Crítica breve de 'Top Gun: pasión y gloria' (1986)

Top Gun: pasión y gloria
Vi Top Gun por primera vez hace ya casi tres décadas, cuando no había internet y la única diversión que tenía como cinéfilo era rentar películas en VHS en el videoclub de la esquina y ocasionalmente digerir en televisión por cable la oferta de canales como Cinemax y TNT. No había de otra. Pero en vista de que la memoria me fallaba para recordar sus imágenes, ahora la reviso para despejar las dudas. Lejos de algunas secuencias de combate aéreo con aroma a anuncio comercial de reclutamiento, su vuelo de prueba se accidenta en los terrenos más predecibles de los clichés de acción y ni siquiera las maniobras de piloto de Tom Cruise pueden sacarla de la rutina. En la trama, Cruise interpreta al teniente Pete Mitchell, conocido por su apodo "Maverick", un piloto con habilidades prodigiosas para volar aviones de caza F-14 en la Marina de los Estados Unidos, cuya rebeldía choca constantemente con la ética de aviación militar y las órdenes de los superiores durante las misiones que se le asignan. El arranque es más o menos interesante cuando el protagonista ingresa a la escuela de élite conocida como Top Gun y tiene un romance con la instructora rubia, mientras realiza ejercicios de combate junto a su mejor amigo para obtener la mayor calificación de la promoción y derrotar a los rivales envidiosos. Sin embargo, llega un momento en que me asalta una sensación de abulia que me impide emocionarme por lo que veo. Scott parece suspender su narrativa en la inercia de los vuelos simulados, las noches de parranda en los bares, los baños de hombres que cuelgan toallas mojadas y la reiteración de un Maverick que, subido en la moto Kawasaki, solo parece una figura mercadológica que promociona chaquetas de cuero y gafas de sol; manoseando siempre ese cuaderno de superación personal del héroe temerario que tiene el ego y el sentido de astucia lo suficientemente elevado como para escapar de cualquier zona de peligro a velocidades supersónicas, pero cuya prueba final justamente consiste en reducirlo para aprender a depositar la confianza en los demás. El argumento, con ciertas connotaciones homoeróticas y algunas líneas de diálogo de doble significado, examina las debilidades de la masculinidad, entendido desde la óptica de un joven en transición que intenta autodescubrirse y que no es capaz de confiar en nadie por el pasado trágico que lo mantiene encerrado en el círculo de la desconfianza y el orgullo. Cruise le inyecta algo de carisma a Maverick, al interpretarlo como ese héroe arrogante orientado pilotear cualquier tipo de avión para satisfacer sus preferencias, aunque le faltan unos cuantos matices y desarrolla una química romántica algo pobre con Kelly McGillis que solo se limita a las miradas de indiferencia y el coqueteo superfluo. Por lo menos alcanzo a destacar las secuencias de acrobacias aéreas de unos aviones que rompen la barrera del sonido y zigzaguean para pintar los cielos de blanco, capturados con cámaras que ofrecen la experiencia subjetiva y vertiginosa de estar volando ahí arriba como piloto. También la banda sonora compuesta por las míticas canciones "Take My Breath Away" de Berlin, y "Danger Zone" de Kenny Loggins. Todo lo otro me resulta aburrido, nimio, un producto de envoltura que parece un videoclip patriótico al servicio de la fuerza aérea.

Ficha técnica
Título original: Top Gun
Año: 1986
Duración: 1 hr 50 min
País: Estados Unidos
Director: Tony Scott
Guion: Jim Cash, Jack Epps Jr.
Música: Harold Faltermeyer
Fotografía: Jeffrey L. Kimball
Reparto: Tom Cruise, Kelly McGillis, Tom Skerritt, Anthony Edwards, Val Kilmer, Meg Ryan, Michael Ironside, 
Calificación: 5/10

Crítica breve de la película 'Top Gun (Ídolos del aire)', dirigida por Tony Scott y protagonizada por Tom Cruise y Kelly McGillis. 

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