Crítica de la película 'De amor también se muere' (1946)

Mi capricho por esa diva arrogante y sofisticada del Hollywood clásico llamada Joan Crawford me ha llevado hasta las imágenes de Humoresque, una película que marca su racha de melodramas a mediados de los años 40 para la Warner Bros., luego de haber reanimado su carrera con la inane Mildred Pierce. Se trata de la segunda adaptación de la novela de Fannie Hurst, que previamente fue llevada al cine por Borzage en una película muda de 1920 que lleva el mismo título. Y me parece bastante mediocre. Es un melodrama sobre deseo y pasión al que le faltan unas cuantas cuerdas para ser conmovedor, arrastrado por una marea de situaciones mayormente desafinadas por una ausencia de química entre Crawford y Garfield. Las dos horas que dura se me hacen eternas, pero digiero su argumento sin muchos problemas porque, honestamente, la música espléndida, que incluye composiciones clásicas de Brahms, Bach, Bizet, Chaikovski y Wagner, me ayuda a no pensar demasiado en lo que pasa. La trama, estructurada a través de una larga escena retrospectiva, relata la vida de un destacado violinista llamado Paul Boray, el cual entra en un lapso depresivo y cancela su última presentación en la ciudad de Nueva York para rememorar el pasado, primero desde sus años de juventud cuando tenía grandes aspiraciones con el violín que le compró su madre en el seno de una familia pobre; y, segundo, en los días grises de su adultez que vive como artista fracasado y el posterior éxito que logra en algunos conciertos gracias a las relaciones que tiene con la dama refinada Helen Wright, de la cual se enamora en el acto con un intercambio de miradas en una fiesta. Hasta la primera mitad todo luce algo interesante por la manera en que Negulesco ilustra las miserias internas de los personajes a través de recursos como la elipsis, la sobreimpresión, el sobreencuadre y la música diegética arreglada por un gran trabajo de Franz Waxman. Por una parte, muestra un cuadro de clasismo entendido desde la óptica de una mujer rica y desilusionada por la infelicidad matrimonial que pone los prejuicios sociales por encima de los sentimientos más inmediatos, buscando refugio en el adulterio con el hombre más joven de clase trabajadora al que solo manipula obsesivamente satisfacer sus deseos. Por la otra presenta a un violinista talentoso y muy impulsivo que coloca la pasión sobre el sentimiento con la finalidad de aprovechar la oportunidad de seducir a la señora mayor de clase alta para paliar su ambición desmedida en los conciertos de música clásica. Pero el asunto de amor imposible no termina de convencerme porque todo parece girar banalmente alrededor de esos dilemas morales que mantienen a los personajes suspendidos entre la inercia de los conciertos y las conversaciones a la hora señalada en lugares elegantes que no le añaden ningún sentido de impulso dramático a las acciones. Me creo la actuación de Garfield como el violinista ambicioso (usa un doble para tocar el violín), así como también me creo la de Crawford como la socialité inescrupulosa que se resiste a ser amada. Pero me temo que de ninguno de los dos extraigo algo que sea emotivo.

Ficha técnica
Título original: Humoresque
Año: 1946
Duración: 2 hr 05 min
País: Estados Unidos
Director: Jean Negulesco
Guion: Clifford Odets, Zachary Gold
Música: Franz Waxman
Fotografía: Ernest Haller
Reparto: Joan Crawford, Oscar Levant, John Garfield, Joan Chandler,
Calificación: 5/10

Crítica breve de la película 'Humoresque', dirigida por Jean Negulesco y protagonizada por Joan Crawford y John Garfield.

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