La intriga y el misterio conquista mis sentidos cuando veo 'Gardenia azul', la película de cine negro de Fritz Lang para la Warner Bros. protagonizada por Richard Conte y Anne Baxter. A decir verdad, como pieza de cine negro me resulta bastante atrapante su crónica criminal de celos, amnesia y asesinato, además de construir un sutil comentario sobre los efectos del sensacionalismo voraz. Es la primera entrega de la trilogía de la prensa sensacionalista de Lang. Basada en la novela de Vera Caspary, relata la historia de Norah Larkin, una bella telefonista que, luego de decepcionarse al leer una carta en la que su prometido revela haberla dejado por otra mujer, se emborracha en la casa de un artista que conoce en un bar y se levanta al otro día pensando en que ha asesinado al hombre, aunque no recuerda bien el incidente y piensa que es culpable del homicidio. La trama me atrapa de inmediato cuando veo a Norah como una fugitiva desesperada que huye de la ley, acosada permanentemente por la presencia de los policías que investigan el caso y sin posibilidad alguna de probar su inocencia. Y se vuelve algo sorpresiva cuando se involucra Casey Mayo, el periodista que busca una exclusiva intentando relacionarse con Norah para saber si es la verdadera asesina, comprando su testimonio a cambio de un abogado. La actuación de Anne Baxter me parece fenomenal cuando sus dotes expresivos capturan fielmente la angustia, el miedo y la tensión de esa mujer neurótica y vulnerable que escapa de la justicia. La acompaña una sólida interpretación de Richard Conte como el veterano columnista que hábilmente se convierte en detective. Tiene asimismo una contagiosa canción original cantada por Nat 'King' Cole en una breve escena. Lang los encuadra con un estilo visual muy acogedor de Nicholas Musuraca, quien consigue planos interesantísimos con el encuadre y una iluminación que colisiona con claroscuros para revelar sensaciones recónditas, además de un uso bien acertado del sonido diegético. Con el melodrama de la femme fatal acusada de asesinato, Lang ofrece un retrato duro sobre las trampas psicológicas de la amnesia y una mirada cínica e inescrupulosa de la prensa sensacionalista. Aun con los cabos sueltos, le queda de una manera estupenda. El giro del clímax es una cosa bien retorcida. Aunque se trata de un trabajo modesto de Lang, no deja de parecerme una efectiva película de cine negro.
Título original: The Blue Gardenia
Año: 1953
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