Crítica de la película 'El lobo de Wall Street'

El lobo de Wall Street

Un corredor de bolsa de Nueva York se niega a cooperar en un caso de fraude de valores en el que se involucra corrupción en Wall Street, el mundo de la banca corporativa y la infiltración de la mafia.


Duración: 3 hr. 00 min.
País: Estados Unidos
Director: Martin Scorsese 
Guion: Terence Winter (Libro: Jordan Belfort) 
Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Matthew McConaughey, Jean Dujardin, Kyle Chandler, Rob Reiner, Jon Bernthal

Crítica de la película 


Cada vez que el señor Martin Scorsese embiste el cine con una nueva película, sentimos como si la materia verde de nuestra cabeza tomara una droga cinéfila necesaria para ver más películas, porque, en efecto, si el cine es adictivo, el consumo de los filmes de este señor es suficiente para perjudicar la sobredosis. De su catálogo hemos probado joyas como Mean Streets, Goodfellas, Casino y The Departed. Películas que representan su pico dentro del género criminal.

Con esta película, The Wolf of Wall Street, Scorsese está de vuelta en el género del crimen como en los viejos tiempos. Pero los criminales que presenta no son gánsteres, sino corredores de bolsas. El cuento amoral de su nuevo antihéroe, Jordan Belfort, posee todas las características que estamos acostumbrados a ver en su cine delincuente: el ascenso y la caída de personajes ambiciosos, la narración en voice-over, los ángulos de cámara exagerados, las drogas, el sexo, las rubias fatales, el dinero, las fiestas salvajes y, por supuesto, una banda sonora repleta de una adrenalina que ha hecho que bailemos. Es la película más intensa que ha dirigido sobre la pesadilla del sueño americano. 

La historia nos cuenta la travesía avasalladora de Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio), un corredor de bolsas que empieza trabajando en el fondo de Wall Street bajo la tutela de Mark Hanna (Matthew McConaughey). Es avaro, ególatra, desea subir a toda costa, y piensa que el dinero es el alimento más saludable. Con la caída de la bolsa en 1987 es despedido y su sueño se va al carajo. Sin embargo, pretende escalar por su cuenta. Después de construir una compañía, Stratton Oakmont, con Donnie Azoff (Jonah Hill), se embarca en la odisea financiera en un mundo donde los corredores de bolsas y los buscadores de inversionistas son las víctimas de un jolgorio oscuro que se burla de la moralidad.

La crónica capitalista de Jordan Belfort es el epítome de la corrupción del sueño americano, conseguido a través de un penetrante sentido del humor negro. Es una sátira que captura las escenas de escapadas, orgías y locuras que rodea el inframundo de Wall Street, mostrando las diabluras que estos amos del universo hacen con el dinero de los clientes. El tono ácido de la comedia aligera la seriedad de la trama, haciendo que los temas tratados del mundo de las finanzas sean más fáciles de digerir. 

La película proyecta la figura de Jordan Belfort como Robin Hood, una especie de héroe de la industria financiera que solo le interesa enriquecer a los suyos con transacciones ilegales. Y Leonardo DiCaprio, en la quinta colaboración con Martin Scorsese, se mete en la piel de Jordan "El Lobo" Belfort con una actuación que nos ha suscitado todo tipo de emociones. Su personaje un antihéroe por el cual simpatizamos. Su actuación es tan enérgica, que de veras pensamos que está drogado. Aquí está fuera de control. Es un hacedor de conmociones explosivas, cuya elocuencia lo convierte en un pastor de la avaricia. La ambición, el egocentrismo, el oportunismo, la arrogancia y la vanidad lo llevan a los límites de una vida de excesos. DiCaprio interpreta la figura de Belfort como una metáfora del capitalismo fraudulento, pues es un tipo que vive una vida tan agitada que cualquier badulaque que lo vea desearía tener todo el dinero que tiene para disfrutar de las abundancias de una mezquindad inconforme. 

Scorsese nos deja una moraleja: ¿El dinero es bueno? ¿Necesitamos más? Pero claro, ¿a quién no le gusta? Su película presenta los orgasmos de avaricia en la cultura estadounidense de una forma levantisca, y nos dice que las plétoras vienen con consecuencias. A un ritmo desaforado, narra la biografía de Belfort durante varias décadas, acompañado de diálogos inteligentes y personajes interesantísimos. Y el guionista Terence Winter usa la estructura del guion de una forma muy similar a lo que hizo Scorsese con GoodFellas y Casino, presentando el ascenso y la caída de un criminal que tuvo el mundo en sus manos.

Esta película nos ha provocado mucha risa. Tiene escenas memorables. Es sediciosa, fascinante. Y sabemos que glorifica a un criminal, pero es uno por el cual sentimos interés, sobre todo porque sus acciones hallan sinceridad en medio de una sociedad hipócrita. Es como estar mirando un circo de fotogramas durante tres horas de entretenimiento, por las cuales, irónicamente, vale la pena invertir capital.



9/10




2 comentarios:

  1. Es una de las mejores de Scorsese! al menos de esta década.

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  2. Leonardo DiCaprio se excede con esa actuacion. Muy buena pelicula

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