Greed me parece una comedia de Winterbottom que reúne como monedas algunas de las cualidades esenciales que hacen una buena sátira, aunque al parecer la mezcolanza nunca llegan a brillar lo suficiente para completar la transacción. Su sátira tiene una actuación un poco cómica de Steve Coogan como el cínico magnate de la moda, pero su tono superficial le resta valor al discurso un tanto obvio sobre la explotación capitalista y la manera en que los billonarios en la cima de la pirámide se enriquecen ilícitamente mientras los de abajo observan desde la pobreza más oscura. Parece como si fuera la respuesta británica a El lobo de Wall Street. Hay unos cuantos paralelismos. Para empezar se basa discretamente en la vida de Philip Green, ese empresario británico que se volvió billonario por su negocio como minorista de ropa y que a lo largo de su carrera ha estado involucrado en unas cuantas polémicas. Narra a modo de ficción la historia de Richard McCreadie, el multimillonario de un imperio de la moda que es investigado por el gobierno por la evasión de impuesto en paraísos fiscales y las maniobras poco éticas con las que ha hecho su riqueza, mientras paralelamente también vacaciona con su familia en la isla griega de Mykonos para celebrar una extravagante fiesta en vísperas de su 60 cumpleaños. Winterbottom, por medio de la analepsis y el montaje paralelo con estética de falso documental, me cuenta la historia de este monarca de la ropa a través de una estructura no lineal que muestra los inicios como un joven privilegiado, ambicioso y rebelde motivado por el dinero rápido; el juicio en el que enfrenta a los burócratas que lo señalan como un empresario perverso que explota a las mujeres pobres de Sri Lanka que confeccionan la ropa que vende por un salario de mierda en las fábricas de mala muerte; y, por supuesto, la actualidad en la que disfruta con su familia y demás allegados en Grecia para celebrar su fiesta de cumpleaños con disfraces de la antigüedad griega, mientras un biógrafo al que nadie le hace caso toma nota de su estrafalario estilo de vida para recopilarlo en un libro biográfico. Hay momentos absurdos y alguna que otra línea de diálogo que intenta evocar ese humor negro que es típico del director, pero a ratos tengo la sensación de que no me cuenta nada significativo cuando presenta el ascenso y caída del multimillonario codicioso para responder a una crítica social sobre los pecados de los ricos y la dura desigualdad a la que se enfrentan los pobres refugiados y trabajadoras textiles que amenazan con rebelarse simbólicamente como leones enjaulados. Solo me resulta embriagadora la presencia de Coogan como ese millonario astuto y de dentadura postiza que abusa del sistema a través de la corrupción financiera de primer orden. Pero todo lo demás se vuelve patético e innecesariamente redundante.
Ficha técnica
Título original: Greed
Año: 2019
Duración: 1 hr 44 min
País: Reino Unido
Director: Michael Winterbottom
Guion: Sean Gray, Michael Winterbottom
Música: Harry Escott
Fotografía: Giles Nuttgens
Reparto: Steve Coogan, Isla Fisher, Asa Butterfield, Shirley Henderson,
Calificación: 6/10
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