Los juegos del hambre

Ambientada en un futuro donde el Capitolio selecciona un joven y una joven de doce localidades a luchar hasta la muerte en directo por televisión, Katniss Everdeen toma el lugar de su hermana menor y se ofrece de voluntaria para el último partido. . 

Duración: 2 hr. 22 min.
País: Estados Unidos
Director: Gary Ross
Guion: Suzanne Collins, Gary Ross
Reparto: Jennifer Lawrence, Elizabeth Banks, Stanley Tucci, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth,Woody Harrelson



Crítica de la película 


Cuando los estudios tratan de iniciar una franquicia siempre apuestan fuerte en el presupuesto para la producción, más aún si es la adaptación proviene de un 'best-seller'. Tienen que reunir todas las piezas juntas para que el destino final de las mismas bien pueda ser un triunfo inicial o un fracaso total. En el caso de The Hunger Games el triunfo inicial es obvio, ya que desde su comienzo trata una temática interesante que no se despega de la ficción ni de su extraña visión futurista. 


Es un cuento distópico (extraído de las novelas de Suzanne Collins) con el que podemos observar muchos de los elementos de ciencia ficción y de fantasía que caracterizan a estos géneros; aunque este caso la apuesta es diferente porque que no los exagera. Sin embargo, impacta fuertemente cuando se embarca en el tema a tratar: la filosofía de que el más apto sobrevive. 



¿Las probabilidades siempre a tu favor? En esta película, definitivamente sí. En su apertura observamos un futuro postapocalíptico, donde lo que antes era conocido como Estados Unidos y el resto de los países de Norte América ahora es llamado Panem, un país extremadamente grande que, como toda nación, tiene un gobierno (totalitario) que la controla. Este gobierno es 'El Capitolio', el cual ejerce el control total sobre los 'doce distritos' que conforman la nación de Panem.


Después de todas las guerras, después de todos los baños de sangre, después de todos los caídos es una tradición cultural que cada distrito ofrezca un 'tributo' humano para honrar el pasado con la celebración de Los Juegos del Hambre. Los tributos, conformados por un hombre y por una mujer de cada distrito, están destinados a pelear a muerte hasta que sólo quede un sobreviviente. 


En el 'Distrito Doce', nos centramos en Katniss Everdeen (Jennfier Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson). Ambos son tributos para los Juegos del Hambre. Katniss es una persona sagaz, calculadora y algo madura para su edad. Aunque tenga su madre, parece que juega el papel de estar cuidando de ella y de su hermana Primrose (Willow Shields), esta última es ofrecida como tributo para los juegos del hambre, y Katniss con un estricto sentido de valentía se ofrece de voluntaria. Lo que le da ventaja a Katniss en los juegos es que aunque no lo refleje tiene un instinto de supervivencia inigualable por estar conviviendo en el bosque cazando animales salvajes. Peeta en cambio es un muchacho tranquilo, reservado y con un aire de plena confianza, aunque no siempre todo le sale bien. Estos personajes dejan algo bien claro desde el principio, y es que ambos tienen habilidades de supervivencia incomparables (¿O las probabilidades están a su favor?). 


Me sorprende que en esa época la televisión todavía no esté muerta, ya que los Juegos del Hambre son televisados por todos los distritos, mientras estos ven como los jovenzuelos se matan unos con otros. Como sea, ¿cómo se les ocurre matar a jóvenes en un 'Show de TV' sin importarles nada? Ahí se refleja el pensamiento sociopolítico que la historia trata de transmitir. Los individuos del 'Capitolio, que son las personas adineradas de la alta sociedad, literalmente, no les importa las personas de algunos de los distritos que son los que están destinados a morir porque son marginados. De ahí ejercen su control totalitario sobre ellos. 


Muchos de los otros personajes de esta película actúan y tienen una apariencia un tanto bizarra. Puedo empezar mencionando a Effie Trinket (Elizabeth Banks), una mujer de risa hipócrita, sobrecolorida y vanidosa, cuya función es escoltar a los tributos; y Haymitch Abernathy (Woody Harrelson), el mentor borrachón de Katniss y Peeta que una vez ganó los Juegos del Hambre. Otros raros como Caesar Flickerman (Stanley Tucci), el anfitrión del show, tienen un buen estilista por el extraño corte de pelo; y algunos chicos malos del Capitolio como Seneca (Wes Bentley), el chico de la barba rara que controla el show desde la sala principal y que al igual que su jefe, el presidente Snow (Donald Sutherland), ambos temen que un día los juegos colapsen. 


Ésta es una fantasía de ciencia-ficción, pero con un argumento fluido que no exagera los géneros, dándole un tono realista a los eventos que suceden. En un determinado momento surge un trasfondo romántico de poca duración. Su historia orientada a jóvenes adultos, tiene ciertos niveles de violencia que se manifiestan cuando los 24 jóvenes se enfrentan en la arena para sobrevivir o para morir. 


El elenco principal juega un rol excelente a la hora de hacernos creer en los personajes que interpretan, especialmente Jennifer Lawrence, que convierte a Katniss en una heroína intrépida en el arte de la supervivencia. La mayor parte de The Hunger Games pertenece a ella. Con su arco y sus flechas la podría llamar la "Legolas femenina". 


Los juegos del hambre es un espectáculo fantasioso que se apodera enérgicamente de tus ojos mientras te deja hambriento por más "juegos" y por su extraño futuro distópico. El director Gary Ross se encarga de que funcione perfectamente durante dos hora y media de duración, convirtiéndola en un entretenimiento eficaz que enciende la mecha de una nueva franquicia cinematográfica.


 
  7/10


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Poder sin límites


Tres amigos de Portland se ven expuestos a una misteriosa sustancia en un bosque y, como resultado, empiezan a desarrollar increíbles poderes. Entonces deciden trabajar juntos para perfeccionar sus habilidades, pero una serie de problemas personales acaban por enfrentarlos.

Duración: 1 hr. 24 min.
País: Estados Unidos
Director: Josh Trank
Guion: Max Landis 
Reparto: Dane DeHaan, Alex Russell, Michael B. Jordan



Crítica de la película 


El género de superhéroes es un género que se puede expandir de ciertas formas, más aún si la idea es original. En Chronicle nos topamos con una de las ideas minimalistas más originales de los últimos años, por mostrar ingeniosamente a unos personajes realistas dentro un ambiente ficticio, claro, con un argumento muy inteligente. 


Por esa razón, no sería apropiado definirla como una película de héroes, sino, más bien, como una película de ciencia ficción sobre tres adolescentes con superpoderes, (y no exactamente los poderes que piensas), puesto que estos chicos desarrollan habilidades en su mente, una vez que encuentran una misteriosa entidad (posiblemente alienígena) y luchan por mantener el balance de las habilidades obtenidas. 



Primero tenemos a Andrew Detmer (Dane DeHaan), un adolescente tímido, curioso que siempre filma todo lo que ve con su videocámara. La trama gira en torno a él, ya que en su interior se siente afectado seriamente por la enfermedad que padece su madre y por el maltrato que le propicia su ebrio padre. Lo que apreciamos aquí es el típico adolescente introvertido, acosado por los abusivos y rechazado por las chicas. Esas reacciones no se ven en el exterior, pero si se sienten en el interior, por eso creo que, aunque lo desconozca es un chico resentido. 


Andrew eventualmente se junta con su primo-mejor-amigo Matt Garetty (Alex Russell), el cual es totalmente lo opuesto: astuto, sensato y es algo más maduro. Un día en una fiesta ambos se encuentran con Steve Montgomery (Michael B. Jordan), el chico "cool" del colegio que es altamente extrovertido. Y esa misma noche en un bosque Steve y Matt descubren un objeto misterioso escondido en un hoyo e invitan a Andrew (que obviamente está filmando) a que le acompañen para ver de qué se trata. Como la curiosidad mató al gato, se encuentran con una entidad brillante y extraña que entra en contacto con ellos. 


Nadie sabe qué sucede allí porque todo se queda en misterio. Lo que sí sé es que, días después, éstos tres jóvenes se encuentran con poderes sobrenaturales, en especial la telequinesis. La van desarrollando una y otra vez a medida que avanza la trama, hasta el punto en que se torna peligrosa para ellos mismos. 


La película empieza de forma lenta. Todo parece creíble, pero el impacto visual se incrementa como si fuera una bomba de tiempo a punto de estallar. Los personajes se enfrentan a un serio dilema moral cuando descubren el lado oscuro y las consecuencias que implica tener un poder de esa magnitud. 


Desde que estos chicos adquieren los poderes mentales, "no se embarcan en el típico cliché de tratar de utilizarlos para salvar al mundo", sino que, en cambio, ellos hacen cosas que la mayoría de los adolescentes hacen: ir a fiestas, conocer chicas, emborracharse, jugar fútbol, hacer estupideces; y todo eso lo hacen mientras "se filman entre ellos" como parte del material fílmico que tienen en su cámara. 


No es solamente el guion inteligente de Max Landis que triunfa aquí. El hombre detrás de este espectacular fenómeno es Josh Trank; quien en su debut se las juega con una dirección excepcional cuando filma entre "cámaras" el peculiar estilo de metaficción que presenta esta película. 


Por eso uno de los puntos vitales de esta película es su estilo fílmico. Cada escena está construida en forma de vídeo casero. Los personajes, especialmente Andrew, filman cada escena de la película dentro de su cámara de vídeo. Así, la mayor parte del tiempo el que filma no aparece en la escena, y, en ocasiones, ellos hablan con la cámara o simplemente filman los impactantes sucesos que le acontecen. Es como si fuera la película dentro de la película captada a través de varias filmaciones. 


Chronicle es una película verdaderamente innovadora que, saliendo de la nada, se acopla a las necesidades de este tipo de género con mucho entusiasmo, y se beneficia de un guion inteligente que le inyecta el factor sorpresa para entretenernos. Si éste es el debut de Trank como director, buscaré lo que sea que filme luego. 




 7/10


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Adultos jóvenes

Tras su divorcio, la escritora Mavis Gary (Charlize Theron) atraviesa una crisis existencial que intenta superar volviendo a su pueblo natal. Su situación empeora cuando intenta volver con su novio del instituto (Patrick Wilson), que ya está casado y es padre de un niño. Pero Mavis encuentra un inesperado aliado en otro compañero del instituto (Patton Oswalt). 


Duración: 1 hr. 34 min.
País: Estados Unidos
Director: Jason Reitman
Guion: Diablo Cody
Reparto: Charlize Theron, Patrick Wilson, Elizabeth Reaser, Patton Oswalt

Crítica de la película 


Hay cineastas que siempre llevan un sello característico en todas sus películas. Y ya sea con un personaje o con la historia, terminamos sabiendo qué tipo de características lo definen. En el caso de Young Adult, Jason Reitman se embarca una vez más en mostrar a un personaje descarado que comienza a replantear su vida desde una perspectiva existencialista, por supuesto, sin exagerar. 


Este film sin duda alguna quiere decir una sola cosa: Charlize Theron, y es sencillamente porque se beneficia de una interpretación muy convincente que se puede agregar desde ya a su lista de "mejores papeles". Por las características que le aplica a Mavis Gary -el rostro preocupado, el desprecio, la vanidad, el egocentrismo, la soberbia del pasado y la depresión- estamos ante una persona ensimismada por la situación en la que se ve inmersa que hacen que sea un personaje muy especial. 



La engreída y vanidosa de Mavis Gary (Charlize Theron), es una escritora fantasma que escribe novelas de "Jóvenes Adultos". Probablemente sea famosa por sus novelas, a pesar de que no llevan su nombre. Asimismo, vive sola en su apartamento. Es divorciada. No tiene otro compañero más que su perro. Y también disfruta del buen whisky y la escritura; en otras palabras, mantiene una vida privada muy solitaria. 


Un día llega una carta de invitación de Buddy Slate (Patrick Wilson), su antiguo novio en preparatoria, invitándola al baby shower que tendrá en su casa para celebrar el nacimiento de su hijo. No hay duda de que esto le afecta emocionalmente, de forma tal que comienza a recordar su pasado con Buddy. Además, entre suposiciones, piensa que Buddy debería de ser su esposo y que el bebé recién nacido debería ser su bebé


Al no poder aceptar las cosas tales como son, decide moverse de la gran ciudad de Minneapolis a su pueblo natal de Mercury para tratar de "reconciliarse" con Buddy si no es muy tarde, aunque ya de por sí, sabemos que lo es. Una vez allí se encuentra en un bar con Matt (Patton Oswalt), un minusválido que era compañero de clases; con la única diferencia de que no era popular como era Mavis. Ella le cuenta los planes para reconquistar a Buddy y lo que hará para lograrlo; lo cual Matt ve como algo absurdo y problemático. 


El comportamiento antipático de Mavis refleja la personalidad de una mujer inmadura que está actuando absurdamente sabiendo que todo se irá cuesta abajo. Theron se adapta fácilmente a este tipo de personajes, con la única diferencia de que el comportamiento negativo y subversivo de Mavis se justifica en algunas escenas


La película tiene un aire fresco, mantiene el balance entre la comedia y el drama, con dos o tres elementos que ya se habían visto en este tipo de historia. Lo digo porque el guion de Diablo Cody se enfoca en una crisis y en los estragos por los que puede pasar una mujer en un determinado punto de la vida. Lo hizo en 'Juno' y lo vuelve a presentar en 'Young Adult', aunque de alguna manera el enfoque dramático de Young Adult es menos atractivo, quizá por la perversa personalidad de Mavis. 


La colaboración entre Jason Reitman y Diablo Cody siempre deja de qué hablar. Por eso disfruté Young Adult con la excepcional interpretación de Charlize Theron y con su historia, la cual algunas veces da unos saltos excesivamente dramáticos entre la comedia y la tragedia.



  7/10


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Mi semana con Marilyn

La joven actriz Marilyn Monroe (Michelle Williams) llega a Inglaterra para protagonizar con Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh) la película "El príncipe y la corista". Colin Clark (Eddie Redmayne), un joven de 23 años con buenos contactos consigue un trabajo como ayudante de producción y es testigo del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje. 


Duración: 1 hr. 38 min.
País: Reino Unido
Director: Simon Curtis
Guion: Adrian Hodges
Reparto: Michelle Williams, Eddie Redmayne, Kenneth Branagh, Emma Watson, Judi Dench



Crítica de la película 


Cuando vi la primera imagen de Michelle Williams como Marilyn Monroe solamente pensé dos cosas. La primera, ¡"esta película irá directamente a los Oscars"! Y la segunda, "esa interpretación de Williams será alabada (sin ni siquiera ver el filme)". Todas esas afirmaciones se hicieron realidad una vez que vi la película y leí las noticias. Pues el film funciona como biopic la mayor parte del tiempo presentando la magnética personalidad de Marilyn Monroe como actriz y como símbolo sexual mientras generaba el ascenso a la fama. 


Por esa razón My Week With Marilyn se beneficia en gran parte de una carismática interpretación de Michelle Williams, quien encarna fielmente a Marilyn con todos los aspectos que caracterizaban la personalidad de esta diosa de Hollywood. Incluso algunas veces nos damos cuenta de que detrás de toda la fama, de toda la sonrisa y de toda la alegría, se hallaba el enigma de una mujer con serios traumas depresivos. 



La historia está basada en un hecho real. Es contada por Colin Clark (Eddie Redmayne), joven amante del cine, quien antes de encontrarse a la mujer más sensual del planeta, decide por su cuenta infiltrarse en la productora del majestuoso Laurence Olivier (Kenneth Branagh) para tratar de conseguir un puesto en la filmación de 'The Prince and The Showgirl'. Al final termina siendo asistente de Olivier durante el rodaje (a eso le llamo sentido de perseverancia). Sin embargo, para comenzar completamente con la filmación esperan la llegada de la "gran actriz"


Cuando Marilyn llega a la escena con su esposo Arthur Miller (Dougray Scott), vemos la típica actriz de la era dorada de Hollywood, con los periodistas encima de ella, con los flashes de las cámaras bronceando su rostro y de ahí en adelante el resto es historia: conflictos internos con Laurence Olivier en la filmación de la película. Monroe, quien utilizaba el 'método' para actuar, prefería hacer las escenas a su modo y no como Olivier le dictaba, lo que generaba mucha ira en el director. 


Monroe, al sentirse ofendida por la volcánica persona de Olivier, decide reflexionar lejos del set. Es ahí en un momento determinado cuando le toma afecto y simpatía a Colin Clark (que era un don nadie). Ese es el punto vital de este film: explorar o dejarnos con la duda de que en realidad este par pudo haber tenido un affair en los momentos que estuvieron juntos, y ciertamente nos damos cuenta de que pudo haber pasado por la manera con que se cuenta la historia. 


Pasan algunas escenas hasta que finalmente podemos ver a la atractiva "Marilyn Monroe" en acción, la cual con su presencia genera atracción hacia todos los que la rodean. Yo que he visto varias películas de Marilyn, puedo decir que me sentí atraído por la presencia escénica de Michelle Williams. Ella le inyecta carisma a la interpretación de Monroe, encerrándonos en la forma de actuar de una mujer que era tierna e insegura, pero que no temía en conseguir lo que quería. 


La puesta en escena de Simon Curtis, director debutante en una película mayor, es excelente en todos los ángulos que capta el rostro de Williams. Incluso con la sonrisa, con el auténtico pintalabios rojo, con el radiante cabello rubio y con el cuerpo espectacular sentimos que estamos viendo a la Marilyn real gracias al trabajo hecho detrás de cámaras que recrea los momentos turbulentos del set en la filmación del 'The Prince and The Showgirl'. Digo turbulento por las enérgicas discusiones que se genera entre Laurence Olivier y Marilyn Monroe durante el rodaje (dentro de esta película). 


Gran parte de esta película es "la película dentro de la película", porque recrea con autenticidad algunas de las escenas claves de The Prince and The Showgirl. El reparto se encarga del resto; que además de los personajes ya mencionados tenemos otras figuras famosas, como la mítica Vivien Leigh (Julia Ormond), esposa de Olivier; Arthur Miller, el esposo de Marilyn en ese tiempo y, por último, Paula Strasberg (Zoe Wannamaker), la esposa del maestro del 'método' encargada de velar por la actuación de Marilyn. 


Todos estuvieron bien (gracias por participar), aunque el atractivo de este film no sería posible sin la maravillosa interpretación de Williams y la explosiva contraparte de Branagh. Ambos al pie de la letra, interpretan a estos dos íconos de la era dorada con mucha fidelidad. Por supuesto, lo cautivador de Michelle Williams es otra cosa, puesto que sale victoriosa escenificando física y espiritualmente a una de las mujeres más encantadoras de la historia del cine. Te hechiza de tal forma que tú sientes que ella es Marilyn Monroe.


  7/10


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