Crítica de la película «Avatar: Fuego y ceniza» (2025)

Avatar: Fuego y cenizas
Avatar: Fuego y ceniza es una película de James Cameron que constituye, en cierta medida, la tercera entrega en su saga sobre el mundo de Pandora y sus alienígenas azules que inició en Avatar (2009). Por lo visto, es igual de inane que Avatar: el camino del agua (2022). Con una duración de más de tres horas y cuarto, salgo de ella con una extraña sensación de abulia que me hace pensar que Cameron no sabe cómo expandir su paraíso ecológico, porque, francamente, me parece una secuela aburrida e innecesariamente larga, que naufraga en un espectáculo reiterativo de pirotecnia, familia y batallas tribales, con una pretenciosidad de efectos visuales que me distraen demasiado al correr a 48fps por tierra, mar y aire en 3D. El argumento sigue a Jake Sully y Neytiri lidiando con el duelo por la muerte de su hijo Neteyam, en los días en que permanecen establecidos en tierra del clan Metkayina y se enfrentan a la amenaza del Pueblo de las Cenizas, un clan Na'vi agresivo y volcánico liderado por la implacable Varang, que se alía con las milicias humanas del coronel Quaritch; paralelamente mientras Quaritch regresa en su forma de avatar, obsesionado con vengarse y reconciliarse con su hijo humano, Spider. En términos generales, la narrativa opta por una estructura similar a la antecesora al mostrar los dilemas éticos y morales de la familia Na'vi de Sully sobre una circularidad de conflictos combinados sobre las fórmulas genéricas de la aventura, la ciencia ficción y la épica fantástica. El problema fundamental, sin embargo, es que el guión de Cameron no se toma la molestia de sacar a los personajes de una inercia de situaciones predecibles que, por lo regular, se reducen a subtramas arregladas sobre la base de facilismos y diálogos vacíos, sin añadir una profundidad a las acciones superficiales que se construyen sobre sus motivaciones. En este sentido, no me queda más remedio que permanecer abúlico frente a la misión de Jake para proteger a las tribus para impedir que en el futuro los humanos colonicen totalmente el planeta; los prejuicios de Neytiri al saber que la presencia de Spider es la causa de la desgracia de su gente; la villanía de Varang como la líder agresiva de un pueblo endurecido por un ciclo de violencia; la misión de Quaritch para recuperar a Spider y someterlo a experimentos científicos por contener la clave para que los humanos respiren en el planeta. Hay familias en peligro, huidas a otros biomas, alianzas frágiles y las típicas batallas con explosiones masivas. Pero casi no hay gancho en las secuencias de acción porque, entre otras cosas, todo permanece estacionado en la circularidad de exposición que gira alrededor de las conversaciones de Jake y Neytiri junto a los hijos —Lo'ak, Kiri, Tuk— adolescentes que desafían la autoridad patriarcal para evitar la expulsión del humano adoptado. Por si fuera poco, la villana es una figura unidimensional que solo ocupa el arquetipo de jefa malvada e impulsiva. Las actuaciones con captura de movimiento de los actores, al menos, demuestran una gestualidad y destreza física que es decente en algunas escenas, destacándose casi siempre Sam Worthington, Oona Chaplin, Sigourney Weaver y, sobre todo, Stephen Lang. Como es habitual, Cameron los encuadra a todos ellos en una puesta en escena que renderiza con CGI a las criaturas y los paisajes de Pandora que a veces evoca el misticismo panteísta de la diosa de la naturaleza, aunque ahora los efectos especiales se vuelven algo tediosos por la decisión torpe de ejecutar el asunto a una alta tasa de fotogramas por segundo que hace que todo parezca un videojuego frío y artificial. La canción original de Dream as One, de Miley Cirus, por lo menos, tranquilizan a mis oídos entre tanto ruido. Lo demás, por desgracia, me resulta como el síntoma de una franquicia quemada, o sea, un espectáculo de puro humo sobre extraterrestres aborígenes de piel azul y sermones ecológicos de fragancia new age.


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Ficha técnica
Título original: Avatar: Fire and Ash
Año: 2025
Duración: 3 hr. 17 min.
País: Estados Unidos
Director: James Cameron
Guion: James Cameron, Rick Jaffa, Amanda Silver
Música: Simon Franglen
Fotografía: Russell Carpenter
Reparto: Sam Worthington, Zoe Saldaña, Stephen Lang, Sigourney Weaver, Oona Chaplin, Cliff Curtis, Kate Winslet, Giovanni Ribisi, David Thewlis 
Calificación: 5/10

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