Crítica de la película «El sur» (1983)

El sur
El sur es una película que, en esencia, se considera inacabada porque su director, Víctor Erice, contemplaba cubrir en la filmación de 81 días todo el material que había escrito en el guion original de más de 400 páginas basado en la novela homónima de Adelaida García Morales, pero, desafortunadamente, a los 48 días de rodaje su plan se detuvo cuando la producción fue suspendida por el productor antes de que se trasladaran al sur de España para filmar la segunda mitad (se dice que supuestamente hubo objeciones, de unos ejecutivos de Television Española que cortaron la financiación y no querían que se filmara allí por razones políticas). Yo, que desconocía a fondo esa anécdota, descubro tras el visionado que funciona adecuadamente en la hora y media que dura su asunto de familia. En su horizonte situacional, Erice la ilustra como un drama sobrio, lírico, hermoso, que encuentra su norte en una estética depurada con la que, sutilmente, dialoga sobre una infancia marcada por los claroscuros del período posguerra, a través del vínculo paternofilial entre una hija y su padre. Su argumento se desarrolla en los años finales del franquismo y narra la vida de una joven quinceañera llamada Estrella, que rememora con la voz en off los días de la infancia en que se muda con su padre y su madre a "La Gaviota", una casa situada a las afueras de una ciudad del norte de España, en cuyos interiores se revelan poco a poco los secretos que oculta su padre. Con un grado notable de intimismo, la narrativa, estructurada por un largo flashback, me atrapa por la manera en que Erice, con su particular ojo para narrar las cosas simples, opta por mostrar a puerta cerrada las costumbres de la familia, el comportamiento sinuoso del padre y la curiosidad de la niña cuando se obsesiona con el pasado de su papá, casi como si se tratara de una investigación freudiana que se erosiona en las conversaciones simbólicas sobre el péndulo, la visita de la abuela y la criada, la ceremonia de la primera comunión en una iglesia católica, las estadías en las praderas, los paseos por el cine del pueblo, los apuntes personales en el diario. En la superficie más aparente, Erice esquematiza un comentario sobre la pérdida de la inocencia entendido como las pesquisas subjetivizadas de una niña que descubre que su padre ama a otra mujer que, por circunstancias ajenas, se vio obligado a abandonar al huir del sur hacia el norte. Sin embargo, el misterio del padre sirve para interrogar la existencia de un hombre del sur que, a profundidad, se niega a olvidar un pasado manchado de desdichas que comenzó, ante todo, por su apoyo al bando republicano y la ruptura paternal (se entiende que el abuelo de la niña era franquista) ocurrida después de la guerra civil, donde no tuvo más remedio que exiliarse en el norte para evitar persecuciones políticas y dejar atrás a la mujer que amaba, la actriz Irene Ríos. En ese sentido, la actuación de Omero Antonutti me resulta orgánica cuando utiliza su mirada y su registro gestual para interpretar a un padre misterioso, sereno, reservado, que protege la infancia de su hija de las verdades del pasado familiar que esconde en su interior a modo de culpa. También la interpretación de una jovencísima Icíar Bollaín como la adolescente solitaria, nostálgica, independiente, que reflexiona sobre el enigma del padre que extraña en el tercer acto. Los personajes que ellos interpretan me parecen tridimensionales, y me causa placer estético la forma en que son encuadrados por Erice, en una puesta en escena que acentúa la psicología de ellos por medio de la elipsis, el fuera de campo, el uso proxémico del espacio, los silencios, el sonido diegético, los primeros planos, la música de piano arreglada por Enrique Granados y la poesía visual de una cámara de José Luis Alcaine que alcanza su punto de solidez compositiva, supongo, en la iluminación barroquista que evoca los claroscuros como si se tratara de un lienzo de Vermeer. No creo que se trate de una obra maestra ni mucho menos, pero me parece un retrato conmovedor, sensible e intimista sobre una infancia fraccionada por la posguerra.

Ficha técnica
Título original: El sur
Año: 1983
Duración: 1 hr. 35 min.
País: España
Director: Víctor Erice
Guion: Víctor Erice
Música: Enrique Granados
Fotografía: José Luis Alcaine
Reparto: Omero Antonutti, Sonsoles Aranguren, Icíar Bollaín, Lola Cardona
Calificación: 7/10

Crítica breve de la película El sur, dirigida por Víctor Erice y protagonizada por Omero Antonutti e Icíar Bollaín.

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