Crítica de la película 'La calle'

La calle



La strada es una película italiana de 1954 producida por Dino De Laurentiis y Carlo Ponti, Es un ejemplo clásico del período neorrealista del director y esta película es la que le otorgaría un sólido prestigio internacional.


Duración: 1 hr. 48 min.
País: Italia
Director: Federico Fellini
Guion: Tullio Pinelli & Federico Fellini
Reparto:
  • Giulietta Masina
  • Anthony Quinn 
  • Richard Basehart 
  • Aldo Silvani
Sinopsis:

Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la despreocupada hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle (la strada en italiano), sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo.

Crítica de la película 


La Strada lleva consigo, de manera sublime y triste, el espíritu neorrealista que caracterizó a Federico Fellini durante una parte de su carrera. O sea, mostrar través de sus filmes la situación social marginada de una Italia devastada en un periodo posguerra. Solo que en esta película es asombroso cómo logra relatar dicha condición social con unos personajes brillantemente desarrollados. 

Puedo decir que Fellini era una especie de artista abstracto, porque expresaba su sentimiento artístico obsesionándose con muchos de los temas excéntricos que formaban parte de su mundo visual. Es decir, se puede apreciar una compañía de circo ambulante, los actos frente al público, el maquillaje de payaso, la melancolía de una situación inestable y muchos otros elementos visuales que lo acompañaron toda su vida como director. 

El argumento es bastante atractivo, y dentro del mismo, seguimos a Gelmosina (Giulietta Masina); una muchacha despreocupada, ingenua y con cara de melancólica que es vendida por su madre a un artista ambulante llamado Zampanó (Anthony Quinn) con el propósito de que lo acompañe formando parte de su espectáculo como una asistente; tomando así el puesto que ocupaba su hermana fallecida. 

Zampanó es el típico artista impulsivo, se irrita por cualquier hecho y abusa emocionalmente de la inocencia de Gelmosina. A pesar de eso, ella se siente muy atraída por ese estilo de vida en la strada (la calle). A medida que avanza de acto tras acto, Zampanó enseña a Gelmosina a tocar la caja y la trompeta, así como a vestirse de payaso para entretener. De cierto modo, ella se siente orgullosa de sus logros a lo largo de la trama, y a pesar de los maltratos que Zampanó le propicia, le demuestra una lealtad inquebrantable. 

En una ocasión Gelmosina se encuentra con varios personajes que influyen directamente en su vida, tal es el caso de The Fool; un artista de cuerda floja que trabaja para un circo ambulante que está pausado en una ciudad. Como si fuera fulminada por un rayo se siente atraída por la personalidad de The Fool, la cual inspira un aire de confianza y libertad que se asimila rápidamente a la persona ingenua y desprevenida de Gelmosina. Pero las cosas se complican mucho más cuando el temperamental Zampano decide unirse al circo donde trabaja The Fool, lo que conlleva a que se desarrollen una serie de malentendidos entre los dos, ya que son polos opuestos. The Fool provoca a Zampano y esa acción generará una reacción decisiva en el desenlace de la trama que se hace sentir con un final triste e impactante. 

Lo que me llamó la atención en este filme es la poderosa interpretación de Giulietta Masina como Gelmosina. Es tan inocente, tan melancólica, tan ingenua que uno se siente atraído por las horrendas circunstancias que rodean su tormentosa vida. Ella, además de parecer una payasa pintada con cara de Chaplin Femenina, es lo que yo llamaría un mujer bondadosa purificada, porque uno siente que no se merece ese tipo de vida al ser tan especial. Y eso es lo que Fellini nos quiere transmitir con la inocencia de este personaje. 

Zampanó y The Fool los veo solo como herramientas para el desarrollo emocional de Gelmosina, ya sean positivas o negativas. Aunque se podría alabar a Anthony Quinn, quien interpreta a Zampanó con un carácter único, en donde uno puede sentir su sadismo y su volcánica personalidad, pero sólo para mostrar que su descontrol emocional será parte de su caída. 

La Strada tiene un estilo único, donde la cámara de Fellini refleja el pensamiento italiano de la época, junto a las condiciones de vida de la clase trabajadora, marginada por la difícil situación económica del periodo. Lo que significa que dado a la configuración de su historia y de sus personajes dentro de los planos, la película se hunde en la tragedia del neorrealismo. 

Y no me extraña que La strada sea considerada una obra maestra dentro del catálogo "Fellinesco". La misma nos sumerge durante su trayecto con interpretaciones inolvidables, comprende perfectamente el periodo neorrealista que catapultó a Fellini al reconocimiento mundial y posee una temática excepcional que abarca la belleza, la tristeza y la comprensión humanista como su principal provecho. Si buscas cine de "Fellini" después de "I Vitelloni" éste es el lugar para comenzar. Definitivamente una verdadera joya del cine que hay que ver por obligación.


 8/10





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