Captain America: Civil War

Después de que otro incidente internacional involucre a Los Vengadores, causando varios daños colaterales, aumentan las presiones políticas para instaurar un sistema que exija más responsabilidades y que determine cuándo deben contratar los servicios del grupo de superhéroes. Esta nueva situación dividirá a Los Vengadores, mientras intentan proteger al mundo de un nuevo y terrible villano.


Reseña


No puedo decir que mientras veía Captain América: Civil War me invadía esa recurrente sensación de aburrimiento, porque no es aburrida, aunque tenga una sola secuencia que emociona. Pero lo cierto es que lo que sentía era muy cercano, pues es una película regular que parece un trailer de The Avengers, pero sin mucha emoción.


La apuesta de Marvel con esta nueva fase de su universo cinematográfico tiene el espectáculo de acción que estamos acostumbrados a ver en los blockbusters de superhéroes, impulsado por una serie de alegorías políticas que sustentan el anticipado pleito entre Captain América (Chris Evans) y Robert Downey Jr. (Iron Man). Pero el argumento no tiene gracia. Se siente hueco, plano, vacío, muy a pesar de que los temas que explora son serios.



Estos directores, los hermanos Anthony y Joe Russo ("Captain America: Winter Soldier"), no le dan ese sentido de asombro que atestiguamos en otras películas de Marvel. A veces su pirotecnia excesiva me provocaba un sueño eterno. Y prefieren saturar esta secuela de "Winter Soldier" con motivaciones que parecen absurdas cuando se establece el dilema de la regulación de las actividades de los superhéroes. Ni siquiera hay motivos suficientes para que varios personajes busquen venganza. Prefieren los golpes que la diplomacia planteada. Al final de todas esas patrañas irresolubles, al final de la tontería de un villano desidioso, al final de ese giro que no sorprende, solo me quedaba el pensamiento de que no era lo que esperaba.


La mejor parte de la película y, quizá la más emocionante, es la secuencia del aeropuerto donde se desata un 'royal rumble' que involucra la facción de Iron Man (con The Vision, War Machine, Black Widow, Black Panther) contra la facción del Capitán América (Winter Soldier, Scarlet Witch, Hawkeye, Ant-Man, Falcon). Fue el único instante de la película donde mi cara se parecía a la de Krusty el payaso.


Asimismo, la introducción del nuevo Spider-Man (Tom Holland) da mucha risa y hace que uno se olvide del ridículo bromance del Capitán América y de su amante Bucky Barnes/ Winter Soldier (Sebastian Stan) cuando se van de gira por el mundo.


Ficha técnica
Año: 2016
Duración: 2 hr. 27 min.
País: Estados Unidos
Director: Anthony Russo, Joe Russo
Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely (Cómic: Mark Millar) (Personajes: Joe Simon, Jack Kirby)
Música: Henry Jackman
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Chris Evans, Robert Downey Jr., Scarlett Johansson, Sebastian Stan, Anthony Mackie, Don Cheadle, Jeremy Renner, Chadwick Boseman, Paul Bettany, Elizabeth Olsen, Paul Rudd, Emily VanCamp, Tom Holland, Daniel Brühl



6/10



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El abrazo de la serpiente

La historia de la relación entre Karamakate, un chamán del Amazonas y el último superviviente de su pueblo, y dos científicos que trabajan juntos en el transcurso de 40 años para buscar en la Amazonía una planta curativa sagrada.



Crítica de la película 


Mientras veía El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra (La sombra del caminante, Los viajes del viento), se despertó en mí calva cabeza una emoción de asombro que es inolvidable; porque lo cierto es que es un drama alucinante que ofrece una visión casi hipnótica de los efectos del colonialismo en la región amazónica de Colombia, donde los rasponazos del período se desangraban sin poder suturarse.

 

“La ficción de la legalidad amparaba al indio; la explotación de la realidad lo desangraba”, decía Eduardo Galeano en el libro Las venas abiertas de América Latina. Y eso es exactamente lo que vemos aquí. Y lo notamos en dos épocas distintas a través de los ojos de Karamakate; un chamán del Amazonas que vive aislado de las tragedias de las tribus del territorio. Su relato, como el de muchos en su condición, ha sido el de una víctima de la colonización. Él es el último superviviente de su casta.

 
 

La película cuenta las dos historias saltando en el tiempo una y otra vez, pero desde el punto de vista de un joven Karamakate (interpretado por Nilbio Torres) y de uno adulto (interpretado por Antonio Bolívar). La primera sucede en el año 1909 y la segunda en el año 1940. En ambas crónicas, se halla invadido por dos científicos que buscan la yakruna, una planta medicinal (y sagrada para los aborígenes) que tiene poderes mágicos.


En un principio, Karamakate se muestra hostil cuando se encuentra con el etnólogo y fotógrafo Theodor Koch-Grunber (Jan Bijvoet) y su ayudante Manduca (Yauenkü Migue), pero luego decide guiarlos por el río para dar con la flor en las profundidades de la selva. Lo mismo sucede en su adultez cuando conoce a Richard Evans Schultes (Brionne Davis), un etnobotánico americano que busca la yakruna.

 

El argumento de Karamakate es uno muy trágico, pero a la vez interesante. Vive los días por inercia, atrapado por los fantasmas del pasado. En sus días fue un poderoso chamán. Llevaba un collar de colmillos, un pequeño arete de palo incrustado en su oreja izquierda y un taparrabo cercano a la desnudez. Era hábil, corpulento y tenía un juicio agudo sobre las costumbres de su pueblo. Asimismo, su hostilidad hacia el hombre blanco era palpable, probablemente por atestiguar el genocidio étnico de su raza. Luego de varios años vive en un aislamiento voluntario en lo más impenetrable de la floresta. Sus reflejos son lentos, su cuerpo está achacado y su mente es más sabia. Todos esos años de soledad lo han convertido en un chullachaqui, un ser vacío privado de emociones y de recuerdos. Y carga consigo los últimos remanentes de su cultura. Quizá por eso decide ayudar a Evans para redimirse por lo que ha vivido y transferir su conocimiento ancestral que estaba destinado a perderse para siempre.

 

Guerra usa a estos personajes perdidos en la jungla de una manera muy similar a lo que pasa en Apocalipsis ahora de Coppola y en Aguirre, la ira de Dios de Herzog. Muestra un grupo de hombres que navegan en una canoa por el río en una misión y en el trayecto descubren los horrores del entorno como el canibalismo, las enfermedades, el catolicismo, los choques étnicos, los rituales, las alucinaciones, la muerte. Vemos todo los corolarios negativos de la colonización. Y casi siempre tropiezan con la desolación.


Pero la intención de Guerra también es hacernos sentir la inmensidad del paisaje para compararlo con la enormidad del universo. Provoca todo tipo de reflexiones en un ambiente extraño donde el tiempo parece que se ha detenido. Sus planos evocan poesía visual con un precioso blanco y negro. Y no se apresura en contar las cosas con los diálogos para dejar que la belleza de las imágenes transmite las metáforas del ocaso de una cultura.

 

El film completo fue filmado en locaciones en la selva amazónica de Colombia. Y ese estilo naturalista es lo que le da la verosimilitud cuando recrea las duras condiciones de un periodo donde los indígenas del continente fueron exterminados por todas partes a punta de pistola. Lo peor del caso es que todavía hoy en día las heridas de América Latina no han cicatrizado, pero con esta película Ciro Guerra nos dice que aún hay esperanza.



Ficha técnica
Año: 2015
Duración: 2 hr. 15 min.
País: Colombia
Director: Ciro Guerra
Guión: Jacques Toulemonde, Ciro Guerra
Música: Nascuy Linares
Fotografía: David Gallego (B&W)
Reparto: Brionne Davis, Nilbio Torres, Antonio Bolívar, Jan Bijvoet


8/10


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Coming Home

El preso político Lu Yanshi es liberado cuando termina la Revolución cultural. Cuando regresa a casa, descubre que su esposa sufre de amnesia; no lo reconoce y continúa esperando el retorno de su esposo sin darse cuenta de que está a su lado. 



Crítica de la película 


Cuando veía a Coming Home (Gui lai) me invadía un provocador sentimiento de nostalgia que me hizo recordar algunas películas sobre la pérdida de la memoria en medio de una ruptura familiar. Pero como es el cine de Zhang Yimou, que mezcla fácilmente el melodrama con los temas sociopolíticos, lo único que recordaba era To Live (Huo zhe), que es una película de Zhang muy similar a esta por tratar con sobriedad una tragedia durante la Revolución Cultural. Este es el denominado “drama de cicatrices”. Es el tipo drama chino que retrata los traumas emocionales que ocasionaba la coalición de la Revolución Cultural en el pueblo chino. Pero aquí Yimou logra una eficacia más dramática que con To Live por el simple hecho de sensibilizar el relato a favor de los estragos de Feng Wanyu (Gong Li, fiel colaboradora de Yimou), Dandan (Huiwan Zhang) y Lu Yanshi (Daoming Chen) en un lapso más corto. 


Es la época en la que las voces de los ciudadanos eran silenciadas con trabajos forzados. Quizá por eso, a pesar de las precariedades del momento, Yu y su hija Dandan, subsisten frente a los partidarios del gobierno de Mao Zedong, quienes han enviado al patriarca de la familia, Lu, a un campo de labor obligada. Y ellas, especialmente Yu, han esperado su venida por más de diez años. Lu apenas conoce a su hija, Dandan. 



Mientras el argumento avanza, Yimou deja claro que la substancia de la autoridad que oprime al ciudadano es lo que origina el conflicto. Porque Lu, antiguo profesor y disidente, escapa de la prisión laboral para ver a su esposa en la estación del tren; pero al ser fugitivo, es capturado por la policía. Tres años después, luego de la Revolución Cultural, Lu vuelve a casa para descubrir otra desgracia: su esposa sufre de amnesia, no lo reconoce y continúa esperando su retorno sin darse cuenta de que está a su lado. Así sucumben ante la condición del período. El sufrimiento es lo único que conocen. Hay dos puntos que detonan este problema. El primero es el trasfondo social y político del régimen que explota a los opositores para rehabilitarlos, lo cual sucede con Lu; si eso no hubiese pasado, Yu probablemente no tendría amnesia. El segundo es la intrusión de Dandan, la hija confundida, cuando le niegan el papel como bailarina en la obra de El ejército rojo de las mujeres porque su padre es un prófugo y, enfadada, delata a su padre para impedir que se reúna con su madre.


Estos personajes me parecen genuinos, verosímiles hasta que deje de creerlo; por supuesto, presentados con excelentes actuaciones de los intérpretes, especialmente la de Gong Li, quien le da profundidad psicológica a una madre desesperanzada que anhela el regreso de su amado. Su expresión es el rostro de la película. 


Yimou consigue que el drama sea efectivo con la sensibilidad de una familia horrorizada por las circunstancias en las que viven. Su mensaje muestra el grado de impacto que tuvo el radicalismo de las ideologías de Mao en los años 70. Y nos creemos todo lo que le sucede a Yu, Lu y Dandan. Aquí usa a los personajes de la novela de Yan Geling como víctimas encerradas dentro de una alegoría histórica para revelar el lado humano del barullo. 


Incluso las revelaciones más pequeñas, como la amnesia de Yu, pueden interpretarse como metáforas del pasado y del presente de la sociedad china. Los recuerdos borrados significan que se ha olvidado parte de la identidad y de la historia de China. Y es bueno saber que está regresando al cine que lo caracteriza. Es la llegada a casa de su antiguo estilo. Ojalá no se vuelva a ir. Porque con los tratados de la separación, el sacrificio, las reminiscencias y la compasión, esta película es, por si fuera poco, muy difícil de olvidar.


Ficha técnica

Título original: Gui lai
Año: 2014
Duración: 1 hr. 49 min.
País: China
Director: Zhang Yimou
Guión: Zhou Jingzhi (Novel: Yan Geling)
Música: Chen Qijang
Fotografía: Zhao Xiaoding
Reparto: Gong Li, Chen Daoming, Huiwen Zhang, Tao Guo


9/10


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Una guerra


El comandante Pedersen se debate entre el cumplimiento de los reglamentos militares, su responsabilidad ante sus hombres y los civiles afganos y su deseo de volver a casa con su esposa y sus tres hijos.


Crítica de la película 

Muchas películas de guerra solo se centran en mostrar la crudeza en el campo de batalla, pero Una guerra es un drama bélico diferente. Es, por una parte, un drama antibélico y, por la otra, un drama judicial. Y por supuesto, eso es lo que lo hace audaz, ya que se separa de lo convencional al no tener héroes ni villanos con una neutralidad definida.


Y eso lo entendemos, pues el enemigo es el mismo conflicto. Nos narra la historia del Claus M. Pedersen (Pilou Asbæk), un comandante del ejército danés estacionado en Afganistán en medio de una misión para combatir el Talibán. Cuando se cruzan con los terroristas en un festival de tiros, Claus debe tomar una decisión muy radical para salvar a su pelotón y a los civiles. 


La primera mitad es tensa, y la inquietud de las escenas en las que detectan minas es sumamente chocante. La segunda mitad es más persuasiva y elocuente por el problema de los crímenes de guerra que se trata de resolver en la corte.


Este director danés, Tobias Lindholm, el cual admito que no conocía, sabe lo que dirige. Despierta la curiosidad con el discurso de las consecuencias de las decisiones éticas en tiempos de guerra y en cada escenario nos pone a cuestionar todo el dilema.


Ficha técnica
Año: 2015
Duración: 1 hr. 55 min.
País: Dinamarca
Director: Tobias Lindholm
Guión: Tobias Lindholm
Fotografía: Magnus Nordenhof Jønck
Reparto: Pilou Asbæk, Tuva Novotny, Dar Salim, Søren Malling
Calificación: 7/10


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La jugada maestra

Narra la historia de la preparación y del legendario enfrentamiento por el campeonato del mundo entre Bobby Fischer, campeón de ajedrez norteamericano, y el campeón soviético Boris Spassky. El duelo, que tuvo lugar en 1972, en plena Guerra Fría, fue mucho más que un conjunto de partidas para conquistar un campeonato; prueba de ello es que captó la atención televisada de todo el mundo.


Crítica de la película


Esta película, La jugada maestra, es un thriller biográfico muy bueno. Bastante bueno. Entretiene mucho con la crónica del peón que quiso ser rey. Y ese peón es Bobby Fischer, uno de los grandes ajedrecistas de todos los tiempos. Y su relato, al igual que el de los genios de esta naturaleza, es el de un individuo caprichoso que solo está obsesionado con buscar la verdad, pero que debe sacrificarse, así como los peones, para lograr encontrarla.


A partir de ahí, le daríamos el crédito al director Edward Zwick (“Glory”, “The Last Samurai”, “Blood Diamond”), quien se olvida de maniqueísmos políticos para capturar la vida de Bobby Fischer con una intensidad muy peculiar; presentándolo, por una parte, como un peón de ideologías políticas durante la Guerra Fría y, por la otra, como un maestro del ajedrez que tiene síntomas de inestabilidad mental. Y claro, con una sólida actuación de Tobey Maguire, quien se transforma en Fischer de forma cautivadora; haciéndonos sentir tan incómodos como el personaje.


Todo comienza como un biopic dentro de lo convencional. Vemos a Fischer desde su niñez para reconocer el desequilibro de su áspera personalidad; además de manifestarse como un prodigio del ajedrez derrotando a maestros en la ciudad de New York a pesar de ser un niño. El trauma infantil como un detonante que condiciona su conducta adulta, es un factor elemental que encaja perfectamente con el trayecto de la narración.



Luego, en su adultez se narra la historia del denominado ‘Match del Siglo’, ubicado en Reykjavik, Islandia, donde se exhibe la preparación y el legendario enfrentamiento por el campeonato del mundo entre Bobby Fischer, campeón de ajedrez norteamericano, y el campeón soviético Boris Spassky (Liev Schreiber). El duelo, que tuvo lugar en 1972, en plena Guerra Fría, fue mucho más que un conjunto de partidas para conquistar un torneo; una prueba de ello es que captó la atención televisada de todo el mundo.


Esta película me ha provocado reflexiones tocantes. El guion de Steven Knight (‘Eastern Promises’) me sedujo con las situaciones y los altibajos de Fischer. Es interesantísimo. Y pone en jaque cualquier percepción errada que tengamos del protagonista durante la primera mitad, pues se mete en la mente de Fischer para revelarnos la vida de una persona paranoica con delirios de grandeza que cuestiona todo; y todo lo que no sea ajedrez para él es un problema, por supuesto, junto con su evidente antisemitismo y su rechazo hacia el patriotismo.


Asimismo, la segunda mitad, que otorga los momentos de mayor intriga con el desafío de Fischer contra Spassky, es digna de destacar.


En ese punto no necesitamos pensar, ya que estamos dentro de la guerra mental de estos dos ‘peones’.


Ficha técnica
Año: 2014
Duración: 1 hr. 54 min.
País: Estados Unidos
Director: Edward Zwick
Guión: Steven Knight
Música: James Newton Howard
Fotografía: Bradford Young
Reparto: Tobey Maguire, Michael Stuhlbarg, Peter Sarsgaard, Liev Schreiber
Calificación: 7/10


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The Peanuts Movie

Snoopy emprende una gran misión que lo lleva a surcar los cielos como as de la aviación para enfrentarse a su archienemigo, el Barón Rojo. Mientras, su mejor amigo Carlitos Brown, inseguro pero perseverante, vivirá también una aventura épica: se enamora de su nueva vecina. Película basada en los cómics de Charles Schulz, "Peanuts", conocidos fuera de Estados Unidos por algunos de sus personajes: Snoopy o Charlie Brown.


Crítica de la película


Cuando veía Snoopy y Charlie Brown: Peanuts, la película me sentí otra vez como un niño. Me sentía alegre. Todo el pasado regresaba. Carlitos Brown, Snoopy, Linus, Lucy, Schroeder, Woodstock, Franklin, todos estaban ahí conmigo una vez más. Y no hay más nada que decir. Eso es más que suficiente para decir que es una buena película animada.


Y para ser un viaje de nostalgia con un recorrido de pathos, la aventura de Charlie Brown (voz de Noah Schnapp) y Snoopy (voz archivada de Bill Melendez) es entretenida. Hasta en cierto punto, se desvía por otra dirección con la subtrama metaficcional de Snoopy como un escritor que escribe una aventura del Barón Rojo y la subtrama de Charlie Brown cuando intenta ganarse el afecto de la Pequeña Niña de Cabello-Rojo. 


Algo peculiar es que la película es en 3D pero la mayor parte del tiempo los planos adquieren una perspectiva en 2D para acercarse a la caricatura original de Charles M. Schulz. Incluso los efectos de sonido son genuinos cuando hablan con los adultos, cuando gritan, cuando corren y cuando joden la paciencia en la escuela. 


Cabe destacar que es la quinta película de "Peanuts". Y su diseño de dibujo minimalista, el humor sarcástico, la música sensible y la inquebrantable honestidad emocional siguen ahí. 


Charles Schulz estaría orgulloso de este homenaje.


Ficha técnica
Año: 2015
Duración: 1 hr. 33 min.
País: Estados Unidos
Director: Steve Martino
Guión: Craig Schulz, Bryan Schulz, Cornelius Uliano (Cómic: Charles Schulz)
Música: Christophe Beck
Fotografía: Renato Falcão
Reparto (voces): Noah Schnapp Hadley Belle Miller Mariel Sheets Alex Garfin Francesca Angelucci Capaldi
Calificación: 7/10


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Langosta

Narra una historia de amor no convencional, ambientada en un mundo distópico, en el que según las reglas establecidas, los solteros son arrestados y enviados a un lugar donde tienen que encontrar pareja en un plazo de 45 días. El tema central es la soledad, el temor a morir solo, a vivir solo, y también al temor a vivir con alguien.


Crítica de la película


Esta película, The Lobster, tiene esas ideas raras e interesantes que salen de la mente de Yorgos Lanthimos cuando examina la condición humana de forma abstracta, pero me resulta un poco predecible, además del blando desarrollo de los personajes.


La idea nos presenta una ciudad en un futuro distópico en la cual las personas solteras son llevadas al Hotel donde tienen solo 45 días para encontrar una pareja romántica antes de convertirse en animales. El caso es que nadie se puede quedar solo. La soledad está prohibida porque viven una sociedad de relaciones humanas impuesta por la fuerza. Solo hay dos grupos: Las Parejas y los Solitarios. 


En ese punto entra el protagonista, David (Colin Farrell), quien se ve involucrado en un lío grande entre las dos facciones. Y se queda ahí realizando acciones sin sentido y un tanto absurdas.


El problema que le veo es que le falta sazón a los personajes y a los diálogos que escupen. Ellos parecen robots, tanto en la manera de actuar como en la de expresarse. Pero es un factor intencional de Lanthimos para crear la provocación abstracta, como lo hace en "Kynodontas" y "Alpeis".


En este caso la provocación abstracta son esos temas humanos como la adaptabilidad, la supervivencia, las relaciones humanas y la soledad en una sociedad de estadísticas y de emparejamiento selectivo; todas funcionando como alegorías de nuestra sociedad moderna. 


Ficha técnica
Año: 2015
Duración: 1 hr. 58 min.
País: Grecia
Director: Yorgos Lanthimos
Guión: Efthymis Filippou, Yorgos Lanthimos
Música: Varios
Fotografía: Thimios Bakatakis
Reparto: Colin Farrell, Rachel Weisz, Jessica Barden, John C. Reilly, Ben Wishaw
Calificación: 5/10


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Anomalisa

La película tiene por protagonista a un motivador profesional que, cuanto más ayuda a la gente, más monótona y anodina es su vida; todo el mundo le parece y le suena igual. Hasta que la voz de una chica le suena diferente y está dispuesto abandonarlo todo y a todos por alcanzar la felicidad con ella.


Crítica de la película

 

La podríamos interpretar de varias maneras, pero Anomalisa de Charlie Kaufman es una parábola de la condición humana y de los dilemas mundanos que definen la existencia del hombre posmoderno, por supuesto, filmada con un trabajo de animación stop-motion que resulta impresionante; resaltando también que es una película animada, pero orientada a un público adulto.


La intención de Kaufman y de Duke Johnson (quien también dirige) es recrear de forma implícita el escenario del teatro de marionetas con una mirada realista. Por eso la historia de Michael Stone (voz de David Thewlis) y todas las situaciones en las que se involucra parecen manipuladas, lo cual también contrasta con la metáfora de la rutina del individuo moderno atrapado por un sistema que lo usa como máquina y que anula su individualidad.



Este Michael Piedra (ahora comprendo por qué se llama así) es un escritor de libros de autoayuda con cara de adicto al Xanax, cuya introspección refleja el vacío de su vida y de sus dudas. Es indiferente, misántropo. Para él, el mundo tiene un solo rostro y una misma voz. Asimismo, está distanciado de su familia. Pero cuando conoce a Lisa (voz de Jennifer Jason Leigh) sus pensamientos cambian porque la ve como una anomalía entre todos esos robots idénticos: su Anomalisa.


El caso es que la historia romántica de Michael y Lisa se torna demasiado simple, a veces ridículamente artificiosa. Su sencillez amaina, se vuelve quebradiza, pierde cadencia. Y la narrativa, además de disfrutar darme bofetadas de fastidio, deja en el aire muchas cosas con un final poco satisfactorio en donde el aburrimiento de la vida de estos títeres se convirtió en mi aburrimiento.


Se puede ver por el sólido trabajo de animación y las preocupaciones temáticas sobre el individualismo del hombre posmoderno, pero no es la gran cosa. El resultado es un poco blando.


Ficha técnica:
Año: 2015
Duración: 1 hr. 30 min.
País: Estados Unidos
Director: Charlie Kaufman, Duke Johnson
Guión: Charlie Kaufman, Dan Harmon
Música: Carter Burwell
Fotografía: Joe Passarelli
Reparto (voces): David Thewlis, Jennifer Jason Leigh, Tom Noonan
Calificación: 6/10


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Carol

Nueva York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre.


Crítica de la película 


No es una sorpresa, Carol de Todd Haynes ("Far From Heaven", "I'm Not There") es un drama bellamente filmado que recrea el período de los años ‘50 a la perfección; sin embargo, si hay algo que no ayuda la película es la historia, que resulta tan laxa y tan lenta que uno se pregunta si algún día terminará.


Esto es evidente con la relación romántica de Carol Aird (Cate Blanchett) y de Therese Belivet (Rooney Mara). No solamente son lesbianas que se devoran de forma pasional detrás de los bastidores de la sociedad, sino que el hecho de su aventura simboliza el deseo de escapar de las normas sociales, del orden patriarcal de una sociedad estadounidense que minimiza el rol de la mujer en la época de los ‘50 y de los códigos morales del orbe conservador que repudia los temas tabú.



La realización de Haynes consigue una precisión casi subjetiva con los cambios de perspectiva y los juegos de miradas de las protagonistas para lograr que las imágenes transmitan lo que sienten. Y aunque eso pueda sonar interesante, es sorpresivamente aburrida. El relato es tan blando que avanza con una pereza enorme para mantener un ritmo consistente.


Además, el amorío de estas damas cae estrepitosamente con un cliché que convierte la narrativa en algo superficial. O peor aún, si el cuento se proyecta desde el punto de vista de Therese sobre Carol, ¿cómo es posible que en tan poco tiempo ella sepa tanto de Carol si no desarrollan el devaneo con esos niveles emocionales cuando se hallan en la intimidad sin que la elipsis de estructura le dé un enfoque dramático? Esa era una de las tantas preguntas que me hacía. Y quizá esperaba demasiado.


Aquí no hay emoción ni profundidad en el argumento. Y llega un punto donde el idilio melodramático me fatiga, muy a pesar de las excelentes actuaciones de Blanchett y Mara, que quizá son las mejores actuaciones femeninas del año.


Ficha Técnica:

Año: 2015
Duración: 1 hr. 58 min.
País: Reino Unido
Director: Todd Haynes
Guión: Phyllis Nagy (Novela: Patricia Highsmith)
Música: Carter Burwell
Fotografía: Edward Lachman
Reparto: Cate Blanchett, Rooney Mara, Sarah Paulson, Kyle Chandler
Calificación: 6/10


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Straight Outta Compton

El grupo NWA emerge de las calles de Compton en Los Ángeles, California, a mediados de la década de 1980 y revoluciona la cultura Hip Hop con su música y sus cuentos sobre la vida en el capó.


Reseña por
Yasser Medina

Debo decir que Straight Outta Compton es un biopic excepcional. Y no solo tiene uno de los mejores soundtracks del año con canciones de rap como "Fuck the Police", "Nuthin' But a 'G' Thang", "Talking to my Diary" y "California Love"; sino que cuenta la historia del ascenso y caída de N.W.A con una veracidad que resulta efectiva por la fluidez con la que se narra el relato. 


Hasta los actores, relativamente desconocidos para mí, hacen un trabajo formidable interpretando a Dr. Dre (Corey Hawkins), Eazy-E (Jason Mitchell), Ice Cube (O'Shea Jackson, quien en realidad es hijo de Ice Cube) y el resto. Incluso hasta el parecido físico es igual a los miembros del grupo en la vida real.


Este director, F. Gary Gray (Friday), sabe bien cómo lograr estas crónicas de gánsteres negros y de raperos. Además de penetrar con verosimilitud la historia de un grupo musical, enlaza lo que presenta junto a temas como la injusticia social y racial, el abuso policial y la amistad dividida por el dinero. Temas que en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina. 


Y le hace justicia a la biografía de N.W.A de una forma muy entretenida. 


Eso es más que suficiente para considerarla una de las mejores películas jamás filmadas sobre el mundo de los raperos.


Ficha técnica
Año: 2015
Duración: 2 hr. 27 min.
País: Estados Unidos
Director: F. Gary Gray
Guión: Andrea Berloff, Jonathan Herman
Música: Joseph Trapanese
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Keith Stanfield, Aldis Hodge, Jason Mitchell, Paul Giamatti, Alexandra Shipp,
Calificación: 7/10


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Joy

Joy es la historia del personaje del título, que llegó a ser fundadora y matriarca de una poderosa dinastía poderosa con una empresa familiar.


Crítica de la película


El otro día estaba viendo Joy de David O. Russell (“Three Kings”, “American Hustle”, “The Fighter”, “Silver Linings Playbook”), protagonizada por Jennifer Lawrence, que cuenta la historia biográfica de Joy Mangano; y usted al igual que yo cuando comenzaba a ver la película se preguntará: ¿"Quién carajo es Joy Mangano"? Pues resulta que Joy Mangano es una inventora y empresaria estadounidense que diseñó e inventó el 'Miracle Mop', un trapeador que limpia de todo y hace milagros con el piso de forma tal que hasta el sucio le tiene miedo. O sea, que esto está basado en una historia real.


Aunque el invento suena ingenioso, es una pena que la película no, pues, hablando claro, es un disparate aburridísimo cuyo ingenio salió corriendo; fuera de los temas de empoderamiento femenino, los estragos de oportunidades y la añoranza del sueño americano, claro, diciéndonos que el buen mercadeo siempre vende.


Solo tiene una actuación excelente de Lawrence como Joy Mangano. La interpreta con actitud e intensidad. Y le otorga una convicción que hace que el personaje se sienta genuino. 


La cosa es que el director David O. Russell no le da un equilibrio a la historia de esta heroína doméstica y pierde ritmo cuando la cuenta. Su mensaje empobrece. Crea situaciones que no encajan, que resultan inverosímiles, que son forzadas, provocando que el cansancio se apodere de la escena. Y tiene la habilidad, además de aburrirme, de hacer que mi cerebro comience una competencia de bostezos. A veces, se permite exageraciones diversas que le quedan bien, pero resta más de lo que suma con su estilismo. En ese punto me hallaba tan aburrido que no me quedó más remedio que activarme con las redes sociales... Ustedes saben que soy un hater.


Para ser de David O. Russell pudo haber sido mejor, porque lo mejor de esta comedia son los créditos.


Ficha técnica:
Año: 2015
Duración: 2 hr. 04 min.
País: Estados Unidos
Director: David O. Russell
Guión: David O. Russell, Annie Mumolo
Música: David Campbell, West Dylan Thordson
Fotografía: Linus Sandgren

Reparto: Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Bradley Cooper, Isabella Rossellini, Diane Ladd, Édgar Ramírez
Calificación: 5/10


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Dope

Sinopsis: Malcolm sobrevive en un barrio difícil de Los Ángeles mientras manda solicitudes a universidades, realiza entrevistas académicas y se prepara para la selectividad. Pero una oportuna invitación a una fiesta clandestina le llevará a él y a sus amigos a una aventura que jamás imaginaron.



Ficha técnica
Año: 2015

Duración: 1 hr. 43 min.
País: Estados Unidos
Director: Rick Famuyiwa
Guión: Rick Famuyiwa
Música: Germaine Franco
Fotografía: Rachel Morrison
Reparto: Shameik Moore, Tony Revolori, Kiersey Clemons, Blake Anderson, Zoë Kravitz
Calificación: 7/10

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Kumiko, la cazadora de tesoros

Una solitaria mujer japonesa se convence de que un bolso con dinero enterrado en la película 'Fargo' es real. Dejando atrás su estructurada vida en Tokio por la congelada Minnesota, ella se embarca en una búsqueda impulsiva para encontrar la mítica fortuna perdida.


Crítica de la película


Hace un par de años atrás, en el mes de noviembre de 2001, una empleada de oficina de Tokio llamada Takako Konishi fue hallada muerta en las cercanías de un campo en la ciudad de Detroit Lakes en Minnesota. Konishi, había llegado a Minnesota un mes antes para dirigirse a la localidad de Fargo y luego a Detroit Lakes, donde fue encontrada sin vida. Las autoridades concluyeron que su muerte, rodeada de misterio, se trataba de un suicidio, pero los periodistas exageraron la historia diciendo que ella se había aparecido en Fargo para localizar el dinero perdido ocultado por el personaje de Steve Buscemi en el filme Fargo, de los hermanos Coen, porque, en efecto, creía que la historia de la película era real, muy a pesar de que los eventos son ficticios. Desde entonces el cuento se ha convertido en una leyenda urbana.


Partiendo de ese mito urbano, el director David Zellner logra que Kumiko, the Treasure Hunter nos recuerde que lo que pasa en la ficción de las películas también puede pasar en la vida real, pues con la sobriedad dramática con la que narra el filme, brinda una originalidad que fascina porque nos obliga a cuestionar el cine como un arte que puede manipular la verdad de los hechos cuando una historia ficticia es infundida por una invención.

 
 

La película comienza casi como una película muda contándonos la crónica de Kumiko (Rinko Kikuchi). Kumiko es una joven japonesa de 29 años, de rostro inexpresivo, que se divide la monotonía de su existencia entre la esclavitud del salario y el aislamiento social en la ciudad de Tokio, Japón. Su vida padece un cansancio que se le hace eterno, sobre todo porque trabaja como zombi en una oficina soportando a un jefe que odia y es humillada por las compañeras de labor, además de aguantar la presión que le ha impuesto su madre de encontrar a un hombre para casarse.

 

La única alegría que rodea su vida se debe en parte a su mascota, Bunzo, y a una cinta de VHS de la película Fargo de los hermanos Coen, la cual encontró en las profundidades de una cueva. Como toda una excéntrica, repite la película una y otra vez hasta quedar obsesionada con una escena en la que el personaje de Steve Buscemi, Carl Showalter, deja el maletín con el dinero escondido bajo la nieve cerca de la autopista. Convencida de que la historia de la película es verdadera y contiene pistas sobre el tesoro, inicia una travesía hacia la ciudad de Fargo para buscar el dinero oculto.

 

Sin embargo, eso nunca pasó porque, en efecto, es un evento simulado. Y lo que sucede es que se queda atrapada por la falsedad de una patraña urbana de una película basada parcialmente en un incidente histórico. Y al final de todo, irónicamente, está fundado en sucesos verídicos.

 

En términos narrativos la rigurosidad de Zellner consigue que la esencia de la trama sea un estudio complejo de las infinitas posibilidades que posee la ficción del cine para crear un relato (metaficción) que pueda alterar lo que se conoce como verdadero. Y eso, además de intrigar, me ha provocado todo tipo de cuestionamiento sobre lo que es la realidad.

 

La película inmediatamente construye la atmósfera de pesadumbre que rodea a Kumiko, maravillosamente interpretada por Kikuchi, con un estado de ánimo depresivo equilibrado con un poco de humor negro y con cierto aire de fábula. Aunque es un personaje de psicología profunda, conectamos rápido con su anhelo de liberarse de forma obsesiva porque es lo más cercano a una heroína perdida en busca de algo asombroso.

 

El poder de la película celebra el escapismo y los delirios de un personaje muy peculiar a través de una aventura parsimoniosa y extraña construida con un tono verdaderamente nihilista.
Si hay algo que la película nos deja dicho, además de estar bellamente fotografiada y contar con una excelente banda sonora, es que la actuación de Rinko Kikuchi es suficiente para quedar encantado, pues es el centro emocional de cada plano.



Ficha técnica
Año: 2014
Duración: 1 hr. 45 min.
País: Estados Unidos
Director: David Zellner
Guion: David Zellner, Nathan Zellner
Música: The Octopus Project
Fotografía: Sean Porter
Reparto: Rinko Kikuchi, Nobuyuki Katsube, Shirley Venard, David Zellner
Calificación: 8/10


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