Crítica de la película 'Skyfall'

La lealtad de Bond hacia M se pondrá a prueba cuando su pasado vuelve para atormentarla. Como el MI6 ha sido atacado, 007 debe localizar y destruir la amenaza, no importa el costo personal. 

Duración: 2 hr. 23 min.

País: Reino Unido

Director: Sam Mendes

Guion: Neal Purvis, Robert Wade, John Logan

Reparto: Daniel Craig, Javier Bardem, Judi Dench, Ralph Fiennes, Albert Finney

Crítica de la película 

Cada vez que leemos la famosa la frase «James Bond regresará» se despierta una confianza que nos recuerda por qué amamos las aventuras de 007. Esta nueva película, Skyfall, nos ha parecido una sorpresa porque, en efecto, celebra por todo lo alto los 50 años de uno de los personajes más icónicos, explorando los orígenes del mujeriego más querido en el cine de acción con una actuación de Daniel Craig que nos confirma que es el James Bond definitivo. Es un regreso del cual Ian Fleming estaría orgulloso.

La película, dirigida por el director británico Sam Mendes (irónicamente en su primer filme británico), construye un homenaje explorando con brevedad la relación que hay entre M (Judi Dench) y James Bond (Daniel Craig). Asimismo, juguetea con la fórmula de la franquicia, cambiando las motivaciones de las chicas, de los villanos y de los nuevos personajes secundarios. Esta es la película de James Bond que los fanáticos merecemos.

La primera secuencia de la película es espectacular, aunque nos dice que James Bond está viejo para andar saltando entre los vagones de un tren. Se siente más vulnerable ante los tiroteos y las acrobacias, creándonos la duda de que su personalidad atraviesa una crisis de conciencia que lo ha llevado a cuestionar su trabajo como espía. Los años le han caído encima. Una alegoría que refleja que las personas cambian con los tiempos, incluso personajes como James Bond.

 
En medio de una misión en Estambul, James Bond fracasa en su intento de impedir que unos terroristas se roben el disco duro que contiene la información de todos los operativos del servicio de inteligencia británico (MI6). Recibe un disparo y es dado por muerto. M (Judi Dench) asume la responsabilidad por la misión fallida y prepara el reporte que pasará a su nuevo jefe, Gareth Mallory (Ralph Fiennes), quien cuestiona sus acciones como cabecilla del servicio de inteligencia. M también se ha vuelto más anciana, el tiempo también le ha pasado factura. El retiro la acecha.

 
James Bond sale de la cueva al enterarse de que un tal Raoul Silva (Javier Bardem), un terrorista cibernético, solo desea vengarse porque, cuando era agente del MI6, M lo traicionó de la misma forma en que lo hizo con James Bond. Es un psicópata sin escrúpulos. Su misión es la de destruir el MI6. Su locura y su megalomanía están justificadas con esos hechos porque lo que busca es venganza, pues sabe que conquistar el mundo pasó de moda. Este villano va hacia donde Bond en lugar de Bond ir hacia donde él se encuentra. Sus atributos físicos y su elocuencia verbal lo convierten en uno de los mejores antagonistas en la franquicia gracias a la actuación pintoresca de Bardem.

Nos ha emocionado saber que Sam Mendes (American Beauty) dirige una película de James Bond seria, coherente, abarrotada de guiños y de buenas secuencias de acción. Concede balance a la narración y a los personajes. Y puede que no tenga "un Martini agitado, no revuelto", pero su película contiene los ingredientes esenciales de la fórmula Bond: las persecuciones, los tiroteos, los gadgets, el humor, el legendario Aston Martin DB5, las chicas hermosas, un villano trastornado y, por supuesto, los nuevos personajes, incluyendo al joven Q (Ben Whishaw). Su filme posee una densidad que cala con la metáfora de la muerte a través de las generaciones.

La historia, escrita por un guion de Neal Purvis, Robert Wade y John Logan, es un retrato íntimo y muy personal de James Bond. Cada escena está estructurada con un aparato de cohesión que mantiene un equilibrio sagaz entre la acción y el drama.

 
Lo que Mendes ha logrado con esta película, es algo muy cercano a lo que hizo Christopher Nolan con Batman. Ha revolucionado a una leyenda cultural. Paga tributo a su patria y, al mismo tiempo, dirige un nuevo estilo en la vida de un ícono cinematográfico. Esta es la reinvención de 007, el verdadero comienzo de "Bond, James Bond" como lo conocemos.

 8/10