Una aventura extraordinaria

La historia de un niño indio llamado Pi, hijo de un empleado del zoológico, quien se encuentra en compañía de una hiena, una cebra, un orangután y un tigre de Bengala después de que en un naufragio, su barco quede a la deriva en el Océano Pacífico. 


Duración: 2 hr. 7 min.
País: Estados Unidos
Director: Ang Lee
Guion: Ang Lee (Novela de Yann Martel)
Reparto: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Rafe Spall, Tabu, Adril Hussain



Crítica de la película 



Estamos acostumbrados a ver películas de supervivientes en la que somos testigos de unos pobres infelices que pasan trabajo en altamar, pero ninguno de las que hemos visto se comparan con la espectacular Life of Pi. Es un logro cinematográfico que ha trasladado nuestros sentidos por el sendero de un viaje sorprendente, inolvidable, hipnótico. Ang Lee ha conseguido una aventura fenomenal. Una película que bien podría entrar en el catálogo de sus mejores obras.


La película, adaptada de la supuesta novela infilmable escrita por Yann Martel, narra un relato de coraje, de esperanza y de resistencia desarrollado por la extraña relación entre un tigre de Bengala y un náufrago. Esa relación es el punto de partida que establece una narrativa rutilante que no se despega de los entresijos ni de los temas simbólicos. La historia del joven protagónico es la parábola de la adaptabilidad.


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El protagonista de esta aventura es Piscine Molitor Patel (Suraj Sharma), un joven hindú que cuida a los animales en el zoológico de su familia en la India. Es apodado Pi porque tiene habilidades matemáticas que le permiten memorizar el número Pi (3.14) y para distinguirse de los abusadores que se burlan de su nombre, el cual traducido al español significa “Piscina”. Patel es un adolescente astuto, colmado de fe y de bondadosa naturaleza, que siendo amigo de la tradición religiosa nos dice algo muy importante: «La esperanza es lo último que se pierde». Y creo que dice eso porque si la esperanza se pierde, ni siquiera un final triste puede encontrarla.


Un día su familia recoge a todos los animales y decide mudarse a Canadá. Parten en un barco de carga japonés, el cual, frente a la tempestad del pacífico, encalla. En medio de la tormenta, Patel se queda solo en un bote salvavidas acompañado de una cebra, una hiena, un orangután y un tigre de Bengala llamado Richard Parker. Esta barahúnda pone a prueba los límites mentales de Patel para sobrevivir ante todos los obstáculos del mar.


La mayoría de los animales del bote están capturados con una tecnología generada por ordenador que puede engañar a cualquier retina que se duerma, aunque en algunos planos son mamíferos de carne y hueso. Las imágenes procesadas de los animales se ven tan reales, que es muy difícil distinguirlos. Hasta el océano y los paisajes que adornan la travesía de Pi por el mar es un banquete visual.


En esta película de Lee, la inmensidad del mar se siente como una realidad onírica. Es una fábula de amistad perenne, presentada por el lazo insólito formado entre Richard Parker y Pi. Ambos coexisten en el bote ante el temible infortunio. Son polos opuestos. Aprenden a convivir mutuamente, a pesar de que son víctimas. Y defienden el espacio que ocupan en el bote. Una revelación inquietante nos pone a reflexionar, sobre todo porque es posible que Pi actúe solamente como un narrador omnisciente de una historia que puede no ser verdadera (metaficción), y lo que vemos no es más que un reflejo de los delirios que ha creado para poder salvarse. Una alegoría de la colisión que hay entre la fe religiosa y la racionalidad.


Lee ha dirigido una prodigiosa película en 3D en la que cada plano de la puesta de escena se vuelve poesía para soñadores. La ha atiborrado de belleza, de metáforas y de panoramas deslumbrantes. Enseña los atributos de una naturaleza inquieta. Nos ha conmovido con la actuación del desconocido Suraj Sharma. Y lo que edifica nos ha sacado lágrimas de enternecimiento. Hemos creído en la aventura extraordinaria, y dichas creencias, satisficieron nuestras emociones.

 
 9/10

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El vuelo

Un piloto salva a un vuelo de estrellarse, pero una investigación sobre los fallos de funcionamiento revela algo inquietante. 


Duración: 2 hr. 18 min.
País: Estados Unidos
Director: Robert Zemeckis 
Guion: John Gatins
Reparto: Denzel Washington, Kelly Reilly, John Goodman, Don Cheadle 



Crítica de la película 


Incluso desde que el avión entra en turbulencia y comienza a caer en picada, sentí el pánico en mi asiento como si mi cinturón estuviera desabrochado y yo estuviera vibrando del miedo. Es como si estuviera ahí; se siente el realismo. Eso es lo que Flight hace con un dramatismo desmesurado; que, de buena a primera, marca el regreso de Robert Zemeckis a la dirección de actores reales desde "Cast Away".


En Flight, Denzel Washington despega bien alto con lo que sería una de las interpretaciones más complejas y serias en toda su carrera. Este film envía el mensaje a los pilotos de que: "Si quieres salvar el vuelo de un accidente fatal; por favor toma mucho, mucho, pero mucho alcohol." Aunque creo que también resulta controversial por la manera como muestra la supervivencia, puesto que presenta un accidente desde la perspectiva de una tripulación agotada y negligente, especialmente al estar dirigida por el personaje principal. 


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Si quieres lo puedes llamar thriller o lo que sea; aun siendo drama. El filme inicia con el piloto William "Whip" Whitaker (Denzel Washington) bebiendo alcohol hasta explotar, consumiendo marihuana e inhalando mucha cocaína para estar contento. Luego de abordar el avión, lo maneja y lo desciende lentamente con problemas. Solo que un juicio ahí abajo tratará de aplastar a Whitaker, al menos que se demuestre que una falla fue la causa del accidente. 


Washington da una gran cantidad de líneas memorables, y ¿sabes por qué? “¡Porque elijo beber!” No obstante, a eso, también nos sumerge en la agonía, la inestabilidad y la depresión de un personaje marginado por el alcoholismo y por las drogas. Con toda su maniobra actoral, mantiene el ritmo en cada una de sus escenas con una actuación verdaderamente convincente. Al fin y al cabo, es Denzel Washington, ¿no?


Otros personajes secundarios como la adicta Nicole Maggen (Kelly Reilly) o el abogado Hugh Lang (Don Cheadle) los veo como simples soportes para narrar la historia de Whitaker. De esos secundarios las líneas más graciosas la comparten el vendedor de drogas, Harling Mays (John Goodman). Las ocurrencias y los diálogos que Mays dispara, están cargados de mucho humor negro. Al verlo me reí como el Guasón. 


A mi parecer el estilo de Zemeckis sigue intacto, nunca aburre; por el contrario, te mantiene en atención escena tras escena con la astucia de los diálogos. Una de las escenas clave presenta a Whitaker borracho hasta más no poder, y para revitalizarlo, Harling Mays, aparece para activar su cerebro con altas dosis de cocaína pura. La manera en que se maneja esa escena es muy energética y es una de las más provocativas en toda la película. 


En este punto, sólo te digo que, en Flight, además de la poderosa interpretación de Denzel Washington, la dirección de Zemeckis retiene el control de "esta aeronave" con un relato emotivo sobre la adicción que, aunque pueda parecer exagerado, termina impactando con una historia altamente conmovedora.


7/10

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El atlas de las nubes

Una exploración de cómo las acciones de las vidas individuales se impactan una con la otra entre el pasado, el presente y el futuro; de como una sola alma se transforma de un asesino en un héroe; y de como un acto de bondad atraviesa las ondas de los siglos para inspirar una revolución. 


Duración: 2 hr. 43 min.
País: Alemania
Director: Tom Tywker, Lana & Andy Wachoswki
Guion: Andy Wachowski, Lana Wachowski (Larry Wachowski), Tom Tykwer (Novela: David Mitchell)
Reparto: Tom Hanks, Hugo Weaving, Hugh Grant, Halle Berry, Ben Whishaw



Crítica de la película 


La primera vez que vi a Cloud Atlas, se me hacía inevitable pensar en los enrevesados acertijos que envuelven nuestra vida. Y no importa cuántas veces la vea, el resultado siempre será el mismo: cuestionar. Porque realmente nos pone a cuestionar todo. Es la clase de película que se tiene que ver varias veces para poder comprender su ambición. Y fascina por momentos. Ha sido una revelación inquietante a mi gusto por la ciencia-ficción. Y considero que es una de las mejores películas de ciencia-ficción que haya visto en este año.


Ciertamente puede violar el cerebro de cualquiera. Pero considerando el vasto arsenal de actores, de narrativa, de vestuario, de maquillaje, de escenarios, de montaje y de música que utiliza, esta película entraría fácil en los libros del género. Por supuesto, veríamos muchas cosas. Veríamos seis relatos conectados en un intervalo de tiempo de casi 500 años. Veríamos que los actores juegan un rol diferente en cada segmento, interpretando personajes de distintas etnias, géneros y edades. Veríamos que las actuaciones y el maquillaje son tan distinguibles en cada escenario que olvidamos quienes son Jim Broadbent, Tom Hanks, Halle Berry y Hugo Weaving. Veríamos todo eso y más, claro, con efectos visuales que son alucinantes.



Para tener una extensa duración de casi tres horas, esta es una de esas películas que pone a razonar gravemente sobre las interrogantes universales que rodean el significado de la condición humana, y en última instancia lo consigue. Cada historia se cuenta por separado, pero al mismo tiempo contiene enlaces dentro de la sucesión de eventos que conecta las vidas de los personajes desde el principio hasta el final. Los créditos a David Mitchell por escribir la famosa novela en la que se basa. Pues es profundamente compleja, arropada por una filosofía que narra el grado de la evolución de nuestra civilización en la búsqueda de los misterios del destino.


Los directores Lana Wachowski, Tom Tykwer y Andy Wachowski han creado un mundo inmenso, enriquecedor, que provoca nuestra imaginación. Muchos de los relatos se relacionan inevitablemente; algunos jugando un papel significativo en un arco, y otros no. Solo nosotros (los espectadores) podemos notar los cambios existenciales a los que se exponen los personajes. De ahí la frase de que "todo está conectado".


Y se mueve con sustancia. Las interpretaciones en cada de una de las seis partes que componen la trama son aceptables, siendo las actuaciones de Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent y Hugo Weaving las que se destacan. Cada uno de ellos interpreta papeles desiguales, y le aplican las distintas personalidades según el personaje que interpretan, apoyándose en el maquillaje para transformar los atributos faciales de todos ellos con una consistencia que confunde.


Todavía pienso en la apetencia soñadora de la película. La premisa comienza en el pacífico alrededor del año 1849 y termina, increíblemente, en un futuro lejano en "algún lugar" del año 2321. Y es visionario. Para abarcar las seis historias dentro de ese periodo de tiempo, tiene un rendimiento muy efectivo que se mofa del significado de la elipsis.


Al tener temas como el karma, el eterno retorno, la incertidumbre, la causalidad, la reencarnación y la incansable añoranza de la libertad a través del tiempo, deja una marca en nuestra mente como un tatuaje en la piel. Los personajes van de una vida a la otra siendo de abogado burócrata, a revolucionario futurista; de gran compositor, a gran escritor; de asesino despiadado, a duende maligno. Estos seis caminos volubles se cruzan entre sí para cumplir sus respectivos propósitos, y cualquier acción que realicen en su vida repercutirá en la otra con consecuencias diversas. Es una trama ingeniosa.


En ese caso no tenemos ni que pensar. Porque los mismos personajes dirigen nuestros pensamientos. Porque entretiene y reta al espectador. Observar esta película es un desafío, puesto que todos esos segmentos son narrados al mismo tiempo para interceptarse. Una vez que termines comenzarás a hacerte preguntas sobre lo que atestiguaste. Sabiendo eso, se tiene que ver una segunda y, por qué no, una tercera vez para comprenderla.


Y nunca me sentí aburrido. Siempre estaba fascinado. La resonancia emocional que transmite es satisfactoria. Con sus increíbles efectos visuales, sus explosivas escenas de acción y una trama inteligente desgarraron mi cerebro con un ejercicio verdaderamente brillante. Se siente como un sueño.


 8/10

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Holy Motors

Desde el amanecer hasta el anochecer, pocas horas de la vida de Monsieur Oscar, un personaje oscuro que viaja de una vida a la siguiente. Él, a su vez, es capitán de una industria, asesino, mendigo, monstruo, padre de familia y...


Duración: 1 hr. 55 min.
País: Estados Unidos
Director: Leos Carax
Guion: Leos Carax
Reparto: Denis Lavant, Edith Scob, Kylie Minogue, Michel Piccoli, Eva Mendes,



Crítica de la película 


Algunas veces uno se queda detenido pensando en cómo actúan las personas; en cómo actúan en su vida personal, familiar, profesional; tantas personas, tantas vidas, tanto qué explicar. Y parecería raro, pero es ahí donde Holy Motors quiere estampar, más que un mensaje, una metáfora sobre la naturaleza humana en un contexto extraño que relaciona todas las vidas de varios individuos dentro de un solo individuo. 


Con esa idea en la cabeza, Leos Carax, en su primera película desde 1999, se las juega con una dirección brillante que, coincidencialmente, toma prestada los atributos estéticos de "Cosmopolis" de David Cronenberg, ya que gran parte de la vida del personaje principal se presenta mientras se desplaza en una limusina blanca con un lujoso interior llamativo, por supuesto, aunque los temas sean completamente diferentes. 



Y son diferentes en el sentido de que las apariencias engañan, y engañan al punto de que "las personas creen lo primero que ven". Aquí exploramos misteriosamente un día en la vida de Mr. Oscar (Denis Lavant), un actor-simulador que abordo de una lujosa limusina, se encarga de realizar una serie de trabajos excéntricos que terminan encerrándolo en una paradoja sobre las vidas distintas que choca con su simulación, o mejor dicho, con la realidad. 


Así nos damos cuenta de que las vidas de Mr. Oscar posiblemente estén conectadas a un fenómeno que hace posible que todas las personalidades que personifica tengan una crisis de identidad. Su progreso desemboca en un giro hipnótico que tiene como propósito simbolizar la ambivalencia entre el cine y la realidad dentro de la ficción, así como la inmensa capacidad que tiene el arte como proceso de narración y de creación. 


Pero quizá es no fuese posible sin la interpretación de Denis Lavant, que es simplemente increíble. No solamente está interpretando el mismo personaje con diferentes vidas, sino que cada vida lo transforma en una persona totalmente diferente. Este le aplica las características y los gestos a cada personaje de una manera natural y demente. Puedo decir que es una interpretación envolvente de múltiples facetas sobre un personaje dentro del personaje dentro del personaje. 


En esta película la ciencia-ficción prevalece aunque no se determine. En la manera en que lo veo, el Mr. Oscar viaja hacia distintas realidades alternas. Cada paralelismo de esas vidas conlleva a que él crea en la persona que está viviendo la vida, mutando su personalidad con la del contrario. Con esto Carax deja claramente una incógnita misteriosa cuya respuesta se encuentra oculta en el "Holy Motors"; y es un enigma que, fuera de lo que se piense, pone nuestro cerebro a trabajar horas extras.


Esto se evidencia cuando explica los detalles insólitos que arrastra al Monsiuer Oscar a través de su historia. Pero te deja cuestionando si lo que pasa en realidad está sucediendo o no. No sabemos qué le sucede al Sr. Oscar. Su vida es extraña, y en teoría posiblemente esté siendo controlada por alguna entidad compleja. Todos los acontecimientos suceden en un simple día. Esta es una idea ingeniosa, ya que "Holy Motors" no se apoya en ciencia-ficción repetitiva o saturada de efectos especiales para centrarse en la temática, sino que apunta al ingenio del arte minimalista para transmitir su idea. 


Algunas escenas muestran un contenido violento muy excesivo y, en ocasiones, la estética surrealista la hace más demente de la cuenta. Sin embargo, su anormalidad es tan desgarradora y tan profunda que la convierte en una película verdaderamente original. 


Es por eso que Holy Motors mantiene la esencia del cine de arte a través de un fatalismo oscuro que libera una visión plenamente excéntrica, surrealista, metafórica. Es una de esas películas raras que genera un cuestionario mental después de verla.



7/10


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El hobbit: un viaje inesperado

Bilbo Baggins, un hobbit, regresa a la Montaña Solitaria acompañado por un grupo de enanos para recuperar un tesoro arrebatado por el dragón Smaug. 


Duración: 2hr. 46 min.
País: Estados Unidos
Director: Peter Jackson
Guion: Philippa Boyens, Peter Jackson
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Ken Scott, Elijah Wood



Crítica de la película 


Primero que nada, me gusta la magia y me gusta la Tierra-Media. Es por eso que los viajes a la Tierra-Media para mí siempre son anticipados, especialmente en una época que está viviendo una era luego de The Lord of The Rings. Sabiendo eso, el único capaz de recrear ese mundo en la gran pantalla es Peter Jackson, quien retorna gloriosamente al mundo de J.R.R. Tolkien con la fantasiosa The Hobbit: An Unexpected Journey, aunque falla a la hora de igualar el calibre argumental de su valiosa trilogía anterior. 


Este primer film en la trilogía es una señal de que el supuesto "viaje inesperado" desembocará sus próximas dos entregas en una aventura fantasiosa espectacular, extraída una vez más de las raíces mitológicas de J.R.R. Tolkien. Puesto que, "The Hobbit: Un viaje Inesperado" tiene un ritmo lento, poco acelerado, que se apoya en el clímax de su aventura para poder llegar al punto de asombro. Los personajes, especialmente los Trece Enanos, encuentro que tienen un desarrollo característico poco peculiar que, en ocasiones, terminan siendo irrelevantes. Sus nombres son tediosos de memorizar. Si memoricé seis de ellos, es porque se mencionan un sinnúmero de veces. 


La historia es progresiva. En la misma, el Hobbit Bilbo Baggins (Martin Freeman) se reúne con "Gandalf el Gris" (Ian McKellen) para ayudar a los trece enanos a recuperar la "Montaña Solitaria" -el lugar donde vivían- arrebatada por el maligno Dragon Smaug. Estos se embarcan en una aventura a través de varios lugares de la Tierra-Media para tratar de lograr el propósito. 


Dado que en la gran pantalla Bilbo Baggins no se conoció tanto, siendo el personaje principal en esta adaptación, es un personaje aventurero con características que chocan en el coraje, la intuición y la comprensión; él descubre esos atributos a medida que avanza la historia y lo aplica a su persona. Martin Freeman lo interpreta con mucha agudeza; ahora comprendo por qué fue la única opción para el rol. 


Esta película es técnicamente impresionante. Su espectacular fotografía en manos de Andrew Lesnie, está llena de paisajes visualmente atractivos y escenarios coloridos repletos de magia minimalista, que plasman los elementos visionarios de la Tierra-Media con gran esplendor. En otro aspecto, también hay que alabar la banda sonora original de Howard Shore, la cual sabe cuándo disparar las melodías auditivas hacia nuestros oídos en los momentos claves de la historia. 


Si a esos elementos le sumamos los impactantes efectos especiales, nos damos cuenta de que estamos en un territorio familiar, es decir, la Tierra-Media pero en su versión mejorada. Es difícil distinguir qué es tridimensional y qué es real; en mi opinión, algo verdaderamente excepcional. 


Encuentro que la mitología Tolkien es intrigante. La fantasía cobra vida de una manera significativa en cada una de sus historias aventureras. En este caso, la historia de "The Hobbit: An Unexpected Journey" corre de manera pasiva; y podría decir que los personajes, al ser pocos, algunos terminan siendo intrascendentes si se separan de los principales -Bilbo, Thorin, Gandalf- . Y aunque las ocurrencias de algunos de estos resaltan carcajadas, otras expresan seriedad. Creo que la aparición de algunos personajes en esta historia causarán sorpresas en los espectadores que conocen este mundo a fondo.


Me temo que esta película no funcionará para los fanáticos del libro, ya que al fin y al cabo, "The Hobbit" será una trilogía innecesaria que probablemente ha expandido su propia historia más allá. Esa prolongación se deja sentir con algunas distracciones argumentales en el comienzo de este filme. Peter Jackson apunta al blockbuster estrictamente comercial con el inicio de esta nueva trilogía, por eso las escenas se prolongan demasiado para exponer su desarrollo. 


The Hobbit: An Unexpected Journey es un viaje esperado que irradia entretenimiento, majestuosidad y asombro, para vencer su obstáculo más fastidioso: la lentitud argumental. Por encima de eso, sospecho que resultará para los amantes del mundo Tolkien; y para los no amantes, pues no resultará. Como soy amante de este mundo fantasioso en su forma cinematográfica, funcionó. Aunque esté disponible en 48fps (3D), la recomiendo en 24fps.


 7/10


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