Crítica de la película «Martha Marcy May Marlene» (2011)

Martha Marcy May Marlene

Martha Marcy May Marlene es una película independiente que establece el debut como director de Sean Durkin y de la que yo, desgraciadamente, no puede ver en el momento de su estreno ocurrido hace ya más de una década atrás. Pero viendo sus imágenes ahora, temo que nada hubiese cambiado el resultado de mi valoración si la viera en aquel entonces. De entrada, me parece un drama psicológico que construye su laberinto con una actuación bastante orgánica de Elizabeth Olsen, pero a menudo su narrativa permanece en una zona demasiado calculada que, en su registro de circularidad, nunca toma riesgos para ampliar su discurso sobre la identidad, el control y las secuelas del trauma, en más de una hora y media que me colocan en un estado de indiferencia que me obliga a sospechar que al barullo le faltan unas cuantas dimensiones para añadirle algo de sustancia a la materia que expone. En la trama, Olsen interpreta el papel de Martha, una joven que escapa de una secta ubicada en las montañas Catskill y lucha por reintegrarse a la vida normal mientras se refugia en la casa de su hermana Lucy, a pesar de que es atormentada día y noche por los recuerdos perturbadores que la trasladan a un lapso de pesadilla y de alienación permanente. En términos generales, la narrativa me resulta interesante, al menos al principio, porque adopta las nomenclaturas del drama psicológico para mostrar, desde un enfoque subjetivista, cómo la mente fragmentada de Martha cae lentamente al abismo de la paranoia como producto de las heridas psicológicas sufridas por las experiencias de su pasado, en el culto liderado por el siniestro líder que obliga a las mujeres que lo integran a someterse a violaciones, orgías, asesinatos, robos y rituales perversos que ocurren fuera de campo; bajo una estructura que, además, narra paralelamente los tiempos entre en el pasado y el presente a través de un montaje invertido que ofrece una mirada al trastorno de despersonalización de ella. El problema, no obstante, es que las acciones de los personajes se reducen a conversaciones anodinas que no amplían a profundidad los conflictos internos de la protagonista más allá de la función descriptiva que, reiteradamente, trivializa su rol de victimización desde la superficie para edificar un texto sobre la emancipación femenina entendida como la imposibilidad de escapar de una mujer que sufre en silencio los efectos del abuso sexual, la masculinidad tóxica y la banalidad del mal, donde el fenómeno inmoral de la secta es solo un instrumento diegético de representación que sirve para agregar alguna que otra capa de descripción al desarrollo intrínseco de la protagonista, pero que, desafortunadamente, deja algunas preguntas sin responder en su marea de obviedades. Las situaciones carecen de gancho emocional y, ante todo, el conflicto queda en un horizonte reiterativo que no da señales de ir a ninguna parte. Esto supone para mí una sensación de que el ritmo se ausenta y el crucigrama psicológico pierde su grado de tensión. A pesar de los menoscabos, la actuación de la debutante Olsen me resulta creíble cuando ejerce su expresividad para comunicar con los gestos y la mirada la confusión, el dolor y el delirio de persecución de una muchacha a la que se le hace imposible adaptarse de nuevo a la sociedad después de experimentar en carne propia los horrores del culto organizado en el bosque oscuro. A su lado hay una actuación secundaria algo correcta de Sarah Paulson como la hermana preocupada por su esterilidad, y también John Hawkes como el líder manipulador y perverso de la secta. Durkin suele encuadrarlos en una puesta en escena controlada que, en ocasiones, crea una atmósfera de aislamiento y claustrofobia que resulta vistosa por la forma en que la lente de Jody Lee Lipes emplea con sutileza los claroscuros, la iluminación y los paisajes naturales como si fueran otros protagonistas del escenario. Estos pocos elementos son los únicos que resuenan conmigo cuando adelanto los créditos y me olvido de lo que vi.

Ficha técnica
Título original: Martha Marcy May Marlene
Año: 2011
Duración: 1 hr. 42 min.
País: Estados Unidos
Director: Sean Durkin
Guion: Sean Durkin
Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Fotografía: Jody Lee Lipes
Reparto: Elizabeth Olsen, Hugh Dancy, John Hawkes, Sarah Paulson, Brady Corbet, Julia Garner
Calificación: 6/10


Crítica breve de la película Martha Marcy May Marlene, dirigida por Sean Durkin y protagonizada por Elizabeth Olsen y Sarah Paulson.




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