Crítica breve de 'La hija del engaño' (1951)

La hija del engaño
La hija del engaño es de una de esas películas de Buñuel que coloco, sin mucha prisa, en los clasificados de las más manidas de su etapa mexicana. La encuentro enormemente aburrida, en la hora y cuarto que dura su melodrama de dilemas familiares. Está basada en el sainete homónimo de los españoles Carlos Arniches y José Estremera, del que previamente Buñuel había sido guionista sin acreditar en otra adaptación española estrenada en los cines en 1925, y forma parte de las películas «genéricas» que realizaba por encargo, a cambio, por supuesto, de ese incentivo salarial que le ayudaba resolver su situación socioeconómica, como bien explica en su libro "Mi último suspiro". Narra la historia de Don Quintín, un hombre de negocios que se va de viaje por tren en una noche cualquiera, dejando a su esposa y a su hija recién nacida en la casa. El detonante comienza cuando la locomotora registra una avería y el protagonista regresa a su casa con su familia, donde descubre, para sorpresa suya, que su esposa le es infiel con otro hombre, en la cama que compró con tanto esfuerzo. Como es de esperar, el señor encolerizado saca un revólver de su gaveta y amenaza con matar a su esposa en un episodio de violencia doméstica, mientras el amante salta por la ventana para salvar su pellejo. Por una parte, Buñuel capta los delirios de ese hombre cuando duda de la paternidad de su hija y la abandona en la puerta de una familia pobre. Por la otra, ejecuta una elipsis con fundido a negro que marca el paso de 20 años, donde la hija abandonada se enamora de un galán que conoce en la carretera y discute con el padre que la ha adoptado, mientras el padre biológico, que ha pagado su manutención en secreto durante ese tiempo, decide salir a buscarla para subsanar la herida paternal que lo mantiene amargado. La farsa se construye alrededor de temas buñuelianos de antaño, como el adulterio, la obsesión, la culpa, el honor y el perdón; que sirven para esbozar las inquietudes que motivan a los personajes a andar por el pueblo en determinadas situaciones irónicas: el padre busca a su hija y la hija busca el afecto. También muestra a la sociedad mexicana típica de la época, en la que los hombres son temperamentales, machistas, alcohólicos y cargan consigo una pistola para resolver los líos a tiro limpio. Pero me temo que los episodios de su comedia son bastante superfluos porque, en efecto, todo sucede sin ritmo, de una manera acartonada y esquemática cuando surgen los conflictos del padre que desea encontrar a la hija perdida, con algunos huecos narrativos que no se justifican ni con la elipsis más obvia. Solo el gran Fernando Soler ofrece, en mi opinión, unos cuantos momentos como el padre hirsuto, irascible, de moral conservadora. Todo se resuelve de forma facilona, sin muchas complicaciones para clausurar el barullo de familia con la reconciliación de final feliz.

Ficha técnica
Título original: La hija del engaño
Año: 1951
Duración: 1 hr 16 min
País: México
Director: Luis Buñuel
Guion: Antonio Estremera, Luis Alcoriza, Janet Alcoriza
Música: Manuel Esperón
Fotografía: José Ortiz Ramos
Reparto: Fernando Soler, Alicia Caro, Fernando Soto, Rubén Rojo, Nacho Contla,
Calificación: 5/10

Crítica breve de la película 'La hija del engaño', dirigida por Luis Buñuel y protagonizada por Fernando Soler y Alicia Caro.


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