En Los 4 Fantásticos: primeros pasos, Matt Shakman trata de reiniciar los orígenes del icónico cuarteto de superhéroes de Marvel para ofrecer, supongo, una versión original que se aleje diametralmente de los tropiezos de las películas anteriores que fallaron, precisamente, por dar un paso en falso. Lo que me produce, durante dos horas, es superior a lo que había experimentado con las predecesoras. Este nuevo reinicio cuenta con una estética retrofuturista de los años 60 que tiene cierto atractivo visual, pero, desafortunadamente, siento que le falta gancho a su narrativa predecible y genérica sobre héroes en deberes familiares. Su argumento, ubicado poco después de un prólogo que explica los orígenes de los cuatro astronautas en el universo alternativo conocido como Tierra-828, sigue a Reed Richards (Mr. Fantástico), Sue Storm (Mujer Invisible), Ben Grimm (La Mole), Johnny Storm (Antorcha Humana), en los días en que gozan de popularidad como superhéroes en la ciudad de Nueva York, mientras enfrentan nuevos retos que ponen a prueba sus poderes y, además, buscan salvar el planeta del devorador de mundos, Galactus, que llega junto a su heraldo Silver Surfer para raptar al bebé recién nacido de Reed y Sue llamado Franklin. En términos generales, la premisa posee originalidad cuando se opta por montar el conflicto sobre metáforas que, dicho sea de paso, interrogan el núcleo familiar y las responsabilidades paternales, donde los héroes principales, aparte de los tíos, ahora no son más que un padre y una madre enfrentados por un dilema ético y moral que desafía la lógica: entregar a su hijo o enfrentarse a la destrucción del mundo. Esto, hasta cierto punto, tiene coherencia en su discurso sobre la dinámica familiar. El problema fundamental, no obstante, es que la estructura narrativa se debilita al transitar por una zona de facilismos y, entre otras cosas, los personajes se sienten atrapados en arquetipos que carecen de profundidad más allá de las descripciones superfluas del guión: Reed es el científico obsesionado, Sue la voz de la razón, Johnny el impulsivo y Ben el gruñón con corazón de roca; quedando, más bien, en un epicentro de situaciones banales que reducen sus acciones a diálogos a puerta cerrada sobre cuestiones científicas y motivaciones personales que no terminan de desarrollarse por completo. En este sentido, los conflictos internos de los personajes se resuelven de manera apresurada porque, en efecto, la narrativa, a pesar del ritmo consistente, arrastra una serie de exposiciones redundantes que deja poco espacio para establecer la mitología del equipo y explorar los rasgos psicológicos que son ajenos a la síntesis de obviedades. Sus interacciones se basan en ecuaciones prefabricadas y giros rebuscados. Y el villano, Galactus, aquí no ofrece ningún desafío serio porque es mostrado como un blandengue resentido e ingenuo que, al igual que los héroes masculinos, es manipulado por ese progresismo que está de moda en Hollywood para reiterar la idea de que solo las mujeres empoderadas pueden resolver los problemas creados por los hombres. Por lo menos, encuentro espectacular la secuencia de acción en la que los Cuatro Fantásticos son perseguidos en su nave Excélsior por Silver Surfer hasta un agujero negro. Y, de igual modo, me resulta creíble la actuación de Vanessa Kirby como la madre que se sacrifica por su hijo. Asimismo, observo que es competente el diseño clásico de los trajes azules, la música de Michael Giacchino y, ante todo, el estilo retro del diseño de producción que capta, con tecnología futurista y máquinas analógicas, la nostalgia de la era espacial de los 60, apreciable en las atmósferas urbanas y los efectos especiales de colores vibrantes que evocan el espíritu de los cómics originales con un toque moderno. Su estética retrofuturista es para mí un soplo de aire fresco que la pone por encima de las antecesoras, pero, por desgracia, no basta para compensar una reinvención que, en última instancia, es como un refrito de fórmulas convencionales, a la medida de cuatro héroes que olvido con los créditos.
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Ficha técnica
Año: 2025
Duración: 1 hr 55 min
País: Estados Unidos
Director: Matt Shakman
Guion: Jeff Kaplan, Ian Springer, Josh Friedman, Peter Cameron, Eric Pearson
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Jess Hall
Reparto: Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Joseph Quinn, Ebon Moss-Bachrach, Julia Garner, Paul Walter Hauser, John Malkovich, Ralph Ineson
Calificación: 6/10
¿cómo puedes ver una película sobre la Primera Familia de Marvel y no esperar que los deberes familiares sean un tema presente? Tás loco
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