En El esquema fenicio, Wes Anderson retoma su poética de lo absurdo para presentar otra pieza de su universo fabulesco y estilizado sobre personajes estrafalarios en situaciones excéntricas. Pero, a pesar de la estética elegante, sospecho que la narrativa atraviesa terrenos regulares y se vuelve algo superficial con su grupo de excéntricos personajes liderados por Benicio del Toro, donde tengo la sensación de que Anderson no me está contando nada que no haya visto antes con mejores resultados. Su trama se sitúa en el año 1950 y sigue las desventuras de Anatole "Zsa-Zsa" Korda, un rico industrial estadounidense que, luego de evitar otro intento de asesinato cuando su avión es saboteado por desconocidos, tiene visiones sobre el más allá y se dispone a preparar un plan para salvar las operaciones de su corporación dejando como heredera a su única hija, una monja llamada Liesl. En términos generales, la narración se estructura sobre la base de la fórmula individualista que se suele ver a veces en el cine de Anderson, en la que se cuenta travesía de un solo personaje que se cruza con muchos otros que le hacen la vida imposible antes de cumplir su capricho personal. En este sentido, se muestra la odisea del magnate cuando viaja junto a su hija por el mundo para impedir el colapso de su imperio corporativo; las conversaciones entre el padre y la hija que revelan un oscuro pasado familiar de asesinato y tragedia; los dilemas de la novicia junto al entomólogo contratado por su padre como asistente administrativo; las intervenciones de un cóctel de personajes variopintos que ponen a prueba la paciencia del empresario con una conspiración internacional. El problema fundamental, no obstante, es que la narrativa me resulta rebuscada porque la mayoría de los personajes carecen de desarrollo más allá de las descripciones superfluas y, en efecto, sus acciones se reducen a ese registro dialógico de conversaciones anodinas que solo sirve para justificar una serie de situaciones absurdas a las que le falta gancho o sorpresa. Hasta cierto punto, casi todo lo que sucede es olvidable dentro de su esbozo predecible y sin humor. El guión intenta abarcar demasiado entre intrigas políticas, complots de espías, traiciones familiares y personajes caprichosos que resuelven sus inquietudes con facilismos y diálogos pretenciosos. Pero, por lo menos, me parece algo notable la interpretación de Del Toro porque interpreta, con su expresividad y la mirada felina, al único personaje interesante: un empresario megalómano, villanesco, excéntrico, que evade la muerte en un par de ocasiones y emplea todas las artimañas del mundo de los negocios turbios para salvarse de la bancarrota con su red clandestina de inversores e intermediarios. El personaje tiene una construcción que es coherente en su epicentro de conflictos y motivaciones, pero, por desgracia, solo es utilizado por Anderson como una marioneta para colgar, con mirada progresista, un discursito sobre la corrupción corporativa que pierde sustancia al demonizar el capitalismo desde un abanico de obviedades maniqueas. El resto del reparto estelar apenas se destaca en medio de las escenas de relleno. Como es habitual en Anderson, todos los actores posan sobre una puesta en escena estilizada que encuentra sus virtudes, dicho sea de paso, en los valores estéticos vistos a través del vestuario, los decorados, el fuera de campo, la elipsis, el plano fijo, el sobreencuadre, la prolepsis, el uso psicológico del color, la relación de aspecto 4:3, las simetrías compositivas y el empleo de dinámico del encuadre móvil fruto de un eficaz trabajo fotográfico de Bruno Delbonnel. La música de Alexandre Desplat, de igual forma, se integra con un leitmotiv melodioso y consistente. Sin embargo, todo esto queda como un ejercicio de forma sobre fondo, en el que Anderson parece atrapado en su propio esquema, incapaz de innovar lejos del rompecabezas estético. Se trata, sin dudas, de una de las películas regulares de su filmografía.
Streaming en:
Título original: The Phoenician Scheme
Duración: 1 hr. 41 min.
País: Estados Unidos
Director: Wes Anderson
Guion: Wes Anderson
Fotografía: Bruno Delbonnel
Reparto: Benicio del Toro, Mia Threapleton, Michael Cera, Tom Hanks, Scarlett Johansson, Benedict Cumberbatch, Jeffrey Wright, Richard Ayoade, Rupert Friend, Bill Murray, Bryan Cranston, Riz Ahmed, Willem Dafoe
0 Comentarios:
Publicar un comentario