Crítica de la película 'El maestro'

El maestro

Un drama de 1950 centrada en la relación entre un intelectual carismático conocido como "el Maestro", cuya organización religiosa comienza a hacerse popular en los Estados Unidos, y un joven vagabundo que se convierte en su mano derecha.


Duración: 2 hr. 17 min.
País: Estados Unidos
Director: Paul Thomas Anderson
Guion: Paul Thomas Anderson
Reparto: Philip Seymour Hoffman, Joaquin Phoenix, Amy Adams

Crítica de la película 


Esta película, The Master, nos ha puesto a reflexionar seriamente. Es otro gran ejercicio de cine dirigido por Paul Thomas Anderson. Ha creado una cinta extraña, dramática, enriquecida por una proeza visual y excelentes actuaciones. Nos ha cautivado con la historia del vagabundo trastornado que se une a una organización religiosa con el fin de olvidar el pasado y los horrores de la guerra. El patetismo de sus personajes es contagioso.

Cada plano de la película, filmada en 70mm con la lente de Mihai Malaimare, produce una catarsis que ha embriagado nuestras retinas, principalmente cuando disfrutamos de las formidables interpretaciones de Philip Seymour Hoffman, Joaquin Phoenix y Amy Adams. Estos señores interpretan a unos personajes que, francamente, se encuentran encerrados dentro de la burbuja del adoctrinamiento fundamentalista. Y nosotros seguimos su travesía para ver adonde termina el barullo.

La anécdota nos narra las desventuras de Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un ex-Marine de la Naval de Estados Unidos después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Este indigente, al padecer un desorden mental postraumático, tiene problemas de actitud y de alcoholismo, lo que conlleva a que tenga dificultad para adaptarse a la sociedad. 


Deambulando de trabajo en trabajo termina conociendo a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), un intelectual que se hace llamar El Maestro que lo toma como su discípulo para enseñarle los métodos de La Causa. Pero La Causa es un culto que cambiará lo que pensaba su vida para siempre, porque a través de la doctrina fundamentalista que propaga, encierra los enigmas más profundos del ser humano.

Pero más allá de la sinopsis, si esta película deja algo de qué hablar son las interpretaciones de Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman. Puesto que ambos reparten bombazos escénicos con una clase de actuaciones extraordinarias, especialmente Phoenix, quien nos entrega la mejor de toda su carrera. Sus personajes son psicológicamente complejos y es ahí donde triunfan; se adentran en ellos de tal forma que terminan haciéndolos reales.

El caso es que, Anderson, quien es un maestro desarrollando sus personajes, enfoca la película entera hacia el inusitado vínculo establecido entre Lancaster Dodd y Freddie Quell. Este último siempre es leal a pesar del padecimiento mental que le impide el proceso de aprendizaje. Así se puede observar que raras veces no se ven juntos en los planos, es decir, la mayor parte del tiempo está interactuando dentro de las escenas.

La historia no preludia el trasfondo de los orígenes de Lancaster Dodd, pero sí de Freddie Quell a través de los flashbacks. De esa manera el filme intriga y nos deja ansiosos por saber cada vez más sobre la vida de Lancaster Dodd. Esto lo digo porque Dodd es el líder nato, inteligente, conceptualizado y con el don de la elocuencia; es el personaje más carismático dentro de esta crónica, claro, aunque la historia sea desde la perspectiva de Quell.

Por supuesto, podríamos decir que es un filme sobre la adaptabilidad de un individuo mentalmente voluble pero que da indicios de liberarse y de romper las cadenas. Esta metáfora es evidente cuando se quiere exhibir cómo la vida del individuo afectado puede ser manipulada por otro que sí tiene propósito y que quiere enseñar a adaptarse a su sistema. Un ejemplo de esto es Freddie Quell, el cual es un holgazán beodo que no tiene aspiración en su vida, sin embargo, Dodd lo recoge para adoctrinarlo y cambiar la perspectiva que tiene del orbe a pesar de que su demencia se interpone para lograrlo.

En cierto punto se mantiene un ritmo acuciado en cada una de las escenas, pero que es necesario para examinar, principalmente, la ilación existente entre el erudito El Maestro, La Causa y su problemática mano derecha, Freddie Quell. Partiendo de ahí, diría que como Paul Thomas Anderson sabe retar a su audiencia y la conoce, algunos de los espectadores que no conozcan su estilo se sentirán poco atraídos hacia este drama.

A medida que progresa, la trama se va tornando siniestra durante las escenas de la expansión de las creencias de "El Maestro" y "La Causa" por todo los Estados Unidos. Quizá está basada en la “Cienciología” como afirma Anderson o quizá no; en dado caso, su temática resulta interesante por inquirir la creación de un culto desde adentro. Más que nada, uno mismo se pone a pensar con los diálogos astutos, especialmente los que expresa Dodd, los cuales están rebosados de conceptos científicos y existencialistas. Para entender la profundidad filosófica que esta película quiere modelar es recomendable verla una segunda vez.

Siendo así es una obra maestra provocativa que ha amplificado mi fe por el cine del maestro Paul Thomas Anderson, y también, a creer en que todavía es posible observar una película seriamente audaz que sabe hipnotizar a un espectador desde la narrativa de sus diálogos hasta la maestría de sus actuaciones.



9/10



4 comentarios:

  1. If, if you already know the answers to your questions, then why ask?

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  2. Pero si la peli es una puta mierda, no hay por donde cogerla, no aporta nada interesante, es un total aburrimiento, y no evoluciona hacia nada.

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  3. La peli no es una mierda, es solo que la interpretas de forma diferente y no te evoluciona nada. Todo relativo. Jejeje saludos!

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