Crítica de la película «Charlot y los atracadores» (1915)

Charlot en el banco
Charlot y los atracadores es un mediometraje mudo que constituye una de las tantas películas que dirigió Charlie Chaplin como director, rodado en los tiempos en que los estudios Essanay le otorgaron un control creativo sobre sus obras rodadas y, además, definió la esencia cómica del personaje de Charlot, hasta el punto en que el popular vagabundo creó un fenómeno cultural conocido como "chaplinitis", a medida que su fama se extendió por todo el mundo y se convirtió en la primera estrella internacional de la industria cinematográfica de Hollywood. Se trata de una de sus comedias más conocidas de dicho período. Lo que observo en apenas 25 minutos, no obstante, me obliga a razonar lo suficiente como para darme cuenta de que, dentro de sus limitaciones, Chaplin ofrece ligeros instantes de humor que mezclan la comedia slapstick con ciertos elementos dramáticos, pero, desafortunadamente, el tono se siente desequilibrado y, además, su trama permanece atrapada en una inercia de situaciones previsibles, en las que no sucede nada que me emocione más allá de las risas iniciales que luego se convierten en indiferencia. Su historia sigue Charlot en los días en que trabaja como conserje en un banco y se enamora de la secretaria de la oficina que se llama Edna, mientras limpia el piso con su trapeador y su balde y, ante todo, causa un desastre con algunos de los trabajadores del piso, poco antes de que unos ladrones se dispongan a robar la bóveda. En general, el asunto me interesa en un principio, al menos, cuando Charlot intenta ganarse el amor de Edna escribiéndole cartas de amor y entregándole un ramo de flores porque cree erróneamente que ella comparte sus sentimientos. El componente romántico es el corazón de la película, y me parece notable la forma en que Chaplin maneja el recurso de la ironía para adornar el giro del clímax en que muestra su inclinación por el final triste, algo que era bastante inusual en una comedia de esa época. Pero, desgraciadamente, la comedia romántica pierde el efecto de sorpresa por la interrupción de la subtrama innecesaria de atracos que coloca a Charlot en el papel del héroe que evita el robo del banco, a menudo en situaciones repetitivas que pierden inspiración en unas secuencias predecibles que anticipo con facilidad. La narrativa no logra mantener un ritmo constante y, en ciertos momentos, se vuelve aburrida y algo monótona. Los personajes secundarios carecen de profundidad y solo rellenan los estereotipos que se describen. Por lo menos me conformo con saber que Chaplin demuestra una vez más su maestría en la comedia física, sobre todo en algunas escenas en que utiliza sus gestos histriónicos y la pericia física para agregar autenticidad a su lucha contra los rateros y su interacción calculada con los empleados del banco, interpretando al eterno vagabundo que, de manera torpe pero valiente, se convierte en un inesperado héroe. Su habilidad para combinar el gag con momentos de ternura y patetismo es genuina, especialmente en la escena final, donde la cruda realidad de su amor no correspondido queda al descubierto; además de que usa las peripecias de Charlot para reflejar la lucha del hombre común en un entorno dominado por la burocracia y la indiferencia. Su crítica social al sistema bancario y al mundo laboral me resulta sutil dentro de sus irregularidades. Asimismo, su puesta en escena, adornada con el gran plano general y un uso correcto del espacio, emplea una serie de herramientas estéticas interesantes que me levantan una que otra ceja, como el plano subjetivo, el primer plano, la elipsis, el montaje paralelo y la escena retrospectiva. Sin embargo, lejos de esos componentes estilísticos, la película carece de la consistencia y de la chispa que caracterizan sus mejores trabajos, frecuentando lugares comunes que nunca escapan de esas escenas rutinarias que le impiden alcanzar el potencial de su premisa. Me parece, sin temor a equivocarme, una obra menor en la filmografía temprana de Chaplin.

Ficha técnica
Título original: The Bank
Año: 1915
Duración: 25 min.
País: Estados Unidos
Director: Charlie Chaplin
Guion: Charlie Chaplin
Música: 
Fotografía: Harry Ensign
Reparto: Charles Chaplin, Edna Purviance, Carl Stockdale, Billy Armstrong
Calificación: 6/10


Crítica breve de la película Charlot en el banco, dirigida por Charlie Chaplin y protagonizada por Charlie Chaplin y Edna Purviance.

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