las mejores películas de la década estrenadas desde el año 2010 hasta el año 2019.



100 mejores películas 2010-2019


A pocas semanas de terminar la década, recurro una vez más a mis atrevidos criterios personales para subirme a la moda de hacer listas sobre las mejores películas de la década, algo que llevo haciendo durante varios años. El listado lo he organizado en orden de relevancia numérica. Comenzó con más de 1000 películas estrenadas en los últimos diez años que, con mucho entusiasmo, tuve la oportunidad de ver en mi sala de proyección personal y en los interiores de las salas de cine. Luego la selección se redujo a 80 películas. No estoy seguro de que por ahora la lista llegue a las 100 películas, pero con el tiempo se actualizará y se conseguirá la meta deseada.


Ahora que miro hacia atrás, me doy cuenta de que ha sido una década valiosísima que dejó grandes películas y que sembró las bases de una nueva transformación en la experiencia colectiva de ir al cine, sobre todo con la abundancia de contenido audiovisual desatado por las guerras del streaming que ha iniciado Netflix contra los gigantescos estudios de cine de Hollywood.


El panorama ha cambiado bastante y el cine se encuentra, como siempre, en un estado constante de evolución, pero a diferencia de las décadas pasadas, todo parece indicar que el ritmo con el que se mueven las tendencias es endiabladamente rápido. Es por eso que hoy en día las recomendaciones son más necesarias que nunca para que las películas memorables no se olviden con tanta facilidad.



Mi listado recopila las 80 mejores películas de la década estrenadas desde el año 2010 hasta el año 2019 (aunque lo que corresponde sería decir "decenio"). Está organizado partiendo de las listas anuales que redacto sobre las mejores películas de un año. No he utilizado otra cosa que mi controvertido sistema de evaluación, que sé de antemano que puede irritar a muchos cinéfilos kantianos que no estén de acuerdo con el resultado. Allá ellos.


La lista se actualizará periódicamente a medida que se añadan nuevas películas correspondientes a un año específico.


A continuación, mi listado:



01. Inception (2010)
02. The Social Network (2010)
03. Incendies (2010)
04. The Irishman (2019)
05. The Master (2012)
06. Boyhood (2014)
07. Toni Erdmann (2016)
08. Timbuktu (2014)
09. Coming Home (Gui Lai) (2014)
10. The Wolf of Wall Street (2013)
11. La La Land (2016)
12. Beasts of No Nation (2015)
13. Interstellar (2014)
14. The Girl With The Dragon Tattoo (2011)
15. The Revenant (2015)
16. Life Of Pi (2012)
17. The Hateful Eight (2015)
18. The Tree Of Life (2011)
19. La Grande Bellezza (The Great Beauty) (2013)
20. Shoplifters (Manbiki Kazoku) (2018)
21. Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives (Loong Boonmee raleuk chat) (2010)
22. The House That Jack Built (2018)
23. The Handmaiden (Ahgassi) (2016)
24. Under the Skin (2013)
25. Mad Max: Fury Road (2015)
26. Parasite (Gisaengchung) (2019)
27. Her (2013)
28. El abrazo de la serpiente (2015)
29. Kumiko, the Treasure Hunter (2014)
30. Roma (2018)
31. Victoria (2015)
32. Take Shelter (2011)
33. Before Midnight (2013)
34. Gett: the Trial of Viviane Amsalem (Gett) (2014)
35. Shutter Island (2010)
36. The Grand Budapest Hotel (2014)
37. Black Swan (2010)
38. The Favourite (2018)
39. Blade Runner 2049 (2017)
40. Cold War (Zimna wojna) (2018)
41. Son of Saul (Saul fia) (2015)
42. Zero Dark Thirty (2012)
43. Cloud Atlas (2012)
44. Capernaum (Capharnaüm) (2018)
45. 12 Years A Slave (2012)
46. Manchester by the Sea (2016)
47. Birdman or (the Unexpected Virtue of Ignorance) (2014)
48. Whiplash (2014)
49. Gravity (2013)
50. The Artist (2011)
51. Arrival (2016)
52. Omar (2013)
53. Tinker Tailor Soldier Spy (2011)
54. I, Tonya (2017)
55. Gone Girl (2014)
56. Spotlight (2015)
57. BlacKkKlansman (2018)
58. Jackie (2016)
59. True Grit (2010)
60. First Man (2018)
61. Hugo (2011)
62. Dheepan (2015)
63. Dunkirk (2017)
64. Snowpiercer (2013)
65. Sing Street (2016)
66. Once Upon a Time In... Hollywood (2019)
67. Mommy (2014)
68. Skyfall (2012)
69. Toy Story 3 (2010)
70. Captain Fantastic (2016)
71. Django Unchained (2012)
72. Captain Phillips (2013)
73. 127 Hours (2010)
74. Room (2016)
75. American Hustle (2013)
76. The King's Speech (2010)
77. The Man From Nowhere (Ajeossi) (2010)
78. The Dark Knight Rises (2012)
79. Hell or High Water (2016)
80. The Great Gatsby (2013)
81. The Raid 2 (Berandal) (2014)
82. Hunt for the Wilderpeople (2016)