Crítica de la película 'Poder sin límites'

Poder sin límites


Tres amigos de Portland se ven expuestos a una misteriosa sustancia en un bosque y, como resultado, empiezan a desarrollar increíbles poderes. Entonces deciden trabajar juntos para perfeccionar sus habilidades, pero una serie de problemas personales acaban por enfrentarlos.

Duración: 1 hr. 24 min.
País: Estados Unidos
Director: Josh Trank
Guion: Max Landis 
Reparto: Dane DeHaan, Alex Russell, Michael B. Jordan



Crítica de la película 


El género de superhéroes es un género que se puede expandir de ciertas formas, más aún si la idea es original. En Chronicle nos topamos con una de las ideas minimalistas más originales de los últimos años, por mostrar ingeniosamente a unos personajes realistas dentro un ambiente ficticio, claro, con un argumento muy inteligente. 

Por esa razón, no sería apropiado definirla como una película de héroes, sino, más bien, como una película de ciencia ficción sobre tres adolescentes con superpoderes, (y no exactamente los poderes que piensas), puesto que estos chicos desarrollan habilidades en su mente, una vez que encuentran una misteriosa entidad (posiblemente alienígena) y luchan por mantener el balance de las habilidades obtenidas. 

Primero tenemos a Andrew Detmer (Dane DeHaan), un adolescente tímido, curioso que siempre filma todo lo que ve con su videocámara. La trama gira en torno a él, ya que en su interior se siente afectado seriamente por la enfermedad que padece su madre y por el maltrato que le propicia su ebrio padre. Lo que apreciamos aquí es el típico adolescente introvertido, acosado por los abusivos y rechazado por las chicas. Esas reacciones no se ven en el exterior, pero si se sienten en el interior, por eso creo que, aunque lo desconozca es un chico resentido. 

Andrew eventualmente se junta con su primo-mejor-amigo Matt Garetty (Alex Russell), el cual es totalmente lo opuesto: astuto, sensato y es algo más maduro. Un día en una fiesta ambos se encuentran con Steve Montgomery (Michael B. Jordan), el chico "cool" del colegio que es altamente extrovertido. Y esa misma noche en un bosque Steve y Matt descubren un objeto misterioso escondido en un hoyo e invitan a Andrew (que obviamente está filmando) a que le acompañen para ver de qué se trata. Como la curiosidad mató al gato, se encuentran con una entidad brillante y extraña que entra en contacto con ellos. 

Nadie sabe qué sucede allí porque todo se queda en misterio. Lo que sí sé es que, días después, éstos tres jóvenes se encuentran con poderes sobrenaturales, en especial la telequinesis. La van desarrollando una y otra vez a medida que avanza la trama, hasta el punto en que se torna peligrosa para ellos mismos. 

La película empieza de forma lenta. Todo parece creíble, pero el impacto visual se incrementa como si fuera una bomba de tiempo a punto de estallar. Los personajes se enfrentan a un serio dilema moral cuando descubren el lado oscuro y las consecuencias que implica tener un poder de esa magnitud. 

Desde que estos chicos adquieren los poderes mentales, "no se embarcan en el típico cliché de tratar de utilizarlos para salvar al mundo", sino que, en cambio, ellos hacen cosas que la mayoría de los adolescentes hacen: ir a fiestas, conocer chicas, emborracharse, jugar fútbol, hacer estupideces; y todo eso lo hacen mientras "se filman entre ellos" como parte del material fílmico que tienen en su cámara. 

No es solamente el guion inteligente de Max Landis que triunfa aquí. El hombre detrás de este espectacular fenómeno es Josh Trank; quien en su debut se las juega con una dirección excepcional cuando filma entre "cámaras" el peculiar estilo de metaficción que presenta esta película. 

Por eso uno de los puntos vitales de esta película es su estilo fílmico. Cada escena está construida en forma de vídeo casero. Los personajes, especialmente Andrew, filman cada escena de la película dentro de su cámara de vídeo. Así, la mayor parte del tiempo el que filma no aparece en la escena, y, en ocasiones, ellos hablan con la cámara o simplemente filman los impactantes sucesos que le acontecen. Es como si fuera la película dentro de la película captada a través de varias filmaciones. 

Chronicle es una película verdaderamente innovadora que, saliendo de la nada, se acopla a las necesidades de este tipo de género con mucho entusiasmo, y se beneficia de un guion inteligente que le inyecta el factor sorpresa para entretenernos. Si éste es el debut de Trank como director, buscaré lo que sea que filme luego. 



 7/10




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