Crítica breve de 'Lazos humanos' (1945)

Lazos humanos

La mirada que le dedico durante dos horas a Lazos humanos no supone para mí nada fuera de lo ordinario en la filmografía de Elia Kazan. La película refleja la sobriedad temprana del estilo de Kazan, pero su melodrama sobre la pobreza y el núcleo familiar me parece inconsistente y poco emotivo cuando reitera vagamente el mismo concepto sin ningún impulso dramático detrás de las acciones de los personajes. A pesar de todo se deja ver. Está basada en la novela homónima de Betty Smith y representa la ópera prima de Kazan como director de cine. Y relata la crónica de una familia pobre de inmigrantes irlandeses que pasa los días de inercia en un barrio de Brooklyn y sobrevive en condiciones bastante deplorables donde la escasez, el hambre y la falta de oportunidades está a la vuelta de la esquina. La trama estructura las peripecias de ellos de una manera reiterativa para señalar los conflictos intrínsecos que los atormenta: la dura madre se sacrifica por mantener la casa con su trato exigente, la hija inteligente y curiosa desea superarse leyendo libros, el hijo es un glotón travieso, y el padre es un señor afable y fracasado que esconde serios problemas de alcoholismo. Su comienzo es más o menos agradable, rodado por Kazan con una cámara que aprovecha las posibilidades del encuadre móvil y el gran plano general para capturar las inquietudes del vecindario, pero pasada la media hora me empiezo a aburrir de la desgracia calculada que recurre al sentimentalismo más fácil para mostrar, con un trato apologista, el lado oscuro de la pobreza que es ineludible, de los olvidados que están condenados a sobrevivir en una sociedad injusta donde la alegría y la desigualdad se contraponen como la luz y la noche. La puesta en escena teatral tiene un ritmo algo irregular ensamblando los episodios agridulces de la familia. Tengo la sensación de que lo que observo me lo han contado varias veces con un trato más realista y aterrizado. Pero al menos tiene buenas actuaciones del reparto, destacándose Dorothy McGuire como la madre responsable de carácter fuerte que anhela una mejor condición socioeconómica para su familia, Peggy Ann Garner como la niña idealista que es testigo de la pérdida de la inocencia, y también James Dunn como el padre alcohólico que detrás de la sonrisa oculta la infelicidad. En términos generales es un drama aceptable, tibio, diametralmente opuesto a lo mejor de su director.

Ficha técnica
Título original: A Tree Grows in Brooklyn
Año: 1945
Duración: 1 hr 47 min
País: Estados Unidos
Director: Elia Kazan
Guion: Frank Davis, Tess Slesinger
Música: Alfred Newman
Fotografía: Leon Shamroy
Reparto: Dorothy McGuire, James Dunn, Joan Blondell, Peggy Ann Garner
Calificación: 6/10




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