Crítica de la película 'Batman: El caballero de la noche asciende'

Batman: El caballero de la noche asciende



Ocho años después de los acontecimientos de The Dark Knight, el líder terrorista Bane llega a Gotham City, empujando su fuerza policial a tales límites, que su ex héroe Batman se ve forzado a resurgir desde de la caída de los crímenes de Harvey Dent.


Duración: 2 hr. 45 min.
País: Estados Unidos
Director: Christopher Nolan
Guion: Christopher Nolan, Jonathan Nolan
Reparto: Christian Bale, Tom Hardy, Anne Hathaway, Liam Neeson, Michael Caine, Gary Oldman, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Morgan Freeman,


Crítica de la película 


Leyendo la sinopsis recóndita y viendo imágenes vagas a través de los trailers, me preguntaba cómo terminaría la leyenda del Caballero Oscuro de Christopher Nolan en las manos villanescas de Bane y Catwoman. Me hacía preguntas como: "¿Por qué esos dos villanos? ¿Por qué Bane, si no es tan famoso?” Bueno, lo cierto es que The Dark Knight Rises contestó todas esas interrogantes y, para ser un blockbuster anticipado, cumple las expectativas al pie de la letra; es más, puedo decir que las sobrepasa dentro de lo que cabe.

Nolan se ha anotado el punto ganador con esta épica conclusión, no sólo con esos personajes, sino con una historia que va más allá mostrando por primera vez algo que resulta novedoso en el universo de Batman: un drama de anarquismo realista dentro de Ciudad Gótica.

Pero hablando en términos concisos, es una película sobre la redención; la redención de un justiciero incorruptible que, encerrado en la culpabilidad de sus acciones, decide resurgir como nunca antes se había visto en este lóbrego mundo de superhéroes. De hecho, al poseer las impresionantes escenas de acción y un villano malévolo como Bane, la pirotecnia y el caos escenificado cuando Batman despierta, se apodera del argumento y no da tiempo ni para respirar.

Pues el preámbulo inicia de manera fluida y no desperdicia segundos para decirnos que han pasado ocho años desde que Batman abandonó la ciudad. En medio de esa vida sin ser el enmascarado, vemos a un Bruce Wayne (Christian Bale) deteriorado con la barba crecida y con aire de ermitaño reclusorio. Todo es paz y placidez en Ciudad Gótica. Sin embargo, cuando se aparece un mercenario y terrorista llamado Bane (Tom Hardy) para aterrorizar la ciudad, los motivos para que el Sr. Wayne regrese como vigilante son más que suficientes.

Estos personajes son excéntricos pero atractivos. Como villano, Bane es una entidad brutal que solo le gusta la maldad. Este hombre musculoso con cuerpo de luchador y con voz de androide, desata un infierno sobre ciudad gótica; lo que lleva a Batman al límite de su fuerza física. Yo que no leo cómics, particularmente encuentro a Bane como un personaje provocativo por la manera en que lo interpreta Tom Hardy. Bane es elocuente, perspicaz y, más que nada, inescrupuloso; no titubea a la hora de matar a alguien ni de destruir la ciudad con dosis de terrorismo urbano. En el universo de Nolan, este villano logra hacer lo que ninguno de los otros villanos hizo: poner a Ciudad Gótica ante sus pies.

Curiosamente me agrada la forma en la que se presenta a Selina Kyle (Anne Hathaway). Todos sabemos que ella es Catwoman, pero en ningún momento se hace referencia sobre su alias. Aunque sin duda alguna es una "gata" robando y actúa con un instinto propio que raya en el misterio. Kyle, además de ser una ladrona es experta en artes marciales, es egoísta y muy indecisa, ya que se deja convencer fácilmente. Es más, puedo decir que llamarla villana en este film sería confuso, puesto que es y no es.

Los eventos del guion pasan rápido, por eso la prisa que portea la trama no da tiempo a explicar qué motiva a algunos de los personajes a actuar como lo hacen. Un ejemplo de esto es el enigma que encierra Selina Kyle, la cual nos deja cuestionando quién es o de dónde vino. Lo mismo pasa con Bane, aunque en este caso sí sabemos de dónde viene y qué busca.

De esa forma el argumento tiene algunas sorpresas que inevitablemente asombran. En cierto punto se torna oscuro, que te hace pensar que ya no hay esperanzas en el murciélago, el cual al final se levanta para el explosivo clímax. Lo que vemos aquí es la típica estructura de tres actos donde el héroe principal cae en la primera parte, pero sólo para auparse mucho más alto en la segunda; y todo con un sentido dramático.

Por eso esta película tiene una vibra más humana que las anteriores: emocional y delirante. Tiene interpretaciones satisfactorias, una historia que se intensifica a medida que avanza y abrumadoras secuencias de acción que cada vez que están acompañadas de la potente banda sonora de Hans Zimmer, convierten este film, sin excepción alguna, en uno de los mejores blockbusters de superhéroes.

En este punto solo puedo decir que, quien sea que continúe la historia de Batman en un futuro reboot no deshaga lo que ya Christopher Nolan ha hecho; quienquiera que seas, buena suerte. Nolan ha creado la trilogía perfecta, principalmente por la manera en como desarrolla los trasfondos emocionales de sus personajes; haciendo que estos sean más prácticos dentro de los propios horizontes de estímulos.

Por esa razón no puedo comparar The Dark Knight con esta cinta, porque si lo hago estaría comparando a Nolan con Nolan. La película queda lejos de superar la entrega anterior, pero sí se maneja a la hora de entregarnos con mucha energía un espectáculo visual abarrotado de explosiones, destrucción y un barullo vorágine en manos de un solo villano: el señor Bane. Más que nada, sospecho que las metáforas de anarquía civil y terrorismo quieren reflejar las situaciones que se viven en el mundo real, por eso dije más arriba que esto no se había visto en el mundo de un superhéroe, resultando innovador en dicho aspecto.

Aquí Christopher Nolan cierra fulgentemente el capítulo final de una de las trilogías cinematográficas más asombrosas de los últimos tiempos. Considero que tiene suficiente tensión como para verla un sinnúmero de veces.

  8/10



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