Crítica de la película «Black Bear» (2020)

Black Bear
En Black Bear, la nueva propuesta del realizador independiente Lawrence Michael Levine, observo que se emplea con solvencia los dispositivos habituales del metacine para deconstruir la crisis creativa del cineasta y los roles prestablecidos de las relaciones de pareja, pero como comedia negra de tinta dramática me parece algo manida cuando se queda sujeta a situaciones superficiales que no añaden profundidad a los personajes más allá de los significantes más obvios. En términos estructurales su narración se compone de dos grandes partes construidas como las capas superpuestas que se gestan en los interiores de la mente de una cineasta llamada Allison, desde el prólogo en que ella medita en un muelle con un traje de baño rojo y luego se retira a su cabaña para escribir un bloque de notas. En pocas palabras, veo lo que ella piensa. En la primera se muestra a Allison como una cineasta algo sinuosa que esconde las heridas del pasado a través de las mentiras, mientras se estaciona en una casa en el campo habitada por una pareja bohemia de artistas y es testigo de la desestabilización conyugal de ellos causada, ante todo, por el deseo que la consume al enamorarse del hombre infiel y por la histeria de la esposa embarazada que está poseída por los celos más escandalosos. En la segunda Allison ya no es directora, sino una actriz alcohólica que ahora interpreta en la película ficticia el papel de la esposa celosa, pero, al contrario del episodio anterior, detrás de cámara exterioriza su rabia cuando ve coquetear al director exigente del que está enamorado con la rubia que es su rival como actriz, en medio de un rodaje caótico en la que cada miembro del equipo la producción tiene algún inconveniente que imposibilita terminar la filmación. El caso es que en ninguna de las dos mitades experimento alguna emoción significativa que me haga colocar la cabeza en un estado de razonamiento serio, sobre todo porque Levine muestra a los personajes como simples autómatas al servicio de un fondo con cierto registro autobiográfico, con el único fin de interrogar, primero, los roles de género desde el núcleo de una crisis de pareja que es provocada por la culpa, la envidia, el engaño y el adulterio; y, segundo, la crisis creativa que obstaculiza el trabajo del cineasta en el plató de cine donde todo es volátil y sujeto a cambios de último minuto. En síntesis, se puede decir que su protagonista es, simplemente, una guionista y directora de cine que intenta superar la crisis creativa ocasionada por una ruptura amorosa que la mantiene atrapada en la cárcel del bloqueo del escritor, encontrando la inspiración necesaria cuando imagina sucesos a partir de sus propias experiencias subjetivas. Sus apuntes funcionan moderadamente por la actuación de Aubrey Plaza, que ofrece algunos momentos de intensidad dramática cuando se pone en la piel de dos mujeres diametralmente opuestas para enfrentar sus demonios internos en el bosque y renovar su vida emocional con la fuerza de voluntad de un oso. Lo demás pasa ante mis ojos sin nada que sea emocionante.

Ficha técnica
Título original: Black Bear
Año: 2020
Duración: 1 hr 44 min
País: Estados Unidos
Director: Lawrence Michael Levine
Guion: Lawrence Michael Levine
Música: Giulio Carmassi, Bryan Scary
Fotografía: Rob Leitzell
Reparto: Aubrey Plaza, Sarah Gadon, Christopher Abbott, Lindsay Burdge
Calificación: 6/10


Crítica breve de la película 'Black Bear', dirigida por Lawrence Michael Levine y protagonizada por Aubrey Plaza y Sarah Gadon.

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