Crítica de la película 'Django sin cadenas'

Django sin cadenas

Con la ayuda de su mentor, un esclavo convertido en cazador de recompensas se dispone a rescatar a su esposa de un brutal propietario de una plantación en Mississippi.

Duración: 2 hr. 45 min.
País: Estados Unidos
Director: Quentin Tarantino
Guion: Quentin Tarantino
Reparto: Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio, Christoph Waltz, Samuel L. Jackson, Kerry Washington



Crítica de la película 


Quentin Tarantino es uno de los mejores directores contemporáneos, precisamente, porque rompe el dogma “Hollywoodense” y no se limita a él. Y esta Django Unchained es una marca más en su catálogo; pero es una que tatúa una historia magistral sobre el racismo en el oscuro período de la esclavitud en Norteamérica. 

Pues, en cuestión de segundos, me di cuenta que es uno de los westerns más originales que haya visto, y no porque tenga un vaquero negro caza recompensas, sino por una temática interracial donde Tarantino se encarga de alabar las personas de color; en una era en la que la esclavitud y la segregación racial eran enemigos, en gran parte, de las personas de raza blanca. Es decir, el filme juega y se hunde en la infamia mostrando un lado de la historia norteamericana para parecer, más bien, una sátira hacia el hombre blanco y la manera horrenda en la que trataba a los esclavos. 

Pero Tarantino, quien es un maestro contando historias, y también se apoya en algún fenómeno histórico para contar la suya a su manera, se sumerge brillantemente en ese mismo material de la esclavitud para contarla. A lo que me refiero es que esta película quizá tenga un aire de "Spaguetti Western" pero no lo es. Está lejos de serlo. Aunque aun siendo o no, su tributo queda pagado, y en el camino nos damos cuenta que la fragmentación narrativa -por capítulos- que estamos acostumbrados a ver, y que ya es parte del mundo “Tarantinisco”, está ausente. Aquí la trama fluye de forma progresiva mientras se centra en Django (Jamie Foxx) y el Dr. King Schultz (Christoph Waltz), en su búsqueda vengativa para rescatar a Broomhilda (Kerry Washington), la esposa esclavizada de Django, de las manos de Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). 

Lo cierto es que estos personajes tienen características obsesivas que dirigen sus acciones. El Dr. King Schultz, aun siendo caza recompensas, quizá no sea un defensor racial, pero su manera de actuar lo demuestra aunque no quiera aparentarlo. Es elocuente, elegante y tiene temple para calcular las situaciones con mucha diplomacia, y si la diplomacia falla, un disparo inescrupuloso soluciona dicho fallo. Ésta interpretación de Waltz me recuerda a Hans Landa, aunque la puesta actoral sea diferente. 

Jamie Foxx estuvo bien en su rol de Django. Y lo digo porque no es el típico personaje hablador; es un hombre de-esclavo-a-libre tranquilo, frío y se podría decir que es un volcán a punto de hacer erupción. Siendo el personaje principal, es el único que sí tiene trasfondo mostrado a través de varios flashbacks

Sin embargo, la cosa no acaba ahí. Porque si hay un personaje del cual hablar, definitivamente el despiadado, brutal y excéntrico, Calvin Candie – interpretado por Leonardo DiCaprio – es uno de ellos. Es el antagonista de esta historia. Es un hombre malvado que se muestra con doble cara hacia las personas de color; algunas veces las trata “bien” y en otras, termina destruyendo negros con cualquiera que sea el método – mientras más macabro mejor. DiCaprio se excede con una interpretación enérgica digna de alabar. 

Ahora bien, ya sabemos eso, pero lo que más llama la atención del mundo Tarantino son los diálogos que los personajes expresan – y eso transitivamente es lo que nos arropa desde el principio hasta el final, Django Unchained no es la excepción, porque, en efecto, tiene los diálogos sagaces característicos del director, dotados de puro humor negro. Las mejores líneas salen de la elocuencia de Calvin Candie y su monólogo del “Sirviente Ben” – un diálogo puramente Tarantino. Aunque debo reconocer que Samuel L. Jackson dispara también sus diálogos elocuentes con mucho entusiasmo, además de que su personaje, Stephen, es uno que resulta muy peculiar por su forma de actuar. 

Y por supuesto, algo que no se queda mencionar es que es terriblemente violenta, pero por alguna razón la violencia no es excesiva sino hasta su inquietante clímax. Tiene violencia, violencia, violencia, violencia. Violencia exagerada y todo tipo de violencia que se pueda extraer de Tarantino. De hecho, este es el tipo de filme que te mantiene encadenado en todo el trayecto y te hace saltar de tu asiento para hacerte gritar de la emoción mientras los personajes matan tipos malos. 

Algo que me llama la atención es que Tarantino utiliza los acercamientos rápidos para dirigir la distancia focal de la cámara hacia la acción, objeto u rostro de un personaje en los primeros planos. Con esto, evidentemente, está pagando tributo a los clásicos Westerns que tanto maniobraban ese estilo fílmico. Por eso algunos quizá no lo vean así, pero esta es otra gran película de Tarantino que refleja el nivel de madurez que su cine ha alcanzado.

8/10




3 comentarios:

  1. Una película para los fans de Tarantino, para la gente normal es un churro mas en la carrera de este pseudo gurú del cine.

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  2. Concuerdo en que los fans de Tarantino amarán esta película, es una historia fascinante muy al estilo de este director.

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  3. Exacto, Anónimo. Tarantino es un hacedor de historias muy peculiares. Saludos!

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