Crítica de la película «Piloto de pruebas» (1938)

Piloto de pruebas
Después de haber pasado un largo periodo sin revisar la filmografía de Víctor Fleming (siendo Tierra de pasión la última que recuerdo haber visto) regreso a esta con el visionado de Piloto de pruebas, una película que sirve como vehículo para reunir a tres de las estrellas de Hollywood más rentables de la época de los años 30: Clark Gable, Myrna Loy y Spencer Tracy. Por fuentes fidedignas también me entero de que estuvo nominada a Mejor Película en los Oscars, aunque no entiendo para qué. Como drama romántico tiene unas cuantas secuencias aéreas logradas con pulso, pero tengo la sensación de que Fleming no le inyecta el combustible necesario para que la aventura despegue por lo alto, quedando muchas veces en un círculo de escenas triviales en la que se habla más de lo necesario y la química del reparto se desploma del cielo sin paracaídas. El argumento se sitúa en un campo de entrenamiento de la Fuerza Aérea y sigue a un piloto imprudente llamado Jim Lane, el cual se ve obligado a aterrizar en una granja de Kansas luego de que su avión tuviera una falla mecánica en pleno vuelo, donde en tan solo un día termina enamorándose de una bella mujer llamada Ann y, entre otras cosas, relega las tareas de reparación de la aeronave a su mejor amigo y mecánico, Gunner. El arranque me resulta atrapante cuando el piloto experto se queda con la chica y provoca los celos del amigo que también se enamora de ella. Pero no pasa ni media hora cuando me veo asaltado por un aburrimiento que se prolonga, ante todo, por una narrativa baladí que mantiene a los personajes sujetos a una burbuja de situaciones redundantes en las que, por lo regular, reducen todo su aparato de acción a escenas a puerta cerrada sobre coqueteos, fidelidad, triángulos amorosos y prácticas aéreas que no van a ninguna parte y no suponen nada revelador más allá de las descripciones más superfluas que responden al héroe ordinario que se repone de los tropezones que da la vida (el alcoholismo, la infidelidad, el desempleo) para salvar el matrimonio con su esposa y la amistad con su colega. De alguna manera, solo me cautivan las secuencias aéreas de los aviones de prueba que realizan carreras acrobáticas y viajan por las nubes en contra de los vientos huracanados del peligro, montadas con ritmo y pulsaciones que me aceleran los latidos por minuto cuando menos lo espero. Los personajes de Loy y de Tracy me parecen unidimensionales y los olvido rápido. La música de Franz Waxman tampoco toca mi sentido del oído con sus melodías patrióticas. Solo Gable logra captar mi atención cuando interpreta a ese piloto enamoradizo, prepotente y terco que busca alcanzar la altitud de la responsabilidad, aunque en su camino todo suceda de forma facilona, en una actuación que proyecta su carisma y algunas señas dramáticas que son inesperadas (sobre todo en la trágica escena del clímax en la que se accidenta el bombardero). Lo demás no me provoca ninguna emoción significativa.

Ficha técnica
Título original: Test Pilot
Año: 1938
Duración: 1 hr 59 min
País: Estados Unidos
Director: Victor Fleming
Guion: Vincent Lawrence, Waldemar Young, John Lee Mahin
Música: Franz Waxman
Fotografía: Ray June
Reparto: Clark Gable, Myrna Loy, Spencer Tracy, Lionel Barrymore, Louis Jean Heydt,
Calificación: 5/10


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